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La presidenta Cristina Fernández de Kirchner afirmó hoy en su visita al Vaticano, donde mantuvo un almuerzo privado con el Papa Francisco, que "aquellos que leyeron" los escritos de Francisco saben del reclamo de "una reforma profunda" de la economía internacional y, en ese sentido, calificó de "histórica" la resolución de las Naciones Unidas para generar un marco a las renegociación de deudas soberanas, antes de viajar desde Roma a Nueva York, donde participará de la próxima Asamblea de la ONU.

"Fue algo histórico, y lo dijo el presidente del G77 + China. La Argentina actuó como un disparador, como una especie de leading case", afirmó Cristina quien afirmó que la mayoría conseguida en el foro multilateral "revela una voluntad en la necesidad de regular" el accionar de los acreedores internacionales.

Respecto de los 11 países que votaron en forma negativa, dijo creer que "finalmente todos van a darse cuenta que es imposible seguir viviendo en un mundo con tanta incertidumbre", y acusó de esa falta de previsibilidad a "la especulación de las finanzas, a la existencia de guaridas fiscales, a la existencias fondos buitres". Sobre la resolución de la ONU, Cristina estimó que fue "un ejercicio del multilateralismo" que "se declama" pero que "muchas veces los países que tienen mayor poder económico o militar no aceptan".

Por último, se refirió a la encíclica papal Evangelli Gaudium que, en su punto 56 "habla de la deuda, de cómo acosan a los países, y que si esto se lleva adelante es el agobio de los pueblos". Y concluyó: "Parece que está escrito para la Argentina, pero está escrito para muchos países".

Luego de mantener un encuentro con la prensa en el aeropuerto romano de Ciampino, la Presidenta partió a la ciudad de Nueva York (Estados Unidos) donde participará, junto a su comitiva, de la próxima Asamblea General de las Naciones Unidas.