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“A los que encubrieron: este es el momento y el lugar para que hablen, para que digan la verdad”, dijo Adriana Reisfeld, presidenta de Memoria Activa, dirigiéndose al ex presidente Carlos Menem, y otros12 ex funcionarios políticos, judiciales, policías y un dirigente de la comunidad judía. Todos ellos enfrentarán desde mañana un juicio, ante el Tribunal Oral Federal 2, acusados por desviar la investigación del atentado en la AMIA, en el que su hermana Noemí, falleció entre los escombros. Fue durante una conferencia de prensa organizada en el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).

“Inventaron una investigación en el atentado a la AMIA”, completó Diana Malamud, la secretaria de Memoria Activa. Ella perdió a su esposo, el arquitecto Andrés Malamud. “Con este invento se tapó todo, la conexión local y cuál fue la célula terrorista que nos quitó a nuestros familiares”, agregó Riesfeld. El dolor las unió hace 21 años en la búsqueda de justicia.

En la conferencia estuvieron acompañadas por el director ejecutivo del CELS, Gastón Chillier, y los abogados que las acompañan en la acusación, Alejandro Rúa y Rodrigo Borda. Rúa se sumó al equipo hace unas semanas, en su recorrido profesional cuenta el haber sido jefe de la Unidad Especial de Investigación del Atentado a la AMIA del Ministerio de Justicia, desde 2001. Un año antes el ministerio había presentado la denuncia por encubrimiento que ahora llega a juicio.

Malamud se ocupó de decir que de este juicio esperan “la verdad”. “Nos estafaron, nos mintieron, nos siguen mintiendo, los poderosos de la democracia han trabajado y siguen estando con total impunidad. Por suerte todos son ex”, dijo. Y aclaró que los encubridores, además dañaron la investigación que debía conducir a los responsables del atentado.

El cable

En la conferencia Rúa recordó que entre los documentos desclasificados  en 2003 –mientras se desarrollaba el  juicio por el atentado contra los policías acusados con pruebas falsas por el ataque–, se encontró uno por demás significativo. “Un cable donde el entonces embajador argentino en Israel le comunicaba al presidente Menem que con los rescatistas que ese país enviaba para colaborar en la búsqueda de sobrevivientes, venía un enviado de su gobierno”, contó.

El abogado vinculó ese documento con las declaraciones que dos días después del ataque, el 20 de julio de 1994, hizo el presidente Menem en el programa que conducía Bernardo Neustad; recordó que entonces el ex mandatario le atribuyó el ataque a Hezbollah y a través de ellos a Irán.

Sentado entre sus colegas, el periodista y presidente del CELS Horacio Verbitsky tercio sobre el punto. Explicó que, en ese cable, el embajador argentino aclaraba que, en ese momento, las negociaciones de paz entre Siria e Israel avanzaban, con acuerdo de Estados Unidos, pero generaban críticas internas entre los israelíes. “Un año después, el primer ministro israelí, Isacc Rabbin fue asesinado”, concluyó.

Lo que esperan del juicio

En otro momento de la conferencia, los periodistas preguntaron si el senador Menem va a estar en las audiencias del debate que comienza mañana, a las 9.30 en los tribunales de Comodoro Py. “Sería una vergüenza que no se presenten”, dijo Diana Malamud. “Este juicio puede llegar a ser histórico, porque la justicia tiene que investigarse a sí misma y también a los otros estamentos del Estado”. Remarcó que por eso, “más ojos mirando, este juicio es mejor”.

“Hemos oído hablar de ‘presuntos encubridores’”, empezó a decir. “No es así, acá hay encubridores”, remarcó, para sostenerlo recordó que así fue señalado en un fallo de la Corte y el informe de un veedor de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. “En este juicio esperamos saber qué pena le cabe por su responsabilidad, y que las condenas sean de cumplimiento efectivo”, concluyó. Rúa, fue tajante, “que se sepa la verdad va a ser su condena”, aseguró.

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