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La Corte Suprema de Justicia confirmó la condena a uno de dos policías condenados por apremios ilegales a un hombre que estaba borracho y que tenía un yeso en una pierna. La defensa de uno de los policías presentó una queja que fue rechazada por el máximo tribunal del país. En el otro caso, donde también hay un recurso presentado, la Corte todavía no se expidió.

El 3 de julio de 2005, en horas de la noche, en el barrio de San Telmo un hombre entró en el hall de un edificio ubicado sobre la calle defensa al 1100 pensando que había una fiesta y siguiendo a una mujer. Su estado no era el óptimo, estaba en estado de intoxicación debido a la ingesta de alcohol y tóxicos. Los vecinos llamaron a la policía alarmados por esta situación.

Minutos después llegaron al lugar Diego De Chiara y Miguel Ángel Elena, quienes se encontraban cumpliendo funciones como oficial y suboficial de la Policía Federal, avisados por los vecinos.

Al encontrarse con el hombre borracho, quien no agredió a nadie y nunca se resistió al arresto, la actitud de los policías fue feroz. Uno de ellos le aplicó un rodillazo en el abdomen mientras el otro lo sostenía de los brazos. Al caer al piso fue esposado uniendo su muñeca con el tobillo y, después, lo sacaron del hall del edificio tomándolo violentamente de los pelos. El hombre detenido permanecía en el piso cuando uno de los policías lo pisó en la cara.   

Este hecho derivó en una causa judicial donde ambos policías fueron condenados en 2008 por el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 23, a tres años de prisión en suspenso y seis años de inhabilitación especial para ejercer cargos públicos por “apremios ilegales agravados por violencia”.  

Las defensas de los policías presentaron recursos contra la sentencia que fueron denegados por la Cámara de Casación. La sala II, integrada por Alejandro Slokar, Ángela Ledesma y Ana María Figueroa consideró que “ningún motivo justificó el accionar policial en la forma violenta que le produjo lesiones a la víctima, puesto que ésta no se había resistido, ni estaba en condiciones físicas y psicológicas de oponerse al arresto o intentar una fuga”.

Pero la causa llegó a la Corte Suprema cuando la defensa de uno de los policías, Elena, se presentó en queja sosteniendo la “arbitrariedad” de la sentencia.  Aunque la queja fue desestimada el pasado 17 de diciembre (aunque dada a conocer en los últimos días) por la Corte por cuestiones procesales en una sentencia que lleva la firma de Elena Highton de Nolasco, Enrique Petracchi, Carmen Argibay y Juan Maqueda.

Más allá de este fallo, en la Corte Suprema aún está pendiente de resolución otro recurso presentado por la defensa del otro policía federal involucrado en estos hechos, Gastón De Chiara. Todo parece indicar que este recurso tendrá la misma suerte que el ahora rechazado.