Cristian Valle fue detenido ayer por orden de la jueza Zunilda Nieremperger, en el marco de una causa por lavado que se desprende de Carbón Blanco, en la que está siendo juzgado, su cuñado, el abogado Carlos Salvatore, junto a otros cuatro miembros de la banda por traficar casi una tonelada de cocaína a Europa en 2012 encubiertos en bolsas de carbón vegetal.
El psicólogo Cristian Edgardo Valles estuvo prófugo tres meses y medio. La Policía de Seguridad Aeroportuaria lo detuvo anteayer a unas pocas cuadras de su casa, en el barrio porteño de Belgrano. Lo acusan de formar parte de una organización que habría lavado 1600 millones de pesos provenientes del narcotráfico. El líder de la banda sería su cuñado, el empresario y abogado Carlos Salvatore, que está siendo juzgado por el envío de una tonelada de cocaína a Europa. “El martes se le va a recibir indagatoria a Valles”, explicó a Infojus Noticias la jueza Zunilda Niremperger, a cargo de la causa.
“Lo venían siguiendo hace un tiempo”, explicó una fuente judicial. Después de pasar la noche en el penal de Ezeiza, Valles fue trasladado a Presidencia Roque Sáenz Peña, Chaco. En el Juzgado a cargo de Niremperger tramita el expediente por lavado, en el que hay siete procesados y embargos por 1600 millones. Es un desprendimiento de la causa Carbón Blanco, en la que están siendo juzgados su cuñado Salvatore y otros cuatro miembros de la banda.
Esta mañana, la jueza citó al psicólogo en su despacho y le informó que está acusado de formar parte de una organización dedicada a blanquear dinero proveniente del narcotráfico. La Policía de Seguridad Aeroportuaria lo buscaba desde el 17 de marzo pasado. Ese día 125 oficiales preventivos y 109 de investigaciones complejas hicieron 39 allanamientos en Capital Federal, provincia de Buenos Aires, Santa Fe y Santiago del Estero. En esos allanamientos detuvieron a su hermana Silvia –esposa de Salvatore- y su padre
Los investigadores creen que Valles manejaba algunas de las empresas fantasma de su cuñado. “Salvatore tenía un poderoso entramado económico, conformado por 50 empresas, bienes muebles de lujo, inmuebles en cinco provincias, principalmente en la Costa, e inversiones en proyectos cinematográficos. Todo eso para lavar el dinero”, explicó a Infojus Noticias Carlos Gonella, titular de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac).
“Cristian Valles es mi cuñado, trabajó muy poco tiempo en KA&SO (un restaurante de Puerto Madero) durante 5 o 6 meses como encargado. No tuvo ningún trato comercial, ni empresarial, ni compró ni vendió absolutamente nada”, explicó Salvatore en su declaración indagatoria. “Creo que fue apoderado por un plazo muy corto, menos de un año y medio, entre el 2005, 2006, de Casilugi (compra-venta de inmuebles, urbanizaciones y loteos) y Fuerte Plan (una empresa uruguaya dedicada al mismo rubro), es psicólogo recibido y se dedica a eso. Creo que la única propiedad que tiene es su PH (su casa) y ni auto. Vive con sus hijos y su mujer”, agregó.
Valles quedó alojado en el penal de Roque Sáenz Peña. Si bien todavía no designó a su abogado, extraoficialmente trascendió que lo defenderá Luis Sasso, que representa a Salvatore en el juicio por el envío de cocaína a España.
Según sostienen la Procelac y la Unidad de Investigación Financiera (UIF) -el organismo liderado por José Sbatella que es querellante en la causa- la estructura de lavado data al menos de 2005. Ese año, Salvatore habría comenzado a enviar cocaína a Europa en cargamentos de Carbón Vegetal. Los investigadores calculan que llegó a exportar unas 10 toneladas. Cada kilo, que en Argentina tiene un precio de aproximadamente 4 mil dólares, en el viejo continente vale entre 50 mil y 80 mil euros, detallaron fuentes judiciales.
Con el paso de los años la estructura empresarial se fue perfeccionando. “Hacia el 2010 ya poseía participaciones en el rubro inmobiliario, construcción, audiovisual y gastronómico, entre sus inversiones más significativas”, detalla un informe de la Procelac que consta en el expediente.
El juicio
El 3 de julio se reanudará el juicio contra Salvatore y otros cuatro acusados por el envío de casi una tonelada de cocaína al puerto de Lisboa, Portugal. El debate se suspendió el 18 de junio pasado porque el presidente del tribunal, Rubén David Quiñones, pidió licencia por padecer neumopatía. Dos días antes los fiscales federales Carlos Amed y Federico Carniel habían presentado una denuncia por una amenaza anónima que apareció en el parabrisas del auto de Amed. “Mal momento elegiste para volver vos y tu amigo Carniel. No la van a pasar nada bien. Los estamos observando, escuchando. Sabemos todo. Ojo. Zurdos de porquería”, decía el mensaje.
Según sostuvo el fiscal general Federico Carniel en el requerimiento de elevación a juicio, Salvatore era “el jefe máximo” del “engranaje criminal” que envió al menos tres embarques de cocaína a Portugal. El abogado y empresario habría financiado y coordinado la operación: en la planta Carbón Vegetal del Litoral SRL de Quitilipi, Chaco, empaquetaban la droga en bolsas de carbón; los containers eran trasladados hasta el Puerto de Buenos Aires, donde eran embarcados.
Según los investigadores, el encargado de coordinar la entrega de la droga en Europa era el empresario futbolístico Patricio Gorosito, presunto socio de Salvatore y otro de los cinco acusados que están siendo juzgados. Desde su casa en Barcelona (España) supuestamente monitoreaba al grupo de rosarinos que recibía los cargamentos en el puerto de Lisboa (Portugal).
Los otros tres acusados son Rubén Esquivel, encargado de la planta donde camuflaban la cocaína en bolsas de carbón; el chaqueño Juan Carlos Parga, gerente de producción de la empresa, y Héctor Roberto, de 63 años, hombre de confianza de Gorosito, sospechado de llevar el dinero de la organización desde Buenos Aires a Chaco.
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