Lo hizo ante la justicia, después que un matrimonio procesado por supresión de identidad de dos niñas intentara obtener la guarda de una de ellas. Estela de Carlotto y Nora Schulman, presidenta y directora del Comité Argentino de Seguimiento y Aplicación de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño (Casacidn), se presentaron como “Amicus Curiae”.
Otro caso de apropiación de niños llegó a la justicia. Un matrimonio procesado por supresión de identidad de dos niñas que criaron como propias intenta obtener la guarda de una de ellas. Alertado por el hecho, el Comité de Derechos del Niño se presentó ante la Corte Suprema de Justicia por considerar "inadmisible" que la justicia "consienta que se confundan adopción y apropiación".
Estela de Carlotto y Nora Schulman, presidenta y directora del Comité Argentino de Seguimiento y Aplicación de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño (Casacidn), se presentaron como “Amicus Curiae” -amigo del tribunal- ante la Corte, donde se tramita la guarda de una de las niñas. Angela y María -nombres ficticios utilizados para resguardar la identidad de las nenas- ingresaron, en el año 2011, a un hogar de niñas de la Ciudad de Buenos Aires por orden de la Justicia, que determinó que no eran hermanas y que la pareja que las tenía no eran sus padres biológicos.
"Las niñas, recién nacidas, fueron incluidas en el seno de una familia a partir de uno de los procedimientos más cuestionables y aberrantes: la supresión y suposición del estado civil y de la identidad", contó a Télam Schulman. Según la investigación judicial "la pareja inscribió a las niñas como propias", relató la profesional.
María, la más pequeña, fue restituida a su mamá biológica, quien fue la que hizo la denuncia que permitió encontrar a las nenas y que dio inicio a la causa judicial contra el matrimonio jujeño que las tenía. La mamá de María "recurrió a nosotras y a diversos organismos, hasta que consiguió, no sin dificultades, que le devuelvan a su hija", explicó Schulman.
La madre de la nena relató "que una mujer la engañó a ella y a la mamá de Ángela y se llevó a las dos pequeñas", agregó Schulman. Ángela, que ahora tiene 6 años, sigue institucionalizada y la justicia determinó que está en condiciones de ser adoptada, por lo que "un matrimonio, cumpliendo los requisitos legales, la llevó en guarda, pero la tuvo un mes y la devolvió porque la nena no cumplía sus expectativas. Tremendo", aseveró la directiva de Casacidn.
"El matrimonio compuesto por Juan Cabrera Pereyra y Nancy Trotta fueron a juicio oral por el delito de supresión de identidad en perjuicio de Ángela, a la vez solicitan la guarda la nena, lo que es inadmisible", explicó Schulman. Esta situación "contradice la Convención de los Derechos del Niño y la legislación nacional, ya que quienes en su accionar vulneraron el derecho a la identidad de la niña y la llevaron a la institucionalización en la que se encuentra, no pueden constituirse en guardadores legales de una niña que apropiaron", dice parte del Amicus que presentaron Carlotto y Schulman.
Agregaron que "si se da la guarda a los apropiadores, se estaría priorizando el interés de los adultos por sobre el de la niña" y señalaron que "se la coloca en la categoría de objeto y no de sujeto de derecho". El Comité, en su presentación ante la Corte, recordó además que "la supresión de la identidad es un hecho dañoso y la restitución en términos jurídicos, es un hecho reparatorio" por lo que "no corresponde resolver el desarrollo de la niña en un medio familiar que no construya su identidad en base a la verdad y a la realidad".
En el Amicus se resaltó que esta situación "tiene relevancia en términos jurídicos, pero también institucionales e históricos que trascienden a esta niña en particular al intentar que el máximo tribunal legitime en forma posterior un hecho de origen claramente ilegítimo". María vive con su mamá y papá, quienes "se preocupan" para que mantenga el vínculo con Ángela, a quien "visitan en el hogar e incluso solicitaron adoptar", compartió la directora del Comité, aunque, por ahora, no fueron escuchados.
"Tenemos que reflexionar seriamente: todo lo que sucede en la vida de esta pequeña parece estar comandado por las necesidades, deseos, intenciones y el poder de los grandes, desatendiendo constantemente el bienestar emocional de ella y por ende vulnerando una y mil veces sus derechos", reflexionó la titular del Comité. Como el caso se encuentra ante la Corte "existiendo la posibilidad de que la niña sea otorgada en guarda al matrimonio apropiador, en el Casacidn estamos preocupadas y queremos difundir esta situación, debido a las implicancias que tiene y porque queremos que sea efectivo el derecho a la identidad", concluyó Schulman.