“Entre los fundamentos que motivaron dicha decisión se concluyó que, en su carácter de representante legal de la mencionada entidad financiera, el señor Gabriel Diego Martino no dirigió las acciones necesarias para mitigar y abordar adecuadamente el riesgo de prevención del lavado de activos y financiamiento del terrorismo”, informó la autoridad monetaria.
El Banco Central intimó al HSBC a que dentro de “24 horas” cambie a su presidente Gabriel Martino, quien “no dirigió las acciones necesarias para mitigar y abordar adecuadamente el riesgo de prevención del lavado de activos y financiamiento del terrorismo”. Así lo detalló en la Resolución 259, donde expuso una serie de irregularidades cometidas por esa casa británica con sede en Shangay. Mañana deberán informar el esquema de delegación de funciones que actualmente cumple Martino. La entidad, que no verá afectada su actividad, deberá nombrar nuevas autoridades y, además, explicar cómo funcionará el banco.
“Entre los fundamentos que motivaron dicha decisión se concluyó que, en su carácter de representante legal de la mencionada entidad financiera, el señor Gabriel Diego Martino no dirigió las acciones necesarias para mitigar y abordar adecuadamente el riesgo de prevención del lavado de activos y financiamiento del terrorismo, situación que a través de diversas sanciones impuestas por la Unidad de Información Financiera (UIF) y el Banco Central de la República Argentina ha tenido impacto cierto sobre el riesgo operacional de la entidad”, señaló el Banco Central en un comunicado de prensa. Consideraciones similares se expresaron respecto de la actuación del Miguel Estévez, vicepresidente de HSBC Bank Argentina.
La decisión se tomó en base a una serie de informes elaborados por Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias. Uno de ellos detectó que, en reiteradas oportunidades, el HSBC se negó a remitir documentación al Banco Central, “bajo el pretexto de que la misma se encontraba siniestrada”. En otro informe se detalló –como explicó Infojus Noticias- que el área de control suspendió transitoriamente al banco británico para para operar en el mercado.
Para tomar la decisión, que este mediodía fue notificada formalmente al HSBC, el Directorio de la autoridad monetaria evaluó la causa penal en la que se encuentra involucrado el Martino, que fuera promovida por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) ante la Justicia en lo Penal Económico. Allí se investigan delitos tales como asociación ilícita fiscal y evasión fiscal agravada, así como eventual lavado de activos.
La sanción
La medida del directorio se adoptó luego de la intervención del Comité de Evaluación de Idoneidad y Experiencia del BCRA. La normativa del Banco Central que regula las condiciones de habilidad legal, idoneidad, competencia, probidad y experiencia en la actividad financiera expresa que tales condiciones “deberán ser mantenidas durante todo el período de desempeño del cargo”, así como que “los cambios fundamentales en ellas podrán dar lugar a la revocación de la autorización y/o a la orden de cese en las funciones”.
Adicionalmente, el BCRA consideró que Martino tampoco supo gestionar en forma adecuada los riesgos vinculados con la confiabilidad de la información contable y no contable de la entidad y el buen funcionamiento de los controles internos y externos. De este modo, dijo que el presidente no cooperó en la investigación de la documentación siniestrada en el incendio de la contratista Iron Mountain de Argentina SA. Respecto de este último caso, se evaluó desfavorablemente la contradicción manifestada por las autoridades del HSBC Bank Argentina SA en las explicaciones ofrecidas ante la Comisión Bicameral Investigadora de Instrumentos Bancarios y Financieros Ley 27094 y ante el BCRA. Tanto el presidente de la filial argentina del HSBC, Gabriel Martino, como su vicepresidente, Miguel Ángel Estévez, amparándose en el secreto bancario, se negaron a contestar las preguntas de los diputados y senadores cuando fueron citados en el Congreso.
La justicia confirmó que el incendio al depósito de la empresa Iron Mountain, en Barracas, había sido intencional. Desde la Procuraduría contra la Criminalidad Económica y el Lavado de Activos (Procelac) se difundió una prueba que compromete aún más al banco HSBC, la segunda de las 40 empresas más afectadas por el siniestro. De las cerca de 30 mil cajas de la empresa, 20 llevaban el sugestivo rótulo de "Lavado de Dinero". Además, al momento del incendio, HSBC estaba siendo investigada por el Procelac por delitos de criminalidad económica.
En enero de este año, la Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias suspendió transitoriamente a HSBC Bank Argentina S.A. para operar en cambios, a los efectos de que la entidad acredite “fehacientemente haber adoptado las medidas correctivas necesarias en materia de sistemas informáticos que garanticen la integridad de los registros de las operaciones de transferencia al exterior de divisas y títulos”. Sin embargo, el HSBC no las habría cumplido.
El telón de fondo es la fuga de dinero por el caso “Swiss Leaks”, luego de que Francia le entregara hace unos años a AFIP la lista de la evasión fiscal y el lavado de dinero de Argentina en el HSBC de Suiza: 4040 cuentas entre empresas y titulares que fugaron 3500 millones de dólares en 2006. La dimensión, a nivel global, es significativa: nuestro país figura como el 8º en número de clientes y 21º en cantidad de dinero evadido.
Según el diputado nacional Roberto Feletti, presidente de la Comisión Bicameral Investigadora –creada por la Ley 27094- que investiga las conductas sistémicas de la fuga a partir de la lista de Falciani, “el HSBC montó, bajo un esquema de banca privada, una plataforma para facilitar la salida divisas del país y la evasión impositiva”. La actitud del HSBC no es nueva ni original. La Comisión Especial Investigadora de la Fuga de Divisas de la Cámara de Diputados, en 2001, determinó que del total de la fuga de divisas el 75 por ciento se hacía a través de la banca extranjera: el Citibank, Banco Río de la Plata, Galicia y HSBC fueron los más utilizados por las empresas y las personas físicas para sus transferencias al exterior.
Un banco obsesionado con su imagen
En Argentina, la historia del banco empezó en los ´90. Compraron los bancos Midland, Roberts y la Banca Nazionale del Lavoro. El capítulo más trágico fue el 20 de diciembre de 2001 cuando el personal de seguridad del banco, en avenida de Mayo, abrió fuego contra los manifestantes. La consecuencia fue el asesinato de Gustavo Benedetto. Mientras, el HSBC se llevaba el dinero del país tras el corralito.
Según la UIF, el HSBC no cumple una regla básica del mercado cambiario conocida como “Conozca a su cliente”. En Argentina tiene tres multas por un total de 104.504.581 pesos y once sumarios administrativos por diversos incumplimientos al deber de informar operaciones sospechosas de lavado de activos.
El presidente Martino ha sido artífice en la promoción de tales conductas financieras y administrativas.
En 2014 contabilizó una ganancia global de 13.700 millones de dólares, 5000 millones menos que en 2013 por el pago de una serie de multas a autoridades de control de Estados Unidos y Europa. En los últimos años, el HSBC está acostumbrado a cancelar penas con sumas millonarias. “Está más preocupado por la imagen de la entidad a nivel mundial que por las multas que tenga que pagar”, dijo el presidente de la UIF, José Sbattella.
En Argentina, además, la justicia lo investiga por sus tejes y manejes para forzar la devaluación del peso en enero de 2014, junto a los bancos Galicia, Citibank, BBVA Francés, BNP Paribas, JP Morgan y de Córdoba.
PW/JMM