Lo dijo a Infojus Noticias el abogado Eduardo Gutiérrez. Es que el femicida deberá presentarse mañana en la Cámara del Crimen de La Plata para exponer sobre los problemas de convivencia que tiene con su actual pareja, Berta André. Si la mujer lo denuncia por violencia de género, estará en riesgo la libertad condicional de Barreda.
Ricardo Barreda, condenado a prisión perpetua por matar a su mujer, su suegra y sus hijas en 1992, deberá presentarse mañana ante la Sala I de la Cámara del Crimen de La Plata para exponer sobre los problemas de convivencia que tiene con su actual pareja, Berta André. La mujer, con quien vive en el barrio porteño de Belgrano, también dará su versión. La audiencia será mañana a las 11. Según fuentes judiciales cercanas al caso, una denuncia de ella puede poner en riesgo su libertad condicional. Sin embargo, el abogado del odontólogo platense lo niega.
“No creo que esté en riesgo la libertad condicional. Es una audiencia que pidió el juez de ejecución a partir de algo que Ricardo Barreda dijo ante el personal del Patronato de Liberados que lo asiste. Todo fue sobredimensionado”, dijo a Infojus Noticias Eduardo Gutiérrez, abogado del femicida.
En abril, el odontólogo se presentó ante la Justicia para contar sobre sus conflictos en la convivencia con la mujer que conoció en la cárcel hace 15 años, por medio de otro preso. El hombre estaba preocupado porque una sola denuncia de su pareja puede hacer que vuelva a prisión. Berta es la garantía para que la Justicia le permita a Barreda seguir gozando del beneficio de libertad condicional que le otorgaron hace tres años. En ese momento ella se comprometió ante los jueces a mantener con su jubilación al múltiple homicida. También dio la dirección de su casa como garantía para que Barreda cumpla la condena bajo ese régimen.
Mañana los jueces Raúl Dalto y María Oyhamburu lo escucharan en la audiencia a la que está citada la pareja. Tienen en sus manos, además, un informe del gabinete de psicología que asiste a Barreda. En ese reporte se observan los problemas al interior de su hogar.
Los reveses judiciales en torno a la libertad de Barreda comenzaron en 2008 cuando le concedieron el beneficio del arresto domiciliario. Fue por su buena conducta y por ser mayor de 70 años. Después de este beneficio, sobrevinieron una serie de vaivenes entre la revocación y el derecho a la prisión domiciliaria que Barreda violó, al menos, dos veces.
Hace poco el odontólogo platense volvió a ser noticia por un litigio que tramitaba en la Justicia Civil. Hace dos semanas la justicia civil de La Plata dictaminó que Ricardo Barreda es “indigno” para heredar. Un fallo de la jueza Sandra Nilda Grahl, titular del Juzgado en lo Civil y Comercial 17, le impidió acceder a los bienes que compartió con su familia, a la que asesinó en 1992. Entre ellos, estaba la Casona donde sucedieron los crímenes. La magistrada hizo lugar al pedido de Hugo Enrique Fernández Arrech, sobrino de la suegra del odontólogo y primo de la mujer, que había demandado la “indignidad” como pariente de las víctimas del femicida. El fallo no solo resolvió el conflicto de la herencia sino que echó luz sobre la perspectiva de género que tienen que tener la Justicia más allá de la resolución penal. Además, es la primera vez que se resuelve de esta manera en un asesinato tan emblemático.
El patrimonio en litigio consiste en la casona de la calle 48, entre 11 y 12, de La Plata, donde el odontólogo cometió el cuádruple crimen; dos autos (un Ford Falcon verde y un DKW), una moto Siambretta, una casa de veraneo en Mar del Plata, que está intrusada, y un terreno en la provincia de Buenos Aires.
El 15 de noviembre de 1992, Barreda mató a escopetazos a su esposa Gladys McDonald (57), a su suegra, Elena Arreche (86), y a sus dos hijas Cecilia (26) y Adriana (24). Por este múltiple asesinato, en 1995, el odontólogo fue condenado a prisión perpetua.