El Senado firmó el dictamen de los proyectos de Ingreso democrático al Poder Judicial y el del Consejo de Magistratura. Un aspecto clave es la propuesta de los “concursos previos” en el Consejo, que impulsa un camino para terminar con las listas de jueces vacantes que demoran las causas. La historia de Miguel, un ejemplo de las consecuencias de las subrogancias eternas.
Miguel tiene 35 años y trabaja en un hospital. Estuvo en pareja varios años y nació Ingrid. Se separó en malos términos. Su mujer lo denunció y la causa fue a parar al Fuero Penal y a la Justicia Civil. Miguel fue sobreseído en la Cámara de Casación, después de sortear la primera instancia y la Cámara del Crimen. Sin embargo en la sede Civil impedían que viera a su hija. Hoy, a casi dos años de la denuncia, Miguel puede ver a Ingrid pero solo acompañado de una asistente social. Como el juzgado donde se tramita su caso está a cargo de una jueza subrogante a la que nunca ve, Miguel no puede explicarle que necesita ver a su hija en condiciones normales.
“Yo voy al juzgado cada dos días y me dicen que espere, que la jueza no está. Encima me cambiaron a la jueza ahora, es subrogante, o algo así”, dijo Miguel a Infojus. A la jueza anterior la conocía pero a la subrogante nunca le vio la cara. “Ella no es del juzgado, solo firma y le hace caso a la defensora”, dijo.
El caso de Miguel es un caso entre miles en el día a día de los tribunales. Las subrogancias son un ejemplo de las falencias estructurales de la justicia argentina. La reforma del Consejo de la Magistratura permitirá que la Comisión de Selección del Consejo, previa instrucción del Plenario, convoque a concursos “con anterioridad a la producción de vacantes”. De este modo, entre los postulantes que aprobaran se confeccionaría una nómina vigente por cinco años para cubrir las vacantes.
Hoy el plenario de comisiones del Senado aprobó un dictamen favorable al proyecto que modificará el Consejo de la Magistratura e incorporará el “concurso previo” para la selección de jueces. Este sistema, que fue catalogado por el secretario de Justicia, Julián Álvarez, como un “backup de jueces”, es una actualización de una vieja propuesta del Consejo.
Un informe realizado en 2012 por las ONGs ADC, Inecip y ACIJ, especializadas en temas judiciales, mostró que uno de cada cinco jueces nacionales es subrogante y el 20% de ellos no es juez, sino un secretario designado interinamente para ocupar ese lugar.
Según la Asociación por los Derechos Civiles el 18,7% de los jueces son suplentes y el récord lo tiene el fuero laboral, con 35 vacantes, seguido por el criminal, con 25, y el civil, con 23.
Otros de los aspectos problemáticos que se desprende del informe de la ADU y que esta reforma busca subsanar es el secretismo con el que operan las Cámaras para designar a los subrogantes ya que no existe un órgano que controle las designaciones interinas. El Consejo de la Magistratura no tiene ninguna participación en estas designaciones. Pero con las modificaciones, la Comisión de Selección tendrá competencia para proponer la designación de magistrados subrogantes.
Todos estos cambios afectarían vidas como la de Miguel que, cansado de esperar que se resuelva su causa luego de pasar por varios jueces suplentes, podría acudir a un solo magistrado titular para poder ver a su hija con tranquilidad.