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El juez de instrucción porteño Javier Ríos dio por clausurada la investigación del crimen de la adolescente Angeles Rawson, hecho por el cual está preso el portero Jorge Mangeri, y pidió a las partes – a la querella, representada por el abogado Pablo Lanusse, y a la fiscal del caso, María Paula Asaro- que den su opinión en las próximas horas. Ríos entendió que no hay ninguna medida de prueba pendiente dentro del expediente y quiere elevar la causa a juicio a partir de febrero. Es decir: cree que no hay otra línea de investigación que la que procesa a Jorge Mangeri por el crimen de Rawson.

¿Por qué decidió terminar la investigación? El juez clausuró la investigación luego de que el 20 de diciembre pasado la Cámara del Crimen volviera a confirmar el procesamiento y la prisión preventiva de Mangeri, con la nueva calificación de "abuso sexual en grado de tentativa y femicidio agravado". El portero, preso en el penal de Ezeiza, enfrenta con esta figura una pena de prisión perpetua en caso de ser condenado en el juicio oral. Lo que también confirmaron los camaristas Mario Filozof, Ricardo Pinto y Julio Lucini es que el ataque sexual fue el móvil del crimen, tal como lo había plasmado Ríos en su procesamiento del 22 de noviembre.

¿Cuáles fueron las pruebas más contundentes para imputar a Mangeri como único homicida? La Cámara sostuvo que, de acuerdo a las conclusiones del Cuerpo Médico Forense, las lesiones paragenitales que presentaba la víctima en los muslos y la ingle son "compatibles con las del tipo defensivo, de producción contemporánea entre sí y compatibles con las observadas en las agresiones sexuales". Y agregó, en fallo unánime: "Los motivos expuestos permiten de manera plausible sostener, con apoyo en esta nueva prueba de cargo, que el imputado previo a dar muerte a Angeles Rawson a través de una asfixia mixta, intentó accederla carnalmente mediante violencia".

Tras las últimas audiencias de la Cámara, familiares de Ángeles cargaron las tintas sobre el portero. “Esperemos que se haga Justicia”, dijo María Elena Aduriz, madre de Ángeles Rawson, en su primera declaración pública desde el crimen de la adolescente. Arduriz dijo que las pruebas en contra de Mangeri, encargado del edificio de Ravignani 2360, “son muy contundentes" y pidió que el acusado “se haga responsable de sus actos". Desde el asesinato de su hija,  Arduriz -a quien en su entorno todos llaman Jimena- prefirió guardar silencio ante los medios de comunicación. "Compréndanla, la audiencia fue muy dura, tuvimos que escuchar detalles que nos hacen revivir mucho dolor", explicó en aquella ocasión Franklin Rawson, su ex marido y padre de la adolescente, en las escalinatas de los Tribunales calle Talcahuano.

Mangeri: único imputado

Angeles “Mumi” Rawson (16) desapareció el lunes 10 de junio cuando regresaba a su casa del barrio porteño de Palermo y al día siguiente, su cadáver fue hallado en el predio de la CEAMSE de la localidad bonaerense de José León Suárez.

Dada la presión mediática por el crimen porteño, fue allanado el departamento donde vivía la víctima. Se tomó declaración exprés a los vecinos y más por los medios que por la investigación judicial, la lupa fue puesta sobre el padrastro de Ángeles. Sin embargo, la causa dio un giro imprevisto y en cuestión de horas fue detenido Mangeri, quien se autoincriminó cuando declaraba como testigo ante la fiscal Asaro, aunque luego, en varias oportunidades, insistió en su inocencia. Desde ese momento, la justicia no tuvo dudas en que la mató el portero sin ningún tipo de complicidad. En este sentido, descartó el procesamiento de otras personas.

En una de sus últimas indagatorias, el imputado dijo: "Yo jamás, jamás abusé ni abusaría de nadie". Uno de sus abogados, Marcelo Biondi, sostuvo que "el crimen es de una manera y el juez la interpreta de otra". Y el otro defensor, Miguel Angel Pierri, dijo que hay contradicciones en la junta médica. Apuntó a que las pericias eran "invasivas" y "violaban la intimidad" de su cliente. Sin embargo, la justicia no les dio la razón.

Los estudios de ADN, además, determinaron que había perfil genético del portero debajo de tres uñas de la mano derecha de Angeles -con un 99,9 por ciento de precisión en el caso del dedo índice-, lo que sugiere que ella alcanzó a rasguñarlo en un intento de defensa.

Luego, la junta médica determinó que Angeles murió sofocada y estrangulada por su asesino en una maniobra que no duró más de cinco minutos y antes de que su cuerpo ingresara a la compactadora de basura.

Con todas esas pruebas, el juez Javier Ríos llevará al banquillo a Jorge Mangeri, confiando en que el tribunal que se formará en las próximas semanas le dará una sentencia ejemplar en uno de los casos más mediáticos de este año.