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El personaje Mamá Cora encarnado por Antonio Gasalla en el filme “Esperando la carroza” ha sido y es una de las caracterizaciones más festejadas por el público. Es el gran hit del cómico, que lo vuelve a interpretar una y otra vez en la televisión, sin importar que sólo de maquillaje tiene dos horas de preparación.

La versión que el público ve en el programa de Susana Giménez no se llama “Mamá Cora” sino “La Abuela” y se debe a que, en 1987, Jacobo Langsner se opuso a que Gasalla siguiera explotando a esa vieja llamada Ana María de los Dolores Buscaroli de Musicardi: “Mamá Cora”.

“Esperando la carroza” (1985) es una de las películas más queridas del cine argentino. Dirigida por Alejandro Doria y escrita por el uruguayo Jacobo Langsner supo reunir a un seleccionado de los mejores actores rioplatenses de aquellos años: China Zorrilla, Luis Brandoni, Enrique Pinti, Betiana Blum, Julio de Grazia, Juan Manuel y Andrea Tenuta, Darío Grandinetti y Antonio Gasalla como “Mamá Cora”.

Así como los actores de la comedia mexicana “El Chavo del 8” tuvieron su litigio con Roberto Gómez Bolaños (autor de la obra) o los ex luchadores de “Titanes en el Ring” con las herederas de Martín Karadagián por la utilización de los personajes; “Mamá Cora” también tuvo su puja entre el creador y el intérprete.

La diferencia en este caso es que la disputa entre Antonio Gasalla y Jacobo Langsner no llegó a los Tribunales porque tuvo una mediación en la Sociedad General de Autores de la Argentina (Argentores): la entidad que administra, tutela y protege los derechos de autores de teatro, cine, radio y televisión.

Aquella tarde de 1987, en las sede de Argentores de la calle José Andrés Pacheco de Melo 1820, del barrio porteño de Recoleta, estuvieron presentes el demandante: Jacobo Langsner -acompañado de su representante- y el demandado: Antonio Gasalla junto a su hermano Carlos.

Los hermanos Gasalla sostenían una carpeta, con originales y copia, donde figuraba que el actor tenía registrado un personaje llamado “La Abuela”, que protagonizó en el Teatro Maipo desde 1980 junto a la actriz Juanita Luna.

“Eran dos viejas sentadas en el banco de una plaza que hablaban de chimentos, un poco de actualidad y muy poco de política porque el contexto no era el adecuado para opinar sobre el gobierno de facto”, le dijo Carlos Gasalla a Infojus Noticias.

Cuando Alejandro Doria andaba buscando a los actores para “Esperando la carroza” el primer nombre que surgió para “Mamá Cora” fue el de Niní Marshall. “Llegamos a vernos dos o tres veces, libro en mano. Yo la adoraba, pero hubiese sido un desacierto: por más genial que fuera su papel, habría sido muy doloroso ver a una mujer de 90 años, y más a Niní, en ese papel”, contó el director en el 2008 en una nota con el diario Página/12.

Alguien le recordó a Doria que Gasalla hacía de vieja en el teatro y le salía muy bien. Bastó con una charla entre el actor y el director para que el papel de “Mamá Cora” fuera de él por el resto de sus días.

Mamá Cora sale de la carroza y viaja a Cuba

El estreno de la película fue el 6 de mayo de 1985. Las críticas la destruyeron y el público apenas superó los 730 mil espectadores en tiempos donde ir al cine era una costumbre.

El culto a “Esperando la carroza” fue creciendo de a poco, con los años, y los personajes que trascendieron la película fueron dos: China Zorrilla con “la chusma de Elvira” y su frase: “Yo hago ravioles, ella hace ravioles” y Antonio Gasalla metido dentro de esa vieja que siempre está a punto de perder el equilibrio.

La actriz uruguaya no siguió haciendo de Elvira aunque cada vez que actuaba se parecía bastante a ella. Lo cierto es que Gasalla, a pesar de haber creado otros exitosos personajes, no pudo despegarse de esos zapatos chuecos y de esa “bolsa de los mandados” que lleva colgando de su antebrazo derecho.

En1986 “Esperando la carroza” ganó el premio a la Mejor Película del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana. Desde aquel día los cubanos la amaron y Antonio Gasalla aprovechó para llevar el personaje de “Mamá Cora” a los escenarios de la isla.

Enterado de esta situación, Jacobo Langsner envió una carta documento a Argentores para que la entidad le prohíba a Gasalla seguir con la interpretación de “Mamá Cora”. “Le pedí que no lo hiciera o que me pagara los derechos porque el personaje es mío”, contó el autor en 2008.

En la mediación los abogados de Argentores se pronunciaron a favor de Antonio Gasalla. El actor podía seguir interpretando a “La Abuela” siempre y cuando no llevara el nombre de “Mamá Cora”.

El representante de Jacobo Langsner le dijo a Infojus Noticias que “Argentores le dio la razón Gasalla porque no querían perderse todo el dinero que les ingresa por la interpretación que él hace de este personaje. Si deja de hacerlo se pierden toda esa guita”.

Quien protege los derechos de Langsner, que por estos días se encuentra retirado en Montevideo, dijo además que “cualquiera que lo ve a Gasalla disfrazado de vieja no le dice “La Abuela” sino que todo el mundo se refiere a ese personaje como ‘Mamá Cora’ porque es igual al de la película”.

Al mismo tiempo dejó en claro que “Jacobo no le guarda rencor a Antonio y nunca quiso entrar en ninguna polémica porque es un hombre de perfil muy bajo que le interesa el teatro y no los chimentos”.

“La Abuela” siguió haciendo de las suyas en el teatro y en los ciclos de Antonio Gasalla en televisión durante más de dos décadas. En los últimos años fue una de las estrellas del programa de Susana Giménez y tuvo apariciones junto a Marcelo Tinelli.

En “Esperando la carroza 2” (2009) Jacobo Langsner volvió a hacerse cargo del guión pero esta vez no incluyó a “Mamá Cora”. Quizás hubiese sido muy vieja (pasaron 24 años), quizás no encajaba en su historia, quizás no había otro que pudiera hacer de ella que no fuera Antonio Gasalla. Sin Doria en la dirección y mezclando actores de la primera película con otros de la actualidad la segunda parte fue un fracaso: como producto y en recaudaciones.

En YouTube la versión original está cargada varias veces y sus partes más graciosas aparecen subidas por distintos usuarios. En uno de ellos la película completa figura con 1.307.400 vistos. La infinidad de veces que la pasaron por televisión y su reestreno en cine el año pasado -en versión remasterizada- hace que más de cuatro generaciones se sepan diálogos como: “Tenían tres empanadas.”; “Yo hago ravioles, ella hace ravioles, yo hago puchero, ella hace puchero”; “¿Dónde está mi amiga?”, “No tenía cara de mayonesa” o “¡Son los zapatos de mamá!”. Todos ellos saben, también, que la Abuela es Mamá Cora.