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La octava audiencia por el juicio oral y público por la tragedia ferroviaria de Once duró dos horas y media. En ese lapso, 6 de los 29 imputados subieron al estrado. El testimonio de Sergio Claudio Cirigliano, responsable de Trenes de Buenos Aires (TBA) fue el primero y el más esperado. Después siguieron ejecutivos de esa empresa y de Cometrans. Todos negaron las imputaciones y no permitieron que se les hagan preguntas. El juicio se reanudará el lunes que viene cuando comenzaría declarando, Mario Cirigliano.

Sergio Claudio Cirigliano, José Doce Portas, Oscar Gariboglio, Alejandro Lopardo, Miguel Werba y Carlos Alberto lluch, pasaron hoy por el estrado. Frente a los miembros del Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nª2 coincidieron en preguntarse porqué estaban ahí. Las críticas al desempeño del juez federal Claudio Bonadío fueron ejes centrales de la jornada.  

El testimonio Cirigliano fue el más extenso y el que generó mayor convocatoria: en la sala AMIA de los tribunales de Comodoro Py había más público, familiares de víctimas y presencia de medios que de costumbre. También, a diferencia de otros días, había un fuerte operativo policial en la puerta del edificio.

Cirigliano habló durante 45 minutos. A lo largo de su declaración se solidarizó con los familiares y amigos de las víctimas y con los sobrevivientes. Habló sobre la búsqueda del cuerpo de Lucas Menghini (causa por la que estuvo procesado y fue sobreseído) y también dio detalles de las licitaciones y contratos que, bajo el ala de la gestión menemista, permitieron el crecimiento del imperio familiar de transporte iniciado por su padre, Nicola. 

Fue entonces cuando hizo su descargo contra Bonadío. “Deberíamos estar todos abocados a la investigación del accidente. Pero por este cambio de rumbo de la investigación estamos acá. Yo quiero colaborar en todo lo que tenga que ver con el accidente”, afirmó. Si bien aclaró que no estaba ahí para acusar nadie, tras señalar a Bonadío dirigió parte de la responsabilidad del choque hacía el motorman de la formación “Chapa 16”

“Si un tren no tiene frenos, tampoco tracciona. Los trenes están preparados para frenar y después para traccionar”, explicó. “Estoy seguro de que Córdoba estaba en condiciones de subir a manejar el tren, porque era motorman de TBA. Pero algo le pasó en los últimos 300 metros. Descarto la intencionalidad. Bajo ningún punto de vista puedo pensar que lo hizo a propósito, porque cuando él desconecta el sistema de 'hombre muerto' entiendo que algo ya no estaba bien. Espero que él nos diga qué fue”, dijo. “Desconectar ese sistema es como sacarle el freno a un auto, y después dice que no puede frenar” afirmó Cirigliano.

Después llegó el turno de José Doce Portas propietario del 2 % del paquete accionario de Cometrans. Antes de que diera testimonio, su abogado defensor pidió al Tribunal que los familiares presentes bajaran la “cartelería” porque "afectaba" a su cliente. Los jueces hicieron lugar. Doce Portas dijo que no creía razonable estar sentado ahí, pero que lo aceptaba y entendía que estaba "procesado por ser socio de Cometrans". Su declaración duró menos de cinco minutos. "Ya se dijeron tantas cosas, no quiero redundar. Espero que se haga justicia", expresó.

Oscar Gariboglio, transportista y también parte del directorio de Cometrans se negó a declarar, rechazó las imputaciones y tampoco respondió preguntas. Por su parte, Alejandro Ruben Lopardo, se definió a sí mismo como empresario y tercera generación de transportistas. Tras recordar  a su abuelo y el trabajo que él hacía se deslindó de todas responsabilidades posibles respecto del choque. “Nada podía hacer yo para evitar esté accidente”, dijo. Y en un movimiento casi mecánico: lamentó las víctimas, negó todas las imputaciones y no respondió preguntas.

Werba, un contador de 76 años, accionista de Cometrans, pidió que se lea su declaración. De ella se desprendía que fue “director suplente,  sin jamás ser titular o integrar el directorio”. También que nunca tuvo poder de deliberación y que ahí iba una sola vez al año.

Por último llegó el turno de Carlos Alberto Lluch, junto a Cirigliano, el más expresivo, vehemente y que tuvo a Bonadío como blanco de todas las críticas. Lluch, asesor legal de TBA y Cometrans, detalló los vaivenes del proceso por el que estuvo detenido en 2012. “Es por la falta de sentido común que rodeó toda la instrucción que estoy sentado brindando esta declaración”, aseguró.

El juicio pasó a un cuarto intermedio y se reanudará el lunes que viene a las 10 de la mañana con la presencia de Mario Cirigliano, en el estrado.