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Eduardo Sadous el ex embajador en Venezuela en abril de 2010 denunció la existencia de una “embajada paralela” donde se habrían cobrado sobornos para la exportación de maquinaria agrícola. Hoy se conoció que la Cámara Federal confirmó el procesamiento por falso testimonio dictado por el juez federal Rodolfo Canicoba Corral. El fallo de Canicoba sostenía que se “encuentra acreditado” que Sadous “vertió afirmaciones falsas en perjuicio de los allí imputados  Julio De Vido y Claudio Uberti”. El delito se agrava por ser una declaración contra un imputado en un proceso penal.

Primero en el Congreso, después frente al juez federal Julián Ercolini,  Sadous afirmó que su segundo al mando en la embajada, Alberto Álvarez Tufillo le había hablado de negocios sucios y que el empresario ganadero Eduardo Cavanagh mencionó pedidos de soborno por funcionarios. Un 15 por ciento de la operación terminaba –según Sadous- en funcionarios del área de Planificación, a cargo de Julio De Vido. Los hechos eran de mayo del 2005, cuando dejó la embajada en manos de Nilda Garré.

Tanto Cavenagh como Tufillo desmintieron a Sadous en la Justicia. Cavenagh declaró: “nunca le dije a Sadous que tenía miedo y no tenía motivos para tener miedo. Ahí (en Venezuela) hay competencia pero no miedo” Los 45 titulares de empresas que exportaron maquinaria agrícola y otros que no lograron exportar negaron la existencia de coimas.

Ercolini realizó una minuciosa investigación que incluyó oficio a la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola pidiendo información sobre empresas y operaciones en el año 2005, a la Inspección General de Justicia. A la Secretaría de Agricultura le pidió  informara sobre los estatutos societarios de empresas que podían estar involucradas y al INTA que aportara al tribunal documentación pertinente a las negociaciones sobre exportaciones, entre otros requerimientos. Con toda esa carga de pruebas todavía no se pudo demostrar ninguna operación irregular entre empresarios argentinos, funcionarios de Planificación y el Estado Venezolano.

Un mes después de la denuncia de Sadous, en mayo de 2010, De Vido hizo una denuncia por falso testimonio. Ahora el juez Canicoba Corral procesó al ex diplomático por el artículo 275 del Código Penal que establece: “será reprimido quien afirmare una falsedad o negare o callare la verdad, en todo o en parte, en su deposición hecha ante la autoridad competente.” y lo agrava: “Si el falso testimonio se cometiere en una causa criminal en perjuicio del inculpado, la pena será de uno a diez años de reclusión o prisión”.

La historia diplomática de Sadous

Ingresó a principios de 1973, en la agonía de la dictadura de Alejandro  Lanusse. Hasta 1974 estuvo en el departamento de Asia y Oceanía. Entre diciembre de ese año  y fines de 1975 los documentos que informan el destino del personal diplomático dice: “no informado”. Después estuvo en la secretaría del Ministerio de Relaciones Exteriores hasta 1976.

Entre sus relaciones se cuentan a José López Rega, Licio Gelli, Alberto Vignes (apartado de su cargo por Eva Perón cuando descubrió que se apropiaba de bienes de judíos perseguidos por el nazismo y Canciller durante el gobierno de Isabel Perón) y Emilio Massera. Todos ellos miembros de la organización fascista P-Due. En 1989 fue el hombre de confianza del entonces canciller Domingo Felipe Cavallo. Después, entre 1991 y 1993 fue embajador en Malasia. De 1993 a 1996, en Brunei Darussalam, en el sudeste asiático.

El 17 de octubre de 2002 Sadous llegó a Venezuela, nombrado por Eduardo Duhalde. El canciller era Carlos Ruckauf. Rafael Bielsa, como canciller de Néstor Kirchner, lo sostuvo en ese destino hasta mayo del 2005. Le llevó 5 años decidirse a contar la trama de la aduana paralela. Ahora quedó procesado por falso testimonio agravado y debe pagar un embargo de 10 mil pesos.