El prestigioso jurista Julio Maier conversó con Infojus Noticias sobre la denuncia presentada por el fallecido fiscal Alberto Nisman y sobre una tendencia cada vez mayor de la “denunciología” judicial como herramienta de acción política.
Julio Maier es uno de los juristas más prestigiosos del continente. Autor de ocho libros, un centenar de artículos de derecho penal, procesal penal y filosofía del derecho, es reconocido en todo el mundo por su obra como procesalista. Fue juez penal de primera instancia antes de la dictadura cívico militar, e integró el primer Tribunal Superior de Justicia de la ciudad de Buenos Aires. Jubilado desde hace seis años, hizo un paréntesis en sus clases de música criolla y andina para contarle a Infojus Noticias sus impresiones sobre la denuncia de encubrimiento de la causa Amia del fiscal Alberto Nisman a la presidenta Cristina Fernández, entre otras personas.
-¿Ud dijo que en la denuncia del fiscal Nisman no se sostiene?
A mí ya me parecía ilógico plantear la inconstitucionalidad del Memorándum de Entendimiento, sobre todo porque es un tratado que no tiene virtualidad práctica. Pero después vino la denuncia, con toda su espectacularidad, y fracasó. Si yo fuera juez, la desestimaría. No cumple con la definición de lo que es una denuncia. Es casi imposible imaginar un supuesto en el que mediante un tratado, aprobado por la mayoría de diputados y senadores, se pueda cometer un delito. Si fuera así, tanto los representantes que votaron como los que dieron quorum serían partícipes necesarios del hecho criminal. Es imposible, es una fantasía que ni siquiera Borges podría haber imaginado.
-¿Le llama la atención que un fiscal con experiencia haya realizado esta presentación?
El solo hecho de la denuncia, tal y como está, me llama la atención. Me causó conmoción que un fiscal lo presentara como una denuncia. Vaya a saber qué delitos se pueden cometer para tener que relatarlos en 400 páginas si hasta ahora los delitos se relataban en media página. Decían: “Julio mató a su suegra”. Eso es una denuncia.
-Usted llamó “denunciología” a ese fenómeno. ¿Hay una tendencia a denunciar cualquier cosa?
Yo escribí un artículo con ese nombre que se refiere a la señora Carrió y a un montón de gente que apenas ve un pájaro que vuela, va y lo denuncia. Lo mismo pasa con la creación de tipos penales. Hay una “inflación” legislativa en la que se crean delitos en todas las leyes que aprueba el Congreso. Esto tiene antecedentes muy previos al gobierno actual. Por eso también es importante ir por el nuevo Código Penal. Es destacable que hayan llamado a Zaffaroni para eso.
-¿La “denunciología” interviene en la escena política como una herramienta más?
La política ha empezado a pasar por el derecho penal porque los jueces y fiscales no le ponen coto a esta práctica. Como en este caso, que deben desestimar la denuncia. Me parece que los jueces se están metiendo en un campo que no les compete. El derecho penal íntegro está tomando competencias infladas. Siempre los jueces han tomado posición política frente a un acontecimiento cuando tienen que decidir. Todas las decisiones son políticas, no sólo las que se toman en el Congreso de la Nación o en el Poder Ejecutivo, pero me parece que esto se ha magnificado a niveles que son casi insoportables.
-¿Hay un interés de perjudicar al Gobierno detrás de esas denuncias y del comportamiento de jueces y fiscales que las sostienen?
Es muy clara la intencionalidad política, porque denuncian cualquier cosa. Entienden al Poder Judicial como una vía conveniente para desacreditar. Y es un terreno que antes no integraba la lucha política. Pretenden hacer política partidaria a través de los jueces penales, y les encargan ciertas decisiones para ello.