Estaba desaparecida desde el lunes. La última vez que la vieron llevaba puesto el uniforme del colegio Virgen del Valle. La encontró hoy un operario del CEAMSE de José León Suárez. La autopsia se hará esta noche, pero el primer dictamen forense señala que hubo signos de abuso sexual y estrangulamiento.
“Voy a comer y vuelvo”, les dijo el lunes Ángeles Rawson, de 16 años, a sus compañeras del colegio. Estaban en el barrio de Colegiales. La joven nunca regresó. Hoy a las 11.30 un operario que trabajaba en la planta del CEAMSE, en José León Suárez, encontró el cuerpo de una chica. Tenía un uniforme con el logo del colegio. Una fuente de la comisaría 31° le confirmó a Infojus Noticias que el cuerpo hallado era el de Ángeles. Según las primeras pericias, la adolescente fue violada y estrangulada.
Anoche efectivos de la Policía Federal allanaban el predio del CEAMSE de Colegiales. El lugar está a pocos metros de donde Ángeles fue vista con vida por última vez.
La última vez que la vieron, a las 10.30 de la mañana, Ángeles llevaba puesto el uniforme del colegio Virgen del Valle: pantalón y pullover verdes, zapatillas blancas. Como todos los lunes, Mumi –como le decían a la chica- fue a su clase de Educación Física en el predio del CEAMSE de Colegiales, en Concepción Arenal y Crámer.
Su familia y sus amigos estuvieron buscándola todo el día. Llamaron a hospitales y comisarías. La madre la llamó al celular. A las 21.49 el teléfono se apagó. Un rato más tarde, la mujer hizo la denuncia en la comisaría 31 de Palermo. La causa por la desaparición de la joven recayó en la fiscalía de Instrucción de Capital Federal a cargo de María Paula Asaro.
El martes por la mañana un grupo de operarios que trabajaba en el Ceamse encontraron el cadáver cuando descargaban un camión de residuos. “Creemos que el cuerpo fue arrojado en el predio del CEAMSE en Palermo y que fue trasladado por el camión de basura hasta José León Suárez”, explicaron. Por el hallazgo del cuerpo se abrió otra causa judicial, que quedó en manos de la justicia de San Martín.
A lo largo de la tarde del martes fueron surgiendo detalles sobre los últimos pasos de Ángeles y las condiciones en las que fue encontrado el cuerpo. El primer dictamen forense –preliminar- denota que hubo signos de abuso sexual y estrangulamiento. El cuerpo estaba semidesnudo, con una bolsa de basura en la cabeza. Tenía, además, una soga en el cuello y las piernas atadas. Son indicios compatibles, en principio, con un ataque sexual.
Además, se determinó el momento aproximado de la muerte: cuando fue hallado, el martes a las 11: 30 de la mañana, llevaba de 18 a 24 horas sin vida. Así que se estima que Ángeles murió entre las 12:30 y las 17 horas del lunes.
La vieron por última vez fue en Dorrego y Costa Rica. La clase de gimnasia no duró una hora, sino media: hasta las 9:30 de la mañana. A las 9.43 salió una llamada del celular de Ángeles a un banco, que duró 10 minutos. Se despidió de un grupo de amigas. Les dijo que iba a almorzar a su casa, en Ravignani entre Paraguay y Santa Fe. Ángeles nunca llegó a la casa ni después asistió al turno tarde en el colegio situado en Jorge Newbery al 2800.
En el caso ya trabajan en conjunto el fiscal de San Martín Héctor Scebba, con jurisdicción en el lugar del hallazgo, y la fiscal de instrucción porteña María Paula Asaro, que tenía la denuncia por la desaparición de la adolescente presentada anoche por la familia en la comisaría 31ra.
Una fuente de la justicia de San Martín explicó a Infojus Noticias que es muy probable que la causa –cuando se terminen los trámites de rigor- se unifique en un solo expediente. La competencia siempre la fija el lugar del hecho, pero hay excepciones. “Se fijará la competencia de acuerdo a las circunstancias, lo que favorezca más la investigación. Pero lo más seguro es que continúe investigándose en Capital”, agregó.
Asaro puso a trabajar en el caso a las policías Federal y Metropolitana. Esta mañana, antes de que apareciera el cadáver, hicieron un recorrido por la posible ruta que hizo ayer la chica al salir del CEAMSE. Para buscar testigos o cámaras de seguridad. La fiscalía de instrucción 35, a cargo de Asaro, entrevistó al padre de Ángeles y a algunas amigas. Y había iniciado la búsqueda de pistas en el mail o el Facebook de la chica.
Personas del entorno íntimo de Ángeles contaron a Infojus Noticias que era “una chica muy callada e introvertida”. Le gustaba el animé japonés y era fanática de la banda Linkin Park. Su madre se enteró de su muerte de la peor manera: cuando la noticia comenzó a asomar en los noticieros, le hicieron apagar el aparato hasta que no hubiera datos concretos. Finalmente, un familiar lo corroboró en el predio. La mujer empezó a preguntar. Algunos silencios le hicieron intuir lo que había pasado: empezó a insultar y gritar que la habían violado.