Infojus Noticias

La familia de Susana Leiva cree que Alberto Ponce, pareja de la víctima y único imputado en la causa, podría haber intentado abusar sexualmente del hijo de la mujer y que al ser descubierto por ella, la asesinó. “Se va a investigar en cámara gesell si hubo o no delito de índole sexual”, explicó a Infojus Noticias Jorge Mondaresky, abogado de la familia de la víctima.

En las últimas horas ya había trascendido que el nene podría haber sido testigo del crimen de su mamá, ocurrido entre la noche del jueves 18 y la mañana del viernes 19. Las sospechas de la familia surgieron a partir de una serie de manifestaciones que realizó el nene. “Cuando fuimos con su papá a lo de un psicólogo para darle la noticia de la muerte de su mamá, nos preguntó si ella todavía tenía sangre en la cara”, relató Angelina Leiva, la hermana de la mujer asesinada, a Infojus Noticias.

La cámara Gesell está prevista para el viernes 2 a las 11 de la mañana en los tribunales de Lomas de Zamora, donde el nene, de 9 años, será entrevistado por un grupo de psicólogos. La medida fue ordenada por el fiscal del caso, Héctor Toneguzzo, ante la presunción de que el nene pudo haber sido testigo del ataque.

"Hasta ahora se pensaba que el móvil del crimen tenía que ver con los celos de (Alberto) Ponce. Pero algunas manifestaciones del niño a su padre (una ex pareja de Leiva) nos hacen sospechar que pudo existir un intento de abuso por parte del acusado que Susana descubrió, lo que pudo motivar que fuera asesinada", explicó Mondaresky a la agencia Télam.

“Mi sospecha es que ese intento de abuso hacia mi sobrino fue el inicio de la discusión que terminó con la vida de mi hermana”, explicó a Infojus Noticias la hermana de la víctima.

“Ella jamás hubiera dejado que alguien toque a alguno de sus hijos. Daba su vida por ellos. Y así lo hizo”, agregó. “Es tan grande el miedo que el nene le tiene a Ponce, que todavía no lo nombra. Lo dejó de nombrar desde la desaparición de mi hermana”.

Alberto Ponce había denunciado la desaparición de Leiva, que trabajaba como empleada de limpieza en un departamento del barrio porteño de Recoleta, el sábado 20.

Desde el comienzo de la investigación las sospechas estuvieron dirigidas a Ponce, quien era conocido por ser “celoso” y por ejercer “violencia y maltrato” hacia Susana, según relataron sus hermanas.

“El comportamiento de Ponce fue sospechoso desde el primer momento. Él me hablaba de la tenencia del nene más chico –que es hijo de Ponce y Leiva- cuando todavía no se sabía qué había pasado con mi hermana”, agregó la mujer. “Nunca se preocupó por ella”.

El miércoles 24 la policía allanó la casa donde vivía la pareja y encontró el cuerpo de Susana, en un pozo ciego.

En el momento del hallazgo, Ponce no estaba en el domicilio, en el que también viven varios familiares suyos. Lo encontraron horas más tarde en el barrio de Constitución. Tenía en su poder unos pocos gramos de cocaína y 4000 pesos.

Los resultados de la autopsia determinaron que Leiva murió estrangulada manualmente, recibió cuatro puntazos en el abdomen, golpes en el rostro y quemaduras de cigarrillo en la espalda.

Ponce está alojado en la Unidad Penal 40 de Lomas de Zamora y desde allí fue trasladado el viernes pasado para ser indagado por el fiscal Héctor Toneguzzo, a cargo de la investigación, frente a quien se negó a declarar.