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Norma Castillo está casada con Ramona Arévalo, Cachita, desde hace tres años. Fue uno de los primeros nueve matrimonios igualitarios del país, previos a que se aprobara la ley que lo habilitó para todos. “Nuestra historia de amor empezó hace muchísimo tiempo: hace 33 años”, cuenta Norma a Infojus Noticias. “33 años y siete meses, en realidad”, se corrige. Hoy se cumplen tres años de su sanción. Según datos de la Comunidad Homosexual Argentina, en este tiempo se realizaron en todo el país más de 7.000 bodas entre personas del mismo sexo.

La historia de Norma y Ramona empezó en Colombia. Norma se fue a vivir a ese país durante la última dictadura cívico-militar. Trabajó como profesora en un colegio y tomó clases de dibujo. Cachita es uruguaya, pero en aquellos tiempos vivía en Colombia con su hijo, Pablo. Tenía una cerrajería. Entonces, Norma tenía 37 años. “Nos hicimos amigas y después nos enamoramos”, relata. “Tuvimos una relación completamente a escondidas. Todo el mundo estaba en contra”.

En 1998, la mamá de Norma se enfermó, y ella debió volver a la Argentina para cuidarla. Cachita estuvo de acuerdo en acompañarla, su hijo Pablo estaba viviendo acá hacía algunos años. Se instalaron en la provincia de Corrientes un tiempo, y después se mudaron a Buenos Aires. “Cuando llegamos acá, vimos que todos pedían por sus derechos, y ahí nosotras decidimos mostrarnos”, cuenta Norma. Se involucraron con la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FATGT), donde conocieron a María Rachid y después a Alex Freyre.

“Nosotras mostrábamos además otra cara distinta a la de todos los estereotipos, por el tema de la edad. Ayudamos a mostrar que se podía llevar una vida normal”, dice Norma. En el 2000 se aprobó el proyecto de Unión Civil para parejas homosexuales, y nueve años después, el 18 de junio de 2009, Norma y Cachita se unieron civilmente.

“Yo siempre quise casarme con ella. El mismo día que nos unimos civilmente, bajamos a la mesa de entradas del Registro Civil y pedimos fecha para casarnos”, cuenta orgullosa. La empleada que las atendió no supo qué responderles, y pidieron hablar con la jefa del Registro. “Obviamente, nos dijeron que no se podía. Fuimos al CGP, y nos respondieron lo mismo. Entonces nuestra abogada pidió una acción de amparo. El pedido llegó a manos de la jueza Elena Liberatori, que dio la orden de casamiento. Era el 9 de abril de 2010, faltaban tres meses para la sanción de la ley de matrimonio igualitario. Durante esos tres meses, la jueza retuvo la libreta de casamiento para que nadie pudiera pedir la anulación.

La ley se sancionó el 15 de julio de 2010. Una multitud esperaba afuera del Congreso. Norma y Cachita estaban allí. “Fue a las cuatro de la mañana. A pesar del recontra frío, bufaron la bufanda y el gorro. Dieron la última ponencia y una hora después se hizo el debate. Era por mayoría simple. Cuando vimos los números, fue una emoción enorme, un alegría grandísima”, recuerda Norma.

“Es una sensación que no te puedo describir. Es saber que uno está reconocido por una ley, dejás de ser ese pedazo que la gente no quiere ver ni mirar. Ese momento, y cuando nos casamos y Cachita dijo ‘acepto’, para mí fue lo más hermoso del mundo”. Así lo vivió Norma, que hoy tiene 71 años y una nieta de quince, hija de Pablo. Cada mes, se felicitan con Cachita por su aniversario. Norma preside un Centro de Jubilados Lésbico-Gay que funciona desde hace tres años. Ella cree que no debería ser necesario, que cualquier anciano debería sentirse cómodo en cualquier geriátrico, pero que mientras tanto decidieron abrir esta alternativa.

Hoy se cumplen tres años de la sanción de la ley de matrimonio igualitario. Norma y Cachita  recibieron esta tarde en el Senado de la Nación diplomas en conmemoración por su lucha, junto con otras parejas que hicieron historia. Por ejemplo, la cantante Marilina Ross, que la semana que viene se casará con su novia Patricia. Del acto en el Senado participaron el senador Daniel Filmus, el legislador porteño Juan Cabandié  y Alex Freyre, militante de la diversidad sexual y candidato a diputado nacional, junto a otros legisladores y militantes sociales que apoyaron la ley en su momento.

“La ley transformó la vida pública y privada”

“El mundo no es igual desde la sanción de esta ley”, dijo a Infojus Noticias Alex Freyre. “Gracias a la decisión del ex presidente Néstor Kirchner, junto con el colectivo de organizaciones de migrantes, en Argentina pueden casarse parejas de todo el mundo”, explica el militante y candidato a diputado. Considera que la ley de matrimonio igualitario abrió el debate en todos los ámbitos y dio lugar, por ejemplo, a que el Senado aprobara en forma unánime la ley de identidad de género o que sancionara la Ley de Fertilización Asistida.

La ley 26.618de matrimonio igualitario fue la primera en Latinoamérica y el Caribe. Según datos de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), desde su sanción se celebraron 7.000 casamientos igualitarios en todo el país. 1.690 fueron en la Ciudad de Buenos Aires, y 2.043 en la Provincia homónima. Abrió el camino para que se sancionara la Ley 26.743 de Identidad de Género, en mayo del año pasado, gracias a la cual ya rectificaron su DNI casi 3.000 personas. En junio de este año se aprobó también la ley 26.862 de Fertilización Asistida, que garantiza el acceso igualitario a los tratamientos de reproducción asistida.

“La ley de matrimonio igualitario transformó la vida pública y privada”, señala Freyre. “Implicó un crecimiento en el periodismo y en los partidos políticos. Ha rediscutido normativas y decisiones, generó un debate en el seno de todas las familias. Intervino en el Ministerio de Justicia, en el Servicio Penitenciario Federal. El Ministerio de Educación dio un gesto enorme al recoger las implicancias de la ley, no solo en Paka-Paka, sino en sus libros de texto escolares. La Iglesia Católica ha tenido un debate interno, ha expulsado sacerdotes, el Obispado de Quilmes se pronunció a favor, Macri traicionó a la Constitución de la Ciudad, Binner traicionó sus convicciones. El matrimonio igualitario ha dividido la opinión pública”, opina Freyre.

“Hoy celebramos con mucho orgullo no solamente el voto de Néstor Kirchner en esta ley, sino la conquista de esta década ganada”, continúa Freyre. Entre sus proyectos y desafíos, habla de la modificación de la ley antidiscriminatoria, de la reforma de la ley de donación de sangre, que actualmente impide a los homosexuales donar, entre otros proyectos de ampliación de derechos.