La Presidenta defendió la elección de los integrantes del Consejo de la Magistratura a través de los partidos políticos. También criticó la permanencia de Carlos Fayt en la Corte Suprema. Hoy Fayt le respondió.
“Yo no sé, si hubiéramos largado un programa de monarquización de la Justicia comprendería que todo el mundo estuviera tan nervioso o indignado, pero la palabra democracia no puede atemorizar a nadie”, dijo ayer Cristina Fernández de Kirchner en un acto en la Universidad Tecnológica Nacional en la ciudad de Río Gallegos en el que inauguró un laboratorio forense.
“La voluntad popular es la gran fuente de poder de la Constitución Nacional", destacó la presidenta. De esta manera, defendió la reforma del Consejo de la Magistratura en el marco de las presentaciones judiciales que se proponen evitar la elección por voto de los ciudadanos a los integrantes del Consejo que representan a los abogados y a los jueces.
En su discurso, Fernández de Kirchner citó a María Laura Garrigós de Rébori, titular de Justicia Legítima: "nadie sale de abajo de las baldosas o de un repollo", dijo en alusión a las críticas que se realizan a la reforma porque la elección de los consejeros ser realizará a través de los partidos políticos. Y señaló la militancia política de algunos de los integrantes actuales de la Corte Suprema: “Yo los conocí siendo convencionales constituyentes, uno por el Frente Grande, un excelente académico penalista a nivel nacional (...) Hoy es miembro de la Corte y era miembro de un partido político, y eso no está mal, porque como dice Lucila (Garrigós de Rébori), nadie sale de abajo de las baldosas ni de un repollo. Y otro miembro también, ya compañero de nuestro partido, que fue senador conmigo, diputado conmigo, yo lo voté como miembro de la Corte y nadie se horroriza porque todo el mundo sabe qué piensa, de qué partido es... Lo importante no es eso, lo importante es saber qué sentencia dictás, si la sentencia está de acuerdo no con tu partido sino con la Constitución, con las leyes y con el ordenamiento jurídico vigente. ¿Qué es esto de que tenemos que tener jueces que no piensen nada?”
Más tarde, a través de su cuenta de Twitter, la presidenta cuestionó la continuidad de Carlos Fayt como integrante de la Corte Suprema: “¡No puede ser! Si la Constitución Nacional establece un límite de 75 años para ser parte del alto tribunal”, escribió.
Fayt ingresó a la Corte durante la presidencia de Raúl Alfonsín. Cuando asumió el cargo era vitalicio. En 1994 la reforma de la Constitución modificó esa condición estableciendo requisitos para que los jueces permanecieran luego de cumplir 75 años. Para continuar en su cargo, los supremos deben volver a ser votados por la Cámara de Senadores, el procedimiento debe repetirse cada cinco años.
En 1997, Fayt realizó una presentación judicial, el caso llegó a la Corte que en 1999 emitió el fallo “Fayt” en el que declaró la nulidad de la cláusula constitucional introducida por la reforma del 94.
Esta mañana, Carlos Fayt envió a través de su chófer un breve mensaje a los periodistas que aguardaban en la puerta de su domicilio: "El Dr Fayt evaluará si responde. Pero quiere decirle a todos que los hechos son sagrados pero el comentario libre".
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