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La presidenta Cristina Fernández de Kirchner consideró como "una mentira que la Argentina no esté dispuesta a negociar" con los fondos buitre, al pronunciar un discurso durante la inauguración de la planta que la empresa japonesa de motos Yamaha instaló en la localidad bonaerense de General Rodríguez.

"En 2005, negociamos el canje de la deuda con un ministro que hoy está en un partido de la oposición y él puede dar fe de todas reuniones que tuvimos", recordó la Presidenta.Y apuntó: "Tanto negociamos, que, en 2005, logramos una aceptación del 76 por ciento de los deudores al canje que les propusimos, y en 2010, un 92.4 por ciento. Negociamos dos años con Repsol por YPF y con el Club de París. Tenemos voluntad de diálogo". La Presidenta remarcó que no firmará "nada que comprometa al futuro del país" y aseguró que "el Gobierno siempre estará dispuesto a dar la cara".

La presidenta advirtió además sobre la política de esos grupos, que tienen como estrategia de fondo cobrar sus deudas con “recursos naturales”, y cuestionó a los economistas que alertan sobre la supuesta restricción del acceso al financiamiento externo si Argentina “no hace lo que quieren” los litigantes. “¿Y cuándo tuvimos acceso al financiamiento internacional desde 2003 hasta ahora? En los noventa entraban dólares y cómo no iban a entrar si tenían una tasa de retorno del 15 o 20 por ciento contra una tasa del uno y medio o dos por ciento en el resto del mundo”, señaló.

“Cuando se venía el mundo abajo, ellos, los economistas que hablan en todos los medios, no nos avisaron. Y no nos avisaron porque ellos también son parte del sistema que ayudó a que los argentinos nos viniéramos abajo”, dijo la jefa de Estado y agregó: “Y hoy quieren asustar a los argentinos diciendo que si no haceos lo que dicen los fondos buitre no vamos a tener acceso al financiamiento internacional”.

Las criticas incluyeron, sin nombrarlos, a los distintos economistas que cuestionan la marcha de las negociaciones y la posición argentina. Entre ellos, figura el economista Claudio Loser, que trabajó en el Fondo Monetario Internacional y ahora elabora informes para el Grupo de Tareas Estadounidense (ATFA, por sus siglas en inglés), que sirven para elaborar las solicitadas contra la Argentina.

“En lo que no podemos dejar de estar de acuerdo es en que no podemos volver para atrás, al infierno de la deuda externa. No nos podemos dejar arrebatar el presente y mucho menos el futuro. Vamos a seguir hablando, vamos a ir cuantas veces sea necesario a donde tengamos que ir pero con nuestras razones, que no son capricho”, subrayó.

Cristina también se refirió a la cláusula RUFO (Rights Upon Future Offers o "derechos sobre futuras ofertas") al destacar que forma parte del acuerdo alcanzado con el 92,4 por ciento los bonistas que ingresaron al canje de deuda y que constituyó una "cláusula de incentivo para que entre la mayor cantidad de gente".

Según explicó, la cláusula determina que "si uno firmó y acordó en el 2005, la Argentina después no puede pagarle a otro tenedor mejor o más de lo que le pagó en el 2005".  Aclaró que si la cláusula se activa "se cae todo lo acordado" y que ante la insistencia de los fondos buitre, que sostienen que un acuerdo voluntario no afectaría esa norma, el gobierno nacional propuso que los litigantes se hagan cargo de establecer "un seguro contra la cláusula RUFO".

“Si no aplica, la prima les va a salir muy barata", dijo y subrayó que no hubo "ni una sola respuesta, absolutamente silencio", ante la solicitud llevada al mediador Pollack.Además, Cristina reiteró que el país "no va a entrar en default" pese al juicio de los fondos buitre en la justicia estadounidense, y enfatizó que "en default entran los que no pagan y Argentina pagó" en tiempo y forma a los bonistas de la deuda reestructurada. Por eso, ironizó: "Van a tener que inventar un nombre nuevo" que se refiera a "un deudor que pagó y que alguien bloqueó".

"Los países emergentes del mundo tuvimos que soportar la crisis de los países desarrollados que todavía no la superaron y nos quieren tirar el muerto a las economías emergentes", agregó la jefa de Estado y destacó los acuerdos con la República Popular China porque "ante un momento de ataque especulativo financiero podemos contar con 11.000 millones de dólares de China para nuestras reservas y de esta manera contrarrestar estos ataques monetarios".