Es por las subrogancias de Santiago Ulpiano Martínez y Claudio Pontet. El voto fue dividido -seis a seis- y definió la presidenta del organismo, Gabriela Vázquez. así, se decidió no ratificar esas designaciones. Sí se aprobó la subrogancia de Alejo Ramos Padilla, actual juez federal de Dolores, en el Juzgado Federal de Bahia Blanca N° 1, hasta hoy en manos de Martínez.
El Consejo de la Magistratura no ratificó la subrogancia de los jueces federales de Bahía Blanca Santiago Ulpiano Martínez y Claudio Pontet. En un voto dividió que debió definir la presidenta del organismo, Gabriela Vázquez, se votó por no ratificar esas designaciones de la Cámara Federal de Bahía Blanca y por aprobar la designación como subrogante del Juzgado Federal de Bahia Blanca N° 1, hasta entonces en manos de Martínez, de Alejo Ramos Padilla, actual juez Federal de Dolores.
Abrazos, llantos y felicitaciones por doquier inundaron el segundo piso del edificio que el Consejo de la Magistratura tiene sobre la calle Libertad al 700 de esta Capital. Es que la decisión resultaba vital para el avance de las causas de lesa humanidad en Bahía Blanca. Los organismos de derechos humanos y funcionarios que fueron hasta el consejo daban cuenta de la importancia de la decisión.
Entre el público pudo verse a la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, y a Rosa Roisinblit; organismos de derechos humanos como HIJOS, la APDH seccional Bahía Blanca y Capital; Hugo Cañón, de la Comisión Provincial por la Memoria, y distintos fiscales que actúan en causas o procuradurías especializadas como Pablo Parenti, Jorge Auat, y la presidenta de la Cámara Nacional de Casación Penal, María Laura Garrigós de Rebori y el diputado Horacio Pietragalla.
Antes de la votación, la palabra de las víctimas
“Fue fundamental la decisión de la presidencia de permitir que las victimas expresen su dolor y preocupación, eso le da a los votos a favor de la solución que dieron un fuerte contenido moral y ético”, le dijo a Infojus Noticias Jorge Auat, titular de la Procuradoría de Crímenes contra la Humanidad, aludiendo directamente a los argumentos de quienes votaron en contra: “a las observaciones formales se les respondió con moral y ética”, concluyó.
Esa moral y ética fue la que sentó ante los consejeros Eduardo Hidalgo, un sobreviviente que hoy forma parte de la APDH de Bahía Blanca que fue claro al hacer notar su malestar con “que se encubra la cuestión de fondo en cuestiones administrativas” porque “en el medio de esto se nos han quedado compañeros”, dijo con la voz quebrada y finalizó: “si continua siendo juez vamos a volver 30 años atrás”. Se levantó y abrazó a Estela.
“No soy abogada, soy una simple abuela de Plaza de Mayo, madre de Laura y abuela de un nieto perdido y encontrado alegremente”, dijo Carlotto a los consejeros que la miraban atentamente. Y recordó cómo ella en la tumba de su hija Laura juró “perseguir justicia por sus 30 mil compañeros”. También explicó que Martínez fue “una persona que ha incumplido”. “Yo pido que no se arrodillen señores, que Dios los ilumine”, les dijo.
“Cuando se empiezan a investigar las causas civiles empiezan a haber apartamientos, pero antes de los apartamientos, hay faltas de méritos, denuncias de fiscales que después son sancionados, jueces que subrogan juzgados de instrucción y tienen vinculaciones con los imputados, irregularidades que está muy bien que sea el Consejo de la Magistratura el que las dirima”, explicó el secretario de Derechos Humanos, Martín Fresneda.
La decisión
Doce eran los consejeros que estuvieron en la reunión pero sólo seis estaban de acuerdo por la no ratificación de los jueces subrogantes y la designación de Alejo Ramos Padilla. “Nos preguntan si tenemos que ratificar a Martínez, ¿qué vamos a responder? ¿Qué sí?”, se preguntó el secretario de Justicia, Julián Álvarez, después de detallar las acciones de magistrado para retrasar los juicios de lesa humanidad.
Esa posición era respaldada por los legisladores Anabel Fernández Sagasti, Héctor Recalde, Ruperto Godoy, el académico Jorge Candis y la jueza laboral y presidenta del consejo Gabriela Vázquez. Pero tenía una contrapartida encabezada por el juez subrogante de la Casación Luis Cabral, que sostenía que Martínez “ocupa el lugar hasta que se designe un titular” considerando que lo que se intentaba hacer, lo de ratificar o no las subrogancias, era “por un acto administrativo remover a un juez subrogante”.
Cabral pidió que se siga el procedimiento “por las vías correspondientes”, es decir un jury de enjuiciamiento. Pero Recalde recordó que lo que se hace es ejercer “una facultad que la ley le otorga al Consejo” que no es más ni menos que “designar a un subrogante”. “No podemos dejar que avasallen nuestras facultades”, replicó Fernández Sagasti.
Finalmente se votó a favor los ya nombrados. En contra votaron además de Cabral, el juez Leónidas Moldes, la representante de los abogados Adriana Donato, Miguel Piedecasas y los legisladores Ángel Rozas y Gustavo Valdés. Seis a seis.Debía definir la presidenta y así lo hizo: “Para asegurar la adecuada prestación del servicio de justicia”, dijo, y votó por no ratificar a los jueces subrogantes y designar a Ramos Padilla.
Hubo muchos abrazos y llantos. Hasta la presidenta del Consejo se acercó a hablar con Carlotto para abrazarla. “Una mujer tenía que ser”, le dijo Estela a Gabriela.
La denuncia y la defensa del secretario de Martínez
La situación que reinó hasta ahora en Bahía Blanca también se plasmó en la jornada de hoy en el Consejo de la Magistratura. Previo al Plenario dio declaración testimonial en el expediente contra Santiago Martínez su secretario en el juzgado federal N° 1 de Bahía Blanca, Mario Fernández Moreno, que durante más de dos horas respaldó y defendió el accionar de Martínez. Uno de los fiscales que denunció a Martínez, Miguel Ángel Pallazani, también habló hoy.
Fernández Moreno narró que en las causas Massot y Sierra: “Yo observé irregularidades que me imponían intervenir y me vi obligado a denunciarlo”, dijo refiriéndose a Pallazzani, y después contó como supuestamente desde el juzgado lograron pasar de identificar de 180 víctimas a 1040 como “una iniciativa del juez” tratando de imputarle a los fiscales que “esa tarea se vio truncada por el recurso presentado por los fiscales” considerando “obscena la ausencia de requerimientos”.
Momentos después, Pallazani habló ante los consejeros. La declaración no fue en calidad de testigo del procedimiento disciplinario contra Martínez, sino un mero informe de la situación de las causas de lesa humanidad en Bahía Blanca en el marco del tratamiento de las subrogancias. “Ni bien llegamos al cargo detectamos que la orden era no fraccionar causas” porque con eso se estaba “invisivilizando un grupo etario que quisieron exterminar”. Esa “atomización de causas”, consideró el fiscal, “era un yerro y por eso la apelación nuestra”.
“¿Por qué no se han tomado testimonios a las 90 víctimas de delitos sexuales?”, preguntó la diputada Fernández Sagasti. “Ya se les tomó testimonio en otras causas” y “se insertaron para evitar la revictimización”, respondió el secretario. “¿Considera que pueden ser considerados delitos de lesa humanidad?”, repreguntó la consejera. “Absolutamente”, contestó Pallazani pero aclaró que “si el juzgado no tiene pruebas no tenemos herramientas para avanzar legítimamente”.
Pallazani fue claro en este punto también: “El doctor (Jorge) Nebbia hiso un trabajo personal con las víctimas de violencia sexual e hicimos una imputación”, pero Santiago Martínez, en su rol de juez subrogante, “en una resolución dice que la violencia sexual en los centros clandestinos no integró el plan sistemático”, es decir, “lo descartó en media carilla”, contó el fiscal a los consejeros.
Fernández Moreno también habló sobre las excusaciones de Martínez: “Él se excusó por haber emitido opinión previamente.” Palazzani recordó las causas Massot y Vara donde el accionar de Santiago Martínez retraso las causas y le permitió, el ex capellán Vara, por ejemplo, morir impune en Paraguay.
En diálogo con Infojus Noticias, Pablo Parenti sostuvo que después de escuchar las justificaciones brindadas por quien fue el secretario de Martínez en el juzgado, Mario Fernández Moreno, sostuvo que las propias víctimas, presentes en la sala de audiencias “muchas víctimas que estaban escuchándolo desmentían muchas cosas que decía”. “Él se apartó directamente de las causas, se excusó por relación con varios de los imputados”, agregó Fresneda sobre el subrogante Martínez.
GA/RA