La agencia de recaudación detectó construcciones que nunca fueron declaradas al catastro. Sus propietarios evadieron alrededor de 100 millones de pesos de Impuesto Inmobiliario, pero ahora serán intimados a pagar. Arba encontró las construcciones utilizando tecnología satelital.
La Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires (ARBA) intimará a los dueños de más de 100 mil propiedades. Los lotes estaban registrados ante el fisco como terrenos baldíos y pagaban impuestos irrisorios. Es el resultado del trabajo de los inspectores durante todo el 2013. Para dar con las propiedades, utilizaron tecnología satelital y realizaron controles presenciales.
Los dueños de las 101.866 casas acumularon una deuda aproximada de 100 millones de pesos en concepto de Impuesto Inmobiliario, según indicó el titular de Arba, Iván Budassi. En total, superaban los 10 millones de metros cuadrados construidos y nunca declarados al catastro provincial. Budassi destacó que a través de las intimaciones "buscamos que los dueños de casas en situación irregular se pongan al día y declaren la verdad".
El titular de la agencia de recaudación advirtió que "si los dueños de estas propiedades no acatan la intimación y regularizan su situación catastral, la Agencia de Recaudación incorporará de oficio la superficie detectada, fijará la valuación fiscal y establecerá el impuesto a pagar, teniendo en cuenta la retroactividad correspondiente a la fecha estimada de construcción", advirtió el funcionario. La agencia de recaudación estimó que una vez incorporadas las nuevas valuaciones, los propietarios deberán pagar un monto global de 50 millones de pesos anuales.
Cuando una vivienda que está siendo construida ya tiene cerramientos y se encuentra en condiciones de que se le conecten los servicios, debe ser registrada ante el fisco. "Se trata de un trámite muy sencillo para los contribuyentes, ya que se realiza por internet desde la web de la Agencia de Recaudación", explicó Budassi.
La red fiscalizadora de Arba cuenta con herramientas cada vez más sofisticadas. A los controles presenciales se sumó la tecnología satelital que escanea la superficie y permite visualizar las construcciones no declaradas y calcular sus dimensiones. Recientemente, Arba sumó un “drone” a sus equipamientos: se trata de un avión no tripulado que también se aboca a la detección de contribuyentes que no declaran sus construcciones, remodelaciones y piletas.