Infojus Noticias recorrió cinco barrios del municipio de Tigre que están inundados. "No hay planificación urbana para que estos barrios puedan desagotarse", dijo la concejal Roxana López.
Lluvias, desbordes y falta de desagote. En el municipio de Tigre hay más de 1500 familias afectadas por la sudestada en los barrios El Garrote, Delfino, Rincón y Las Tunas, aunque todavía no se registran evacuaciones. Los countries La comarca, El talar del Lago, El Encuentro y Nordelta hacen una olla amurallada para los vecinos de Tigre que viven en esa zona. Los testimonios concuerdan en que hay daños que podrían haberse evitado con una planificación urbana social, que no solo considere el acceso a la vivienda como un negocio.
"Acá el problema empezó hace varios años, desde que surgieron los emprendimientos inmobiliarios indiscriminados y los countries. No hay una planificación para que estos barrios puedan desagotarse rápidamente. A esto se le agrega que no hay una recolección de basura efectiva. Una cosa sumada a la otra, es igual a las inundaciones cotidianas que todos estos vecinos tienen que soportar", dijo a Infojus Noticias Roxana López, concejal de Tigre.
Los vecinos de barrio Delfino, en Pacheco, están preocupados porque después de lluvia lo peor es el agua que viene de abajo. "Como no tenemos cloacas, se llenan los pozos ciegos y con la inundación sale todo. El barro se mezcla con los desechos y no sabés lo que estás pisando. De eso no tienen la culpa los countries, pero no tener cloacas empeora la situación", contó Viviana, que tiene 42 años y vive con su marido y cinco hijos.
Pararse en un muro de cemento de los countries ofrece una pintura de desigualdad social: de un lado los barrios cerrados, secos y arbolados. Del otro lado barrios inundados, donde la basura flota junto a las aguas servidas que los barrios privados desagotan en los arroyitos.
Nilda vive en barrio Las Tunas y dice que hace dos noches no duerme, "porque si descansas y sube el agua se pueden mojar los materiales de la biblioteca comunitaria”. La marca de agua en sus paredes llega a los 40 centímetros. Nilda atiende el comedor y centro de apoyo escolar "Las dos palmeras", que más allá de la lluvia reparte las 200 viandas diarias.
Las Tunas quedó enclavado en medio de tres countries que se construyeron en los últimos 10 años: La comarca, El Talar del Lago II y El Encuentro. Los paredones de los barrios privados y la falta de cañerías hacen que el lugar se inunde cada vez que llueve. Aunque sea poco, el agua se estanca. Anoche empezó a subir a las 5 de la mañana.
Vivir entre paredones
Los primeros días de marzo un grupo de vecinos se acercaron con cortafierros a picar la pared de La Comarca. De la mitad para abajo hicieron varios boquetes para que pasara la filtración. Todos se acuerdan de los tiros de esa madrugada. "Tiraban porque se creían que queríamos entrar al countrie, pero la situación era que la pared estaba frenando el agua que inundaba nuestras casas", dijo Claudio, un vecino del barrio Delfino.
Previendo las permanentes inundaciones, muchas familias construyeron sus casas de dos pisos, y para no perder sus pertenencias, abajo dejan las cosas que no tienen tanto valor, como las casas isleñas. Para desagotar el agua se construyeron zanjas al costado de la calle, lo que es un peligro cuando se inunda, porque si no se conoce el terreno caerse en uno de esos pozos es una probabilidad.
Claudio y su mujer Florencia tienen 30 años y cuatro hijos. El segundo, Carlos Román, hoy cumple siete. "Estamos rodeados porque el agua se estanca. Llega y se queda. Vamos a tener que postergar la fiesta de cumpleaños. ¿Si alguien de los countries se acercó? Algunos pasan rápido con los autos y hacen olas”.
Marina tiene 36 años y desde 1997 vive en el barrio Las Tunas. Tiene bronca: frente a su casa hay 50 centímetros de agua estancada y un horizonte de hormigón: “Nos criamos viendo el campo y ahora salís y ves el paredón. Te da mucha tristeza. Antes el agua corría para el otro lado y la absorbía la tierra. Ahora vemos cómo llega hasta la pared y se queda”.
La situación en el Delta
Según informó Defensa Civil el Río Tigre tuvo un pico de 2.50 metros este mediodía. Es el mismo nivel que hace unos meses, cuando los vecinos del barrio El Tala denunciaron una obra a pedido de los countries y concretada por el municipio: un puente para que los chicos tengan un ingreso directo desde los barrios privados de Nordelta al Colegio Andersen.
En la zona Delta, que incluye las localidades de Tigre, San Isidro, Campana y Zárate -entre otros municipios-, la Prefectura informó a esta agencia que se registra un descenso de la crecida del río. Esta mañana en San Isidro el cauce estaba en 1.90 metros y continuaba el descenso. Al mediodía el agua continuaba bajando.
El equipo del concejal del Frente para la Victoria en Tigre, Federico Ugo, confirmó que “el nivel del río está bajando, pero desde ayer se sumó el problema de la lluvia”. Y señalaron que los vecinos de Villa La Ñata, Dique Luján y Rincón de Milberg -“donde hay barrios muy pobres como Las Costillas”- continúan en situación crítica porque no están recibiendo asistencia de las autoridades locales.
“Hay, por lo menos, 40 familias de La Costilla, en Rincón de Milberg, evacuadas desde anoche en el Centro de Salud Juana Manso”, confirmaron. “Los vecinos llamaron porque había una vecino con hemorragias, otra embarazada y ahí realizaron la evacuación de la mitad del barrio; el resto no se quiere ir por miedo a los saqueos”, precisaron.
“El municipio no aparece en esos barrios, concentraron la asistencia en el centro, donde están las cámaras de televisión. Hay zonas donde las calles se borraron, es todo río con olas”, dijeron, aunque aclararon que el centro también se vio afectado por las inundación.
Vecinos del barrio Malvinas Argentinas, en Benavidez, preparan un corte de la ruta 27 en reclamo de asistencia para los vecinos inundados. “Estos vecinos se inundaron la lluvia, el agua no drena, la tienen está estancada adentro de las casas, a la altura de la rodilla”, denunciaron.