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Infojus Noticias

17-6-2014|15:53|Alan Tapia Nacionales
Habrá una manifestación frente al mural que lo homenajea en Saavedra

Alan Tapia cumpliría hoy 23 años: su familia exige justicia

El caso llegó a juicio el año pasado, pero la muerte del chico continúa impune. El Tribunal Oral en lo Criminal 11 -con el voto en disidencia del juez Alberte Huarte Petite- absolvió al agente Rodrigo Valente. “Hay que recordarlo todos los días. Ya apelamos al fallo pero me dijeron que los tiempos son largos”, dijo la mamá de Alan a Infojus Noticias

  • Fotos: Mariano Armagno
Por: Infojus Noticias

Todas las tardes, haga frío o calor, Claudia Riveros, la madre de Alan Tapia, va hasta la plaza de Barrio Mitre-en el barrio porteño de Saavedra-acompañada de Bonita, la perra de su hijo. Se para frente al mural que pintaron con su cara y lo recuerda. Su hijo tenía 19 años la madrugada de febrero de 2012, cuando Rodrigo Valente, un agente del Grupo Especial de Operaciones Federales (GEOF) le disparó en el estómago mientras dormía en su casa. Hoy Alan cumpliría 23 años. Claudia irá, como todas las tardes, a la plaza a las 17.30. Esta vez convocó a los vecinos y a distintas organizaciones sociales y políticas para exigir justicia por el crimen del “Mono”, como le decían al joven en el barrio. Colectivo Militante, la agrupación en la que militaba Tapia, encabezará el acto.

“Hay que recordarlo todos los días. Ya apelamos al fallo pero me dijeron que los tiempos son largos”, dijo la mamá de Alan a Infojus Noticias. El caso llegó a juicio el año pasado, pero la muerte del chico continúa impune. El Tribunal Oral en lo Criminal 11 -con el voto en disidencia del juez Alberte Huarte Petite- absolvió a Valente. La lectura de la sentencia terminó en escándalo. Cuando escuchó las palabras del presidente del Tribunal, el padre de Alan se levantó e intentó abalanzarse sobre el acusado. Tres policías lo detuvieron. “Me mató a mi hijo”, gritaba mientras forcejeaba con los agentes. Valente estaba detenido en Marcos Paz desde mayo de 2012, después de casi dos semanas prófugo. Después del veredicto fue liberado.

Los jueces siguieron, de alguna manera, los lineamientos del fiscal. En los alegatos, Eduardo Marazzi optó por no acusar y abrió la puerta para la absolución. Dijo que el crimen ocurrió en un barrio “peligroso” como el Mitre, “no en Puerto Madero o en las Islas Seychelles". El fiscal terminó denunciado ante el INADI. Un día después de la sentencia, la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó lo separó de su cargo. La jefa de los fiscales se reunió con la madre de Alan y le pidió "disculpas en nombre del Estado y del Ministerio Público". Gils Carbó consideró que la sentencia absolutoria condujo a que "todos los vecinos del barrio Mitre se quedaran con la idea de que un policía puede entrar a sus casas y matarlos".

Durante el desarrollo del debate, se pusieron de relieve muchas de las irregularidades de la investigación. El policía imputado dijo que estaba oscuro, que la víctima lo amenazó con una arma tumbera y por eso abrió fuego. Pero otros agentes del GEOF dijeron que eso nunca pasó. La querella postuló que se trataba de un arma "plantada" por la policía.

Allanamiento

La orden de allanamiento del operativo que terminó con la vida de Alan fue librada por el juez Enrique Velázquez, a pedido del fiscal de Saavedra, en ese momento –hoy suspendido-José María Campagnoli. Buscaban detener a Vittorio Tapia, de 17 años, uno de los hermanos de Alan acusado de una tentativa de homicidio. Los agentes del GEOF, entrenados para misiones complejas, junto a otros de la División Homicidios de la Federal habían derribado a patadas la puerta de su casa. Alan vivía con sus padres, abuelos y dos hermanos. Una vez dentro, dos policías se dirigieron hacia la planta alta, donde redujeron a cinco familiares. Mientras, en la planta baja, otros tres inmovilizaron a los abuelos y, luego, dos de ellos avanzaron hacia el interior. Valente entró en una habitación y le disparó en el abdomen a Alan, que estaba acostado en su cama.

Tras recibir el disparo, gravemente herido, esperó más de cuarenta minutos por atención médica, hasta que llegó una ambulancia que lo trasladó al Hospital Pirovano, donde murió, a las 11 de la mañana.

Según el último informe del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) los efectivos “utilizaron golpes y spray pimienta y maniataron a los familiares”. En ese mismo procedimiento la policía detuvo al adolescente que buscaba, hermano de Alan, y también a su padre y otros dos hermanos por “resistencia a la autoridad”. Ellos preguntaban qué pasaba con Alan y los agentes les contestaban “está todo bien”.

“La negativa de los policías a informar a la familia sobre la gravedad de la situación impidió que la madre de Alan pudiera acompañarlo en los últimos momentos de su vida. El padre y los hermanos se enteraron de su muerte mientras se encontraban detenidos y esposados, dos de ellos en la División Homicidios de la Policía Federal y otros dos en la Comisaría 45”, dice el documento del organismo de derechos humanos.

Alan era estudiante y profesor de tango, no tenía antecedentes penales, militaba en el grupo Colectivo Militante y participaba del programa Jóvenes por Más y Mejor Trabajo en la Universidad de Buenos Aires. Iba a viajar a las Cataratas del  Iguazú con un amigo al día siguiente.  

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