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Un oficial de la Metropolitana, que iba en bicicleta, pidió sin motivo aparente los documentos a dos adolescentes de 16 años que iban caminando por la esquina de Melián y Vilela, en el barrio de Saavedra, la tarde del 6 de noviembre de 2014. Según consta en la denuncia ante la Agencia Territorial de Acceso a la Justicia (ATAJO), los jóvenes le explicaron que no los tenían pero que si él quería, iban a buscarlos. Fue entonces cuando empezaron a caminar hacia la casa más cercana, a media cuadra de donde los habían interceptado.

"El agente A. los siguió y tras caminar unos 15 metros encerró a uno de los jóvenes contra una camioneta estacionada en la calle, lo tomó por encima de los hombros y lo tiró bruscamente al piso”, consta en la denuncia presentada por la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin) ante el fuero ordinario de la Capital Federal, que fue difundida  por el sitio Fiscales. En la presentación también se relata cómo el agente pisó a uno de los menores contra el piso, lo agarró del brazo derecho, lo paró de un tirón y le tiró  una patada que el chico pudo esquivar. Mientras el joven daba unos pasos para atrás, el efectivo le pegó con el bastón policial.

Los chicos lograron escapar de la agresión y en ese momento la madre de uno de los chicos, fue alertada por otro de sus hijos de lo que estaba pasando y corrió hasta el lugar. Vio la agresión e intentó defender a los menores. En ese momento se sumó otro efectivo de la Metropolitana, que estaba en una garita cercana. Lo primero que hizo fue querer esposar a los chicos, por lo que empezaron a empujarlos otra vez.

La llegada de un tercer policía hizo que la mujer atinara a refugiar a los jóvenes en su casa, porque el hombre quería llevárselos detenidos.

Los tres efectivos comenzaron a pegarle y empujarla. Al ver lo que pasaba con ella, su hija de 15 años–y hermana de uno de los dos menores agredidos- y otro hijo de 18, salieron de su casa para "protegerla, reclamando que no le peguen a su madre, y también fueron agredidos".

La presentación de la Procuvin, realizada el viernes ante la Oficina de Sorteos de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, es el resultado de una investigación preliminar que comenzó después de la denuncia de las víctimas en el local de la Agencia Territorial de Acceso a la Justicia (ATAJO), que depende del Ministerio Público Fiscal, en el barrio de Saavedra y de cámaras de seguridad. “El caso llegó vía Atajo. Se inició una investigación preliminar y se llegó a un cuadro probatorio”, detalló el fiscal a esta agencia. Esa investigación hizo posible que ya se pueda “citar a indagatoria” a una parte de los involucrados. “Hay tres efectivos identificados, pero intervinieron más de 20 personas”, resumió el fiscal.

En ese momento llegaron al lugar 20 policías en unos seis patrulleros, camioneta, bicicletas y un móvil de la Policía Federal. La mujer pudo entrar a sus hijos a la casa y volvió a la calle para hablar con los agentes. Uno de los efectivos empezó a tomar los datos de la mujer y otro amenazó a los chicos “señalándoles que ya los iba a encontrar y les iba a pegar", se detalla en la denuncia.

En ese contexto, la mujer les avisó a los policías que haría la denuncia por agresión en los tribunales. Los policías le dijeron que la tenía que hacer en la comisaría y que si no accedía, la iban a llevar por la fuerza pública y la mujer aceptó.

La trasladaron a la comisaría de la comuna 12, ubicada en Ramallo 4398. La mujer ingresó a las 17:40. Primero le dijeron que tenía que esperar diez minutos para que le tomaran la denuncia, pero apenas unos minutos después, dos efectivos "la trasladaron sin mediar palabra a una celda, poniéndola en conocimiento de que quedaba detenida por agresión a la fuerza pública", destacó Palazzani en su presentación.

La mujer recién logró salir de la comisaría a las 4 de la madrugada del día siguiente. Unas horas antes, alrededor de las 21, un médico legista comprobó que la mujer tenía “lesiones de data reciente". Las mismas también fueron constatadas por profesionales de hospital Pirovano, donde la mujer fue con su hija de 15 y su hijo de 18. Todos viven en barrio Mitre, de Saavedra, una zona castigada en numerosas oportunidades por el accionar policial. “Es un colectivo muy atacado, por eso hay que judicializarlo”, remarcó el fiscal.

Palazzani también destacó que estas circunstancias "constituyen hechos graves que imprimen en las víctimas daños tanto físicos como psíquicos y afectan sus subjetividades desde que generan desamparo y acentúan la dificultad de la víctima para acceder a los mecanismos de denuncia, investigación y juzgamiento, como representación clara de la asimetría estructural que preexiste a los hechos".

“Hay pruebas suficientes para citarlos a indagatoria”, adelantó a Infojus Noticias  Miguel Palazzani, fiscal general a cargo de la Procuvin. Palazzani pidió al futuro juez del caso que aparte a la Policía Metropolitana de la investigación del caso, a los tres oficiales que ya fueron  identificados y a "todos los integrantes de la fuerza de seguridad que con el devenir de la investigación resulten involucrados".

CD/LC