Lo reconoció de las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del banco cuando el subcomisario Juan Carlos Klodczyk acompañó a su tía a retirar dinero. Se trataría del "marcador". El testimonio abona la hipótesis del crimen planificado por los hermanos Vicente, los dos acusados en el juicio.
El juicio por el crimen del subcomisario y abogado Juan Carlos Klodczyk, cometido en 2011 en el partido bonaerense de Lanús, empezó con la declaración de un testigo que complicó a uno de los acusados. El debate se inició ayer, ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de Lomas de Zamora, con seis declaraciones testimoniales, entre ellas, la de un comerciante que conocía a los imputados, Daniel Alejandro Vicente (35) y Adrián Silvio Vicente (29). El asesinato sucedió el 12 de diciembre de 2011, cuando el subcomisario acompañó al banco a su tía Alicia, viuda del ex jefe de la Policía Bonaerense, Pedro Anastasio Klodczyk. Luego de retirar la plata fueron a comer a una parrilla, pero dos personas intentaron robarle. Juan Carlos Klodczyk dio la voz de “alto” y ante su resistencia, lo mataron de una balacera. Su tía logró refugiarse en la parrilla con el dinero.
En relación al comienzo del juicio, que continúa desde esta mañana, Jorge Esquivel, abogado de la familia de la víctima, dijo que este testigo reconoció al menor de los acusados en una de las imágenes captadas por las cámaras del banco al que el subcomisario había ido a acompañar a su tía para retirar dinero poco antes de ser asesinado. Según confiaron fuentes judiciales aInfojus Noticias, su testimonio fue clave para afianzar una de las hipótesis de la investigación: que los delincuentes vieron cómo sacaron la plata del banco, luego los siguieron y, finalmente, ejecutaron el robo. Es decir: lo habrían planificado.
Según el letrado, el testigo declaró que conocía a los hermanos Vicente de haberlos visto en su parrilla, en el barrio Don Orione de Almirante Brown. Esquivel indicó que a instancias del tribunal, el comerciante reconoció a los dos Vicente en la sala de audiencias. "Fue fructífera", dijo Luis Baruzzini, primo de la víctima y quien también declaró como testigo.
Por su parte, Esquivel consideró que con el reconocimiento de Adrián Vicente dentro del banco, queda acreditado el rol de "marcador" que éste tuvo en el hecho. El debate, a cargo de los jueces Silvia González, Ethel Bielajew y José Luis Arabito, continúa desde esta mañana con la declaración de otros nueve testigos.
Los dos acusados llegaron al juicio en calidad de detenidos y procesados por los delitos de "robo agravado por su comisión con arma, en poblado y en banda y por resultar la muerte de la víctima". Fuentes judiciales señalaron que al menor de los hermanos se lo acusa de haber "marcado" al subcomisario en el interior del banco y al otro de haber disparado contra él.
El hecho que se trató en el debate sucedió el 12 de diciembre de 2011, pasado el mediodía, cuando el subcomisario acompañó al banco a su tía Alicia, viuda del ex jefe de la Policía Bonaerense, Pedro Anastasio Klodczyk, muerto en 2000 tras una enfermedad terminal. La mujer retiró 12 mil pesos de su pensión y junto con su sobrino fueron a almorzar a la parrilla "Diógenes". Luego de estacionar el auto, ambos descendieron y caminaron hacia el local, situado en Esquiú y avenida Perón de Lanús, donde tres hombres armados interceptaron al policía -que estaba de civil- tras descender de un Chevrolet Meriva y una moto.
Mientras la tía, que llevaba el dinero, salió corriendo rumbo a la parrilla, el efectivo se resistió al robo al dar la voz de “alto”, y los delincuentes, al verse sorprendidos, le dispararon en la cabeza, espalda y brazo y luego lo remataron en el piso. Finalmente, los ladrones escaparon sin robar nada a bordo de la moto, conducida por un cómplice y, en el auto, y durante la fuga uno de los delincuentes gritaba: "Lo pusimos...lo pusimos!”, mientras todos reían a carcajadas, según declaró otro de los testigos del debate.
Al momento de su muerte, la víctima prestaba servicios en la comisaría séptima de Villa Industriales, en Lanús, y si bien en un principio se creyó que su asesinato podría haber estado relacionado con su trabajo o el de su tío, los investigadores luego lo descartaron.
“El mejor jefe de la mejor policía del mundo.” Esta fue la calificación que Pedro Anastasio Klodczyk le mereció al entonces gobernador Eduardo Duhalde. “El Polaco”, como le decían a Klodczyk, era titular de una fuerza, la Bonaerense, que en aquel momento aparecía vinculada con el tráfico de drogas, piratas del asfalto, grandes bandas de asaltantes de bancos y blindados, coimas por la prostitución y el juego clandestino, “arreglos” con delincuentes y el atentado contra la AMIA. Poco después, la Bonaerense también quedó involucrada en el asesinato de José Luis Cabezas. El Polaco había sido desplazado de la jefatura en 1996, pero ya entonces la Bonaerense había cambiado de apodo: todos la mencionaban como “La Maldita Policía”.