Hoy será el turno del abogado de la familia de la adolescente, Pablo Lanusse. La semana próxima lo hará la fiscalía y esta etapa terminará con la exposición del abogado del único acusado Jorge Mangeri.
El juicio por el femicidio de Ángeles Rawson, en 2013, entre en su etapa final. Jorge Mangeri, el portero del edificio donde vivía la adolescente, es el único acusado. El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) Nº 9 dispuso que cada parte haga los alegatos en semanas consecutivas. Hoy es el turno de la querella en manos del abogado de la familia, Pablo Lanusse.
La semana que viene será el turno de la fiscalía, a cargo de Fernando Fiszer y Sandro Abraldes, y la siguiente semana alegará antes los jueces Fernando Ramírez, Ana Dieta de Herrero y Jorge Gettas, Adrían Tenca, abogado de Mangeri.
Durante el juicio Lanusse hizo preguntas a todos los testigos teniendo en cuenta una de las principales pruebas que hay en la causa: las pericias a tres uñas de la menor que coincidieron con el perfil genético del principal acusado. Además insistió en la mecánica de defensa que esas pruebas significan.
Daniel Corach, director del Servicio de Huellas Digitales Genéticas (SHGD) de la Universidad de Buenos Aires (UBA), lugar donde se hicieron esas pericias, fue claro en ese sentido. Tras desechar las posibilidades de contaminación de las muestras, principal argumento de la defensa del portero en manos de Adrián Tenca, “en un caso material nos permitió detectar un perfil mezclado que nos dejó hacer un análisis estadístico”. Se refirió al “material del imputado en la muestra M 2”, es decir, la que se extrajo del dedo índice del cuerpo de la adolescente y que coincide con el perfil de Mangeri. Sobre las otras dos muestras, del dedo mayor y el anular de la misma mano, donde también había resultados positivos, Corach explicó que “aunque la cantidad no era suficiente reforzaba lo dicho en la muestra M2”.
Tenca, por su parte intentó demostrar una supuesta contaminación de las muestras durante el debate como consecuencia de presuntos errores de los peritos que las hicieron. A ello, le sumó las supuestas amenazas que recibió el portero con el argumento de las lesiones que presentó el día que confesó el crimen.
Durante el juicio varios peritos médicos que lo revisaron dieron a entender que las heridas que presentaba el portero podrían haber sido heridas enmascaradas con otras heridas. Durante el juicio se agregó un acta del Servicio Penitenciario Federal (SPF) donde consta que el propio detenido reconoció al ingresar a la Unidad 28 que las lesiones que tenía en su cuerpo eran autoprovocadas.
"Las lesiones que tengo me las produje yo en la vía pública con un encendedor", dice con letra de imprenta manuscrita el acta que lleva la firma del propio Mangeri. El jefe de turno de esa unidad y que recibió el acta del portero, Alejandro Murdoch, en su testimonio en el juicio sostuvo que aquel día Mangeri lloraba y repetía “fue un accidente”.
Los fiscales Fiszer y Abraldes le imputan al portero “abuso sexual seguido de muerte”, señalando los aspectos de la violencia contra la mujer en el hecho. Como una broma de mal gusto el mismo día que miles de personas asistían a la marcha por el #Niunamenos, declaró en el juicio Adolfo Méndez, perito de la defensa al inicio de la causa y hasta la primera junta médica, que firmó un informe donde sostuvo que las lesiones de la joven podrían ser producto de “transacciones sadomasoquistas”. “Era una hipótesis, mi deber como perito es ampliar las posibilidades” le contestó al fiscal cuando este le preguntó en la audiencia.
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