Infojus Noticias

Antonio Villares tenía 58 años y era operario del subte. La madrugada del último trágico temporal, el 2 de abril, el hombre trabajaba con el sistema de bombas de agua en la línea B del subterráneo. A las 7 de la mañana bajó al andén en la estación Los Incas para arreglar la bomba. Había llovido toda la noche y el andén estaba inundado. Villares creyó que la corriente eléctrica se había cortado. Pero algo falló. Los sistemas de protección no funcionaron y Villares murió electrocutado.

Ante la inminente inauguración de las estaciones Echeverría y Juan Manuel de Rosas de la línea B en Villa Urquiza, los trabajadores organizados en la Asociación Gremial de Trabajadores y Subte y Premetro (Agtsyp) realizaron un relevamiento para corroborar que los problemas que ocasionaron la muerte de Villares hayan sido solucionados. Se encontraron con que las fallas persisten. El informe detalló que las dos estaciones que el gobierno de la Ciudad pretende inaugurar antes de fin de mes tienen, todavía, graves problemas de filtraciones de agua que ponen en riesgo la vida de los trabajadores y los usuarios. Los metrodelegados no descartaron la posibilidad de presentar una medida cautelar que frene el estreno.

“Los problemas son propios de la Estación Echeverría que está construida debajo de varias napas de agua salada. Hay filtración de agua en todas las juntas y el agua salada carcome los cables. Nuestro objetivo es que las estaciones se inauguren pero en condiciones”, dijo a Infojus Noticias, Enrique Rosito, Secretario de Prensa de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro.

El informe detallado, que firma el técnico Hernán Rubio, hace hincapié en el riesgo eléctrico, pero también determina que hay riesgo ergonómico en el diseño de las boleterías para la atención de personas discapacitados. Y demuestra que tanto los vestuarios para los trabajadores como las salas de descanso para los señalistas no se encuentran en condiciones.

“Al igual que en la estación Juan Manuel de Rosas, el riesgo eléctrico se erige como uno  de los riesgos más difundidos en la cochera taller habida cuenta de las innumerables filtraciones que se dan a lo largo de todo el túnel y el taller”, dice el relevamiento realizado por Agtsyp el último 10 de junio.

Las filtraciones se hicieron evidentes con el último temporal cuando, según los metrodelegados,  la estación Echeverría se inundó más de 30 centímetros. “Los trabajadores no tienen forma de que les garanticen que no va a volver a pasar una muerte como la de Villalba”, dijo Rosito.

La entrada de agua en cantidades se debe a una falla en la construcción misma de las nuevas estaciones. “Los desagües pluviales están hechos hacia la fosa donde están trabajando los operarios. Esto está mal pensado”, expresó el Secretario de Prensa de Agtsyp.

Las fotografías del informe encarado por técnicos y miembros de Secretaria de Higiene y Seguridad de Agtsyp muestran las filtraciones tanto en andenes, paredes y techos como en la nueva Cochera Taller Juan Manuel de Rosas – de la línea B, donde en algunos también se ven afectados los tableros de electricidad.

"En el caso particular de los tableros, se advierte el estado de la sala de bombas a la altura de la Progresiva 3800, en donde las filtraciones han hecho que deba cubrirse con un plástico el tablero. Todo esto sin perjuicio del riesgo para los obreros de la construcción que se encuentran trabajando en precarias condiciones en ese ambiente con portátiles sin puesta a tierra", detalla el informe.

Otra de las fallas graves que denuncian los metrodelegados con su informe es que si las estaciones se inauguran antes de fin de mes no tendrán mecanismos de comunicación entre el tren y la base porque no están instalados los circuitos. “Desde Avenida de los Incas hasta las nuevas estaciones no hay señal de radio. No funciona el sistema tren-tierra que es la base que tiene que tener el conductor para informar cualquier inconveniente”, explicó Rosito.