Por qué el país estuvo a punto de perder las dos órbitas asignadas por la Unión Internacional de Telecomunicaciones. El rol de Néstor Kirchner y de las empresas. De la privatización del espacio radioeléctrico (en 1990) a la creación del Programa Espacial Argentino (2006).
Con el satélite nacional Arsat - 1 en el espacio, Argentina se ubicó ayer en el grupo de ocho naciones con capacidad de producir satélites (Estados Unidos, Rusia, China, Japón, Israel, India y la Unión Europea). Pero la historia del primer satélite geoestacionario latinoamericano de telecomunicaciones - brindará servicios de televisión directa al hogar, acceso a Internet con recepción en antenas Vsat y telefonía IP a todo el territorio nacional, incluídas las comunidades más aisladas; países limítrofes, la Antártida y las islas Malvinas- comenzó a escribirse en 2004. Fue cuando el entonces presidente Néstor Kirchner advirtió: el espacio radioeléctrico había sido privatizado. Argentina corría el riesgo de perder las órbitas que le correspondían.
"Disponemos de dos órbitas, pero iban a ser perdidas porque la empresa se había privatizado y no pensaba renovar el satélite, cuya vida útil acababa", recordó minutos antes del lanzamiento, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. "Néstor tomó la decisión de conservar la soberanía de estas dos órbitas".
Desde 1990 la operación de esas órbitas había estado en manos de la empresa Nahuelsat (una sociedad transitoria de diversas empresas). “Tuvo como único satélite lanzado a Nahuel 1 A”, explicó a Infojus Noticias una fuente vinculada al sector. “La operación de Nahuelsat y los proyectos estuvieron plagados de fracasos, por lo que la posición orbital fue transferida a SES World Skie, para seguir prestando servicios para Argentina”, dijo la misma fuente. En 2006, el ex presidente decidió la creación de la empresa Arsat y el lanzamiento del Programa Espacial Argentino. "Parecía cosa de locos en aquellos días", recordó anoche la mandataria.
Dos órbitas para Argentina
Las dos órbitas argentinas fueron asignadas por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), organismo especializado de las Naciones Unidas para las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Fundada en 1865, en 1947 pasó a depender de la ONU y está integrada por 193 Estados y más de 700 entidades del sector privado. Las dos posiciones orbitales otorgadas por la UIT a la Argentina para colocar satélites geoestacionarios son la 71,8º y la 81º.
Para conservar sus órbitas la Argentina debió alquilar satélites hasta lograr el suyo propio. La primera la ocupó un satélite alquilado, el AMC-6, operado por SES. Ahora, es la que utiliza el Arsat-1. La segunda sigue ocupada por los satélites alquilados AMC-2 y IS603, pero será destinada al Arsat-2, que construye INVAP. Se estima saldrá al espacio a mediados del año próximo.
"Acá estamos en el año 2014. Primer satélite geoestacionario en materia de telecomunicaciones. Abarcará toda la Argentina, también parte de Uruguay, Paraguay y Chile", destacó la Presidenta y detalló que la construcción del satélite demandó una inversión de 1.200 millones de pesos.