Lo dice Jorge Perano, defensor oficial del Tribunal Oral Nº 1 de Córdoba y especialista en Criminología. Dice que "el sistema represivo está actuando muy ferozmente” en su provincia. Y que "la desmilitarización del Servicio Penitenciario es la gran clave para que las cosas cambien”.
Jorge Perano es defensor oficial del Tribunal Oral Nº 1 de Córdoba, tiene 47 años y un andar tranquilo. Dueño de un amplio currículum, es especialista en Criminología, materia de la que es titular en la Universidad Nacional de Córdoba. Apasionado de la escritura, tiene varios textos relacionados con el mundo del Derecho. En especial, trabaja sobre temas donde se ven vulnerados derechos de las personas que se encuentran privadas de su libertad.
En el Congreso Federal sobre Reformas Legislativas, realizado la semana pasada, Perano caminó por los pasillos del hotel Provincial con un rasgo que lo distinguía: siempre estaba sonriendo. "Me parece fundamental primero que haya sido el Ministerio el que haga la convocatoria para un congreso amplio y plural”, dijo a Infojus Noticias. “Y creo que estamos en un momento político económico, social y cultural inmejorable para poder establecer modificaciones de fondo y no parches. La prueba está que la propuesta de modificación del Código Penal es un cambio estructural. Y también la idea de modificar lo que tiene que ver con el sistema carcelario, penitenciario, logrando la recuperación de derechos. Así como en la vida extramuros se han alcanzado mejoras en el ámbito de los derechos, como la asignación universal por hijo. En el ámbito intracarcelario, las medidas tiene que ir en sentido de recuperación de derechos".
Para Perano, el Congreso fue una buena forma de empezar recuperar esos derechos. "Que se haga un Congreso, que se debata, que estén sentado todos los actores del escenario. Autoridades, abogados, jueces, ministros, fiscales, empleados administrativos".
La situación en La Docta
Perano trabaja en la provincia de Córdoba donde, entre otros casos, actúa como defensor de Juan el “Francés" Viarnes, el hombre cuya declaración fue clave para iniciar la causa y encarcelar a varios uniformados vinculados al escándalo de narcotráfico que saltó a la luz a fines del año pasado, pero que también lo dejó en una complicada situación legal.
"En Córdoba la situación es muy riesgosa, la población penitenciaria ha aumentado. Antes tenía dos cárceles, colonias abiertas y una la cerraron", explica. "El sistema represivo está actuando muy ferozmente. Además, al margen de la situación penitenciaria, hay un tema muy serio con el Código de Faltas que es del ámbito provincial. Por eso, en un año hubo 72000 chicos detenidos. Es una barbaridad. Sobre todo que no interviene el juez, interviene directamente la policía. Si a eso le sumamos los seis mil y pico de presos que tiene Córdoba hoy en el sistema provincial es muy importante la cantidad de gente que está privada de su libertad"
“El penal de San Martin aloja a cerca de 800 internos y las condiciones de habitabilidad son muy defectuosas. Pero los problemas de los penales no son sólo de infraestructura, también hay cuestiones de violencia psicofísica. Porque hay otros penales relativamente nuevos y tienen mucho índice de suicidios o aparente suicidios. Hay índices que tienen que ver con la situación de abandono, son penales que están lejos de la ciudad y los internos, alejados de su familia con todo el costo que eso tiene", señaló Perano.
"La desmilitarización del Servicio Penitenciario es la gran clave para que las cosas cambien. No es de un día para el otro, pero se puede lograr. También es fundamental una formación del personal desde la perspectiva de los derechos humanos. Sin esta formación de los agentes va a ser imposible conseguir cualquier tipo de transformación porque utilizan la fuerza como solución y eso es lo que nunca hay que usar".
Por eso también considera aberrante una de las sanciones que se aplica en los penales de Córdoba y es la de aislamiento. "Son 23 horas a las que se aísla a una persona. Esto ha sido calificado como un acto inhumano, cruel y degradante y, por ende, tortura. Debe ser eliminado, es absolutamente inhumano".
"La violencia no es sólo entre internos, también se da con las palabras, con las órdenes absurdas. Y la violencia en un penal muchas veces es la mecha que enciende un motín".
Pero no sólo es el presente de los internos lo que preocupa a Perano, también el futuro, por eso entusiasmado explica el trabajo de la Defensoría General de la Nación, que a través de una trabajadora social y una psicóloga, busca establecer convenios de microemprendimiento para que la persona cuando salga de prisión tenga algo de contención. Por eso le pareció muy interesante la propuesta del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación sobre "mediación". "Ayuda a bajar los índices de agresividad y violencia", concluyó.