A dos semanas del accidente de Once en el que 105 personas resultaron heridas, la causa judicial avanza en la etapa pericial. La semana que viene esperan poder realizar los peritajes al tren, que continúa en el andén 2 donde chocó. El juez está escuchando a los pasajeros. El maquinista fue procesado sin prisión preventiva.
La escena en la terminal de Once es dantesca. El tren del ferrocarril Sarmiento conocido como “chapa 5” que chocó a las 7.25 del sábado 19 continúa desde entonces en el mismo lugar a la espera de los peritajes. Las autoridades judiciales esperan poder hacerlos la semana que viene. Antes deberán sortear un obstáculo: la recusación que presentó la defensa del motorman Julio Benítez, único imputado de la causa, contra el perito oficial, Raúl Díaz. El pedido contra Díaz fue presentado por la abogada Valeria Corbacho, abogada de La Fraternidad y defensora de Benítez. Sobre él debe decidir el juez nacional en lo Correccional Penal, Ariel Lijo.
En el juzgado de Lijo, mientras tanto, avanzan con la toma de declaraciones testimoniales a los pasajeros de la formación y mandaron a realizar el informe socio ambiental de Benítez, que se recupera de la operación en el tabique nasal que se fracturó con el impacto.
Esta semana Benítez fue procesado sin prisión preventiva por “descarrilamiento culposo agravado”, por las “lesiones” a 105 personas y “sustracción de pruebas”, por el disco rígido que arrancó de la cabina el día del choque, encontrado poco después en su mochila. También se le trabó un embargo sobre los bienes de Benítez, que en sus declaraciones indagatorias dijo tener “recuerdos borrosos” sobre lo ocurrido ese sábado cuando se produjo el choque, y en los momentos previos al impacto.
En la resolución el juez Lijo explicó que quedó demostrado que el impacto del tren fue una consecuencia directa de la conducta de Benítez. Allí también consta que Benítez condujo de forma consciente y temeraria, y que cuando ingresó a la estación lo hizo a 22 kilómetros por hora y sin accionar ningún tipo de mecanismo de frenado. La formación no presentaba problemas técnicos, algo que incluso afirmó el propio Benítez en su declaración ante el juez.
Lijo hizo una salvedad en relación a la responsabilidad de Benítez, al expresar que resulta inadmisible que una formación de tren recaiga en una sola persona. “Debe advertirse la dimensión de riesgos que rodean este tipo de actividad y la sensibilidad de roles que pueden conectar a cada participante con las hipótesis de riesgos posibles por violaciones de deberes indeterminadas. En este sentido, resulta imprescindible que cada competencia sea analizada en su universo propio pero considerando el todo que la compone. De lo contrario, se estarían sobredimensionando violaciones individuales de deberes de cuidado y de tal modo, descuidando el marco general donde se inscriben esas violaciones”.
“Está procesado pero lo importante también es que está en libertad, no solo para él mismo sino para el resto de los maquinistas, porque últimamente se los ha criminalizado mucho”, dijo a Infojus Noticias la abogada Valeria Corbacho. “Benítez no puede recordar claramente lo que pasó. No tiene un recuerdo patente de lo que ocurrió el sábado cuando conducía el tren hacia Once. De hecho, el golpe que tuvo es muy importante. Todavía está internado, todavía no le han dado el alta”, agregó.
“Este golpe es compatible, de hecho lo dice uno de los forenses que lo revisó, con esta posible pérdida de recuerdos que él tiene. Muchos piensan que es una estrategia defensista, pero la realidad es lo que él me manifestó en la entrevista previa, lo que le manifestó al juez. Él le dijo al juez que estaba dispuesto a colaborar en todo pero no puede reproducir lo que pasó, hasta donde se acordaba el tren circulaba bien. En eso quiero hacer una clara diferencia con esta causa y los otros dos accidentes que se han cobrado vidas, el de Once y el de Castelar. Allí los conductores expresaron y hay elementos para poder cuestionar el estado que se encontraban los trenes al momento del impacto”, agregó la abogada que también defiende a los maquinistas de ambas formaciones siniestradas.