Fernando Carrera estuvo preso siete años y medio por un crimen que no cometió. La sentencia era de 30 años. La Corte Suprema pidió que se revisara la causa. Mañana es la audiencia que podría resultar en su absolución.
La Masacre de Pompeya tuvo un único imputado: Fernando Carrera, conductor del auto que en 2005 atropelló a tres personas luego de un confuso tiroteo con la policía. Aquel día Carrera recibió nueve disparos. Sobrevivió y en 2007 lo condenaron a treinta años de prisión. El fallo fue ratificado en 2010 por la Cámara de Casación. El año pasado, la Corte Suprema pidió que se reviera el caso y Carrera Salió en libertad. Mañana se realizará la primera audiencia en Casación.
La abogada defensora Rocío Rodríguez López le adelantó a Infojus que se presentarán de nuevo los argumentos y se pedirá la absolución de Carrera. La Cámara tiene veinte días hábiles para resolver la solicitud.
“La Corte Suprema dio lineamientos muy claros. Si bien no es imposible jurídicamente que Fernando vuelva a quedar detenido, creemos que hay elementos suficientes para lograr su absolución”.
En enero de 2005 un hombre llegó a Pompeya, a lo de un pariente, después de cambiar dólares en Morón. Dos hombres lo esperaban en la puerta de la casa y le robaron 750 pesos. La víctima del robo los persiguió. Los ladrones escaparon en un Peugeot 205 blanco. Unas cuadras después, el hombre los perdió y dio aviso a la policía. Agentes de civil que se movían en un auto con pedido de captura retomaron la persecución. Dispararon veinte veces. El auto que manejaba Carrera era del mismo modelo y del mismo color que el de los ladrones. Estaba su nombre y en regla. Fernando, que no tiene antecedentes penales, fue herido por los policías y quedó inconsciente. No pudo controlar el Peugeot y avanzó tres cuadras sin control de contramano por la avenida Sáenz hasta atropellar y matar a tres personas. Lo trasladaron al Hospital Penna y quedó detenido.
Según el criterio del máximo tribunal, la Sala III “no efectuó una revisión integral, exhaustiva y amplia del fallo condenatorio. Tampoco trató de modo suficiente y acabado los argumentos planteados por la defensa”. Por eso decidió que en esa instancia se debería revisar de nuevo el caso. El TOC N° 14 concedió de inmediato la libertad a Carrera, detenido durante siete años.
Entre los elementos que los tribunales inferiores no evaluaron a la hora de dictar y ratificar la sentencia se encuentran que no se tomó en cuenta a los testigos que negaron ver a Fernando disparar contra la policía, los testigos que no escucharon ninguna sirena policial, la víctima del robo que no reconoció a Fernando como uno de los asaltantes, las armas que el testigo reconoció en el asalto no eran las mismas que se encontraron después, en el Peugeot de Fernando. Además, un perito del Cuerpo Médico Forense y un médico de parte declararon frente al tribunal que era posible conducir un auto en estado de inconciencia.
El único elemento para relacionar a Fernando Carrera con el asalto era el auto. Fue liberado el 5 de junio del 2012, después de pasar siete años y cinco meses preso. Llevaba quince días en huelga de hambre.
Pablo Galfré, periodista que siguió el caso, le contó a Infojus que en el 2006 hicieron una cámara oculta para el programa Blog. Ahí se descubrió que el testigo Rubén Maugeri, dueño de una peluquería del barrio, que declaró haber visto cómo Fernando sacaba la mano por la ventanilla y disparaba contra la policía, era en realidad el presidente de la Cooperativa de la Comisaria N° 34 de Pompeya y titular del Chevrolet verde que manejaba el comisario.
Maugeri recibió a los periodistas, que se habían acercado con la excusa de donar una computadora a la seccional, como si fuera el anfitrión natural de la comisaria. La filmación no fue tenida en cuenta como prueba en el juicio. En 2007, Galfré cubrió el juicio para Cámara Testigo. Pensó que Carrera saldría en libertad y se encontró con la condena. Desde entonces buscó los medios para armar un documental sobre el caso. “El rati horror show”, dirigida por Enrique Piñeyro, fue el resultado.
“La película fue importante para llegar al fallo de la Corte Suprema. Resulta inaudito, y debe ser una de las primeras veces, que se hable de arbitrariedad manifiesta por una sala de Casación” dijo Galfré a Infojus. “Decidimos que tuviera Copy Left, distribuimos copias gratis, elegimos un director con mucho prestigio para movilizar a la prensa y logramos el apoyo de Pérez Esquive y de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo”.