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Quedan pocos días para que la pelota empiece a rodar en el Mundial. Por eso, mañana salen con rumbo a Brasil nueve efectivos de la Policía Federal que participarán del operativo de seguridad más importante de la historia de los Mundiales. El foco de atención para los argentinos estará en Porto Alegre: ahí recalarán los hinchas más cuestionados.

En Sudáfrica 2010, apenas bajaron del avión en el aeropuerto O. R. Tambo, de Johanesburgo, diez de los setenta barras argentinos que viajaban para alentar a la Selección, sacaron pasaje de vuelta. Obligados. Las autoridades sudafricanas, valiéndose de la información entregada por Argentina, impidieron su ingreso al país y los deportaron.

Un par de días después, tras volar casi 30 horas, Pablo "Bebote" Álvarez, líder de la barra de Independiente y su par de Rosario Central, Andrés “Pillín” Bracamonte, acompañados de los otros ocho barras llegaron a Ezeiza. Los esperaba la prensa; y también la hinchada de Boca: “Bebote ida y vuelta”, “Bebote vigilante”, “Comprate un plasma y mirarlo por TV” e “Hinchadas Unidas Argentinas una vergüenza”, eran algunas de las leyendas de los carteles firmados por La 12. En el grupo, también iba Sergio "Flay" Roldán –entonces jefe de la barra de San Martín de Tucumán– que no llegó a salir de Ezeiza. La Policía de Seguridad Aeroportuaria lo detuvo por violar la libertad condicional.

En Sudáfrica 2010, Pablo Paladino a cargo de la Subsecretaría de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos (Subsef), dijo que las deportaciones fueron "una decisión de las autoridades sudafricanas, que hacen un seguimiento de los barras bravas a partir de unos 700 datos de hinchas que le trasladamos". Este año, para el Mundial de Brasil, el Ministerio de Seguridad, envió el listado de “personas que por sus antecedentes de violencia en eventos deportivos tiene la entrada prohibida en los estadios de Argentina”. Esa nómina, se usa para los campeonatos de la Asociación de Fútbol Argentino, tiene más de 2500 nombres y fue confeccionada con datos de los Clubes de primera división y ascenso de todas las provincias.

“Cómo van a operar las autoridades de Brasil con ese listado, no lo sabemos”, expresaron desde el Ministerio y además, aclararon que aquellas personas que quieran viajar a Brasil y que no tengan restricciones judiciales para salir del país, podrán hacerlo.

Un parque de entradas para el Mundial llegó a la Aduana. Inmediatamente se informó de esto al Ministerio de Seguridad que intervino y detectó que se trata de pases destinados a sponsors. Los mismos están sin nombre, 24 horas antes del partido, el portador deberá registrar vía web sus datos para poder ingresar al estadio. “Le hemos advertido a los Clubes que si alguna de estas entradas terminan en manos de barras habrá sanciones”, dijo a Infojus Noticias  una fuente del Ministerio de Seguridad.

La visita de hinchas violentos preocupa a las autoridades brasileras. Además de los pedidos a Argentina, también se contactaron con Alemania, Estados Unidos e Inglaterra para avanzar en la prevención de incidentes.

Los ojos en Porto Alegre

El martes, seis integrantes de Hinchadas Unidas Argentinas (HUA) increparon a José Lemme, tesorero de AFA y presidente de Defensa y Justicia, después de haberle reclamado, tres veces, entradas para los partidos del Mundial. Esto se dio mientras unos 150 miembros de la misma agrupación se manifestaban en la puerta de AFA.   Ante la negativa del dirigente, lo empujaron y tuvo que intervenir la policía.

Ayer, HUA, en conferencia de prensa en el estudio de la abogada Débora Hambo, anunció su disolución. Y también que, al menos unos 150 viajarán al Mundial. Dijeron que no tienen entradas para ver a la Selección en los partidos de primera ronda porque “las que había se las dieron a los equipos grandes para calmar internas”.

Este grupo de barras llegará a Porto Alegre y se hospedarán en un camping. Es en esta misma sede donde Argentina tendrá dos efectivos para colaborar con los policías del lugar.

El operativo o mais grande do mundo

El dispositivo de seguridad previsto para el Mundial Brasil 2014 es el más importante de la historia de las Copas del Mundo: 170 mil agentes en doce sedes, con un costo estimado de 870 millones de dólares. Respecto al Mundial Sudáfrica 2010, habrá un incremento del 22 por ciento en recursos humanos.

Argentina tiene un mecanismo de cooperación en seguridad con Brasil firmado en 2012 por la entonces ministra de Seguridad, Nilda Garré. Ese es el marco jurídico por el cual se podrá enviar efectivos para que se sumen en apoyo al dispositivo previsto para la Copa del Mundo. Fuentes oficiales del Ministerio de Seguridad, confirmaron que nueve policías especializados en mega espectáculos deportivos viajarán mañana a Brasil para este fin. Esto es común a todas las selecciones que participan en el Mundial. La diferencia es que, mientras todos envían siete efectivos –cuatro para instalarse en el Centro de Cooperación Policial Internacional de Brasilia y tres que se moverán a las ciudades donde juegue su selección– Argentina sumará dos efectivos más, destinados a Porto Alegre, donde se presume habrá una gran cantidad de hinchas argentinos. La misma fuente aclaró que los efectivos cumplirán tareas de apoyo y supervisión ya que por temas jurisdiccionales no pueden actuar en términos prácticos.

Además de los uniformados, un grupo de funcionarios del Ministerio viajarán para presenciar los “partidos críticos” y colaborar con la supervisión de la seguridad.