Jorge Mangeri enfrenta los cargos de “abuso sexual con acceso carnal en grado de tentativa” y “femicidio agravado” por el crimen de la adolescente Ángeles Rawson el 15 de junio de 2013. El juicio comienza a 20 meses del hecho. Tendrá 200 testigos.
La madrugada en que el portero Jorge Mangeri confesó el crimen de Ángeles Rawson, llegó a la Fiscalía 35 disfrazado de policía. A las 05.50 dijo: “Fui yo. Soy el responsable de lo de Ravignani 3600”. Desde aquel 15 de junio de 2013 han pasado 20 meses. Hoy comenzará el juicio oral contra el portero.
La primera audiencia está citada para las nueve de la mañana en el Tribunal Oral de lo Criminal Nº 9. La defensa a cargo del penalista Adrián Tenca había interpuesto la semana pasada una recusación por “parcialidad manifiesta”, rechazada en el mismo Tribunal por los jueces Fernando Ramírez, Ana Dieta de Herrero y Jorge Gettas, y confirmada por el Tribunal Oral de lo Criminal Nº 6 que resolvió: “Carece de fundamentación. Parece más bien una maniobra dilatoria destinada a evitar el inicio del debate”.
El portero Jorge Mangeri enfrentará cargos de “abuso sexual con acceso carnal en grado de tentativa” y “femicidio agravado”. En caso de hallarse culpable recibirá la cadena perpetua. Mangeri trabajó durante 10 años como portero del edificio ubicado en Ravignani 3600 y conocía a Ángeles Rawson desde los seis años de edad. El 11 de junio de 2013 a las 11:30, la joven de 16 fue encontrada semidesnuda en el predio de la CEAMSE de José León Suárez con las piernas atadas, una soga en el cuello y una bolsa de basura en la cabeza.
“Voy a comer y vuelvo” fue lo último que le escucharon decir sus compañeras de clase de Gimnasia la mañana del 10 de junio en Dorrego y Costa Rica. Una cámara de seguridad muestra a Ángeles a las 9:40 despidiéndose de sus amigas y otra la toma a las 9:50 a tres cuadras de su casa, sobre Ravignani 3300. En ambas vestía el uniforme del colegio Virgen del Valle con el que fue encontrada 26 horas después en el basurero.
Ángeles “mumi” Rawson, como la llamaba cariñosamente su familia, era introvertida. Le gustaban el anime japonés y la banda Linkin Park. En sus uñas quedó el último gesto defensivo. Los peritos encontraron rastros de ADN bajo las uñas de los dedos índice, mayor y anular que, en el índice, coinciden en un 99.9% con los de Jorge Mangeri.
El caso se convirtió en un boom mediático, que incluyó la trasmisión casi en cadena y continuada de los canales de noticias, hipótesis y rumores que involucraban a la familia de la víctima, una de ellas sostenida por una testigo acusada de falso testimonio que llegó a la causa de la mano de un periodista de televisión.
El juicio
El 1 de abril de 2014, el juez de instrucción Javier Ríos elevó la causa a juicio por “abuso sexual con acceso carnal en grado de tentativa agravado y femicidio agravado” con Mangeri como único imputado.
Su primer abogado, Miguel Ángel Pierri, renunció el 25 de septiembre, tres meses después de asumir la defensa. Seis meses después renunció el segundo defensor, Marcelo Biondi, socio de Pierri. Desde entonces, el 6 de enero de 2014, Adrián Tenca asumió la defensa basándose en la misma estrategia: cuestionar los estudios genéticos que comprobaron muestras de ADN de su acusado bajo las uñas de la víctima y rebatir el proceso de instrucción de la causa, particularmente la madrugada del 15 de junio en que Mangeri llegó como testigo ante la fiscal Paula Asaro y terminó preso.
Mangeri, de 47 años, está recluido en el Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza desde el 19 de junio, días antes de que el juez de instrucción Javier Ríos lo acusara en principio de “homicidio agravado por alevosía” y le trabara un embargo por un millón de pesos. Permanece en un pabellón de conducta junto a otros internos cuyas causas tienen alta trascendencia. Cumple tareas de limpieza y se dedica a terminar el secundario.
Según el informe de la sala IV de la Cámara del Crimen del 20 de diciembre de 2013, “el imputado previo a dar muerte a Ángeles Rawson a través de una asfixia mixta, intentó accederla carnalmente mediante violencia". El informe se fundamentó en las conclusiones del Cuerpo Médico Forense que confirmaban compatibilidad entre las lesiones paragenitales de la víctima en los muslos y la ingle “con las del tipo defensivo, de producción contemporánea entre sí y con las observadas en las agresiones sexuales”.
Estas conclusiones fueron revalidadas en la descripción escrita por los fiscales de instrucción Paula Asaro y Fernando Fiszer el 21 de enero de 2014, quienes además concluyeron que la “libertad sexual de Ángeles Rawson fue lesionada” y describieron su hipótesis del crimen. Cuando Ángeles regresaba de su clase de gimnasia, Mangeri "consiguió que lo acompañase a otro sector del inmueble, donde la atacó violentamente con fines de sometimiento sexual". Ante su “tenaz resistencia”, que incluyó los arañazos con que rastrilló el ADN de la piel de Mangeri, la víctima sufrió "varias equimosis en el dorso de las manos, fractura de la clavícula derecha, tres costillas y apófisis espinosa de la vértebra dorsal".
Entonces Mangeri “le comprimió manualmente el cuello y la sofocó, obstruyéndole también manualmente, los orificios nasales y la boca, con lo que provocó la muerte de la adolescente, que tuvo lugar entre las 10.00 y las 17.00 hs. Le colocó una bolsa de nylon de color verde, con la inscripción `Día%` en la cabeza, una soga con varios nudos alrededor del cuello y la introdujo dentro de una bolsa de residuos”.
Enseguida, “con el objeto de ocultar lo ocurrido, la hizo ingresar en el circuito de recolección y procesamiento de residuos del CEAMSE". Por esa razón la fiscalía pidió elevar la causa a juicio oral e investigar a Mangeri por abuso sexual seguido de muerte, criminis causae: Asesinar para ocultar otro delito.
Hoy, en la primera jornada del juicio oral, se realizarán los planteamientos preliminares de las partes y se leerán piezas de la causa. Franklin Rawson y Jimena Mery Aduriz serán representados como querellantes por el abogado Pablo Lanusse. La defensa estará a cargo del penalista Adrián Tenca, famoso por defender a Sergio Shocklender, Fabián Tablado y al conductor Marcelo Teto Medina. Y la fiscalía por Julio César Castro, con trayectoria en investigaciones de la Unidad Fiscal sobre Delitos contra la Integridad Sexual,L y Fernando Fiszer quien coadyuvó en la instrucción de la causa.
Dado que pasarán más de 200 testigos y que las audiencias serán solo los miércoles y uno de cada dos viernes, no se prevé una sentencia en el mediano plazo.
Los padres
Los padres de Ángeles, que habían preferido mantenerse al margen de las declaraciones mediáticas rompieron su mutismo a mediados de septiembre de 2013 cuando Franklin Rawson, padre biológico, dijo que Ángeles "luchó por su dignidad y eso le costó la vida, lo menos que se merece es justicia". Unos días antes, su padrastro, Sergio Opatowski declaró rodeado de periodistas en las escalinatas de Tribunales que “Mangeri es un psicópata”.
La madre de Ángeles, Jimena Aduriz publicó un poema en su página de Facebook y en la de Madres del Dolor a un año del crimen. Comenzaba con una frase corta, “el cielo hoy sabe” y seguía con una larga “La cantidad de lágrimas que tengo guardadas de aquí a nuestra eternidad”.
Cuatro meses después publicó un mensaje en Facebook recordando la camaradería que caracterizó su relación con Ángeles. “Complicidad, charlas a escondidas, miradas que lo decían todo”. Y en la penúltima línea decía una frase que fue titular de varios medios al día siguiente: “Una madre no debería hablar en pasado de su hija”.