Infojus Noticias

El juez federal Sergio Torres allanó hoy dos domicilios vinculados al agente Américo Alejandro Balbuena,  a partir de la denuncia que presentaron las organizaciones del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia por su infiltración en la Agencia de Noticias Rodolfo Walsh. Una de las casas que se allanaron es el actual hogar de Balbuena, que vive allí con una hermana, en el partido bonaerense de San Martin. El acusado estuvo presente mientras la policía inspeccionaba.

Una fuente judicial informó a Infojus Noticias que se trató de una casa de 40 años de antiguedad "bastante despojada de muebles". "Solo había ropa y libros", aclaró. No creen haber encontrado prueba documental fundamental para la causa.

Hace dos semana el portal de noticias perteneciente a la Red de Medios Alternativos denunció que un agente de inteligencia de la Policía Federal estuvo infiltrado en la organización durante diez años. Balbuena estaba encargado de llevar la “agenda política” de la agencia. El Ministerio de Seguridad lo pasó a disponibilidad el 5 de mayo y ordenó una investigación interna. Ayer, organizaciones de derechos humanos y partidos de izquierda hicieron una presentación ante la Justicia. La denuncia penal recayó en la Secretaría 23 del juzgado federal de Torres, que ordenó una serie de allanamientos.

A menos de un día de que fuera ratificada la denuncia por el impulso del fiscal Carlos Stornelli, ya se realizaron dos allanamientos. Ayer se inspeccionaron áreas vinculadas a Inteligencia y legajos del departamento de policía. Según fuentes allegadas al juzgado de Torres, se secuestró un legajo que acredita que Balbuena pertenecía a las fuerzas policiales. También computadoras que serán sometidas a pericias informáticas. 

La denuncia la presentaron los dirigentes del Partido Obrero Néstor Pitrola y Gabriel Solano; el ex presidente de la FUBA, Alejandro Lipcovich; y el Encuentro Memoria Verdad y Justicia, entre otros. Pidieron que se sepa a quién respondía Balbuena. Fuentes judiciales aseguraron a Infojus Noticias que se pudo avanzar positivamente en esa línea de investigación.

En la causa se investiga la presunta violación de la Ley de Inteligencia Nacional. Según el artículo 4 de esa ley, ningún organismo de inteligencia está facultado para influir en la situación institucional, política, militar, policial, social y económica del país, en su política exterior, en la vida interna de los partidos políticos legalmente constituidos, en la opinión pública, en personas, en medios de difusión o en asociaciones o agrupaciones legales de cualquier tipo.

Por otra parte, el reglamento de la Policía Federal prohíbe que sus agentes de Inteligencia realicen tareas en medios de comunicación, dentro de su ámbito de trabajo y también en su tiempo libre. El 3 de mayo la ministra de Seguridad, Nilda Garré, requirió un informe urgente al jefe de la Federal sobre las tareas que desempeñaba Balbuena. Y pidió a Asuntos Internos un sumario administrativo que investigue con profundidad la causa. Además del pase a disponibilidad del policía espía, el Ministerio de Seguridad separó al comisario Alejandro Sánchez, jefe de la División Análisis de la cual dependía la sección Reunión de Información, donde trabajaba Balbuena.
 
El agente infiltrado en la Agencia Walsh había entrado como periodista en 2002 y trabajaba con la agenda de actividades de los movimientos sociales, lo que le dio acceso cercano a sus dirigentes y militantes. La agencia considera que Balbuena “usó la agencia como trampolín para llegar a otras organizaciones”. 

Como responsable de la agenda política, el agente infiltrado tuvo relación con familiares de Cromañón, de Luciano Arruga, de víctimas de la Masacre de Avellaneda y de otras víctimas afectadas por la represión estatal. También con organizaciones como la FUA, La Alameda, Quebracho, Trabajadores del Subte, entre otras.

Balbuena había sido compañero de escuela del fundador de la Agencia Walsh, también llamado Rodolfo. Antes había sido corresponsal de la FM La Tribu.