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El Gobierno nacional intimó al Banco Mellon de Nueva York (BoNY) para que renuncie a su lugar como intermediario con los bonistas que ingresaron a los canjes de deuda argentinos y así pueda ser reemplazado por Nación Fideicomisos. El banco dejó de cumplir las condiciones del contrato, y le corresponde dar un paso al costado. “Si no renuncia de forma inmediata, tanto los bonistas como la República tienen el derecho de separarlo de su función y nombrar otra entidad en su reemplazo”, advirtió el Gobierno mediante una solicitada publicada hoy en diarios de circulación nacional.

Con la sanción de la Ley de Pago Soberano, el Ministerio de Economía tiene la facultad de remover al banco y reemplazarlo por la entidad financiera que pertenece al Banco Nación. El Gobierno ya intimó al BoNY para destrabar las operaciones y cumplir con el pago del 30 de septiembre. Axel Kicillof, titular de esa cartera, anticipó que esos pagos se realizarán mediante Nación Fideicomisos, y que serán inembargables.

El juez Thomas Griesa mantiene congelado el pago que Argentina realizó el 26 de junio, y el BoNY ya recibió reclamos de parte de los bonistas por ese incumplimiento. Se trata de 539 millones de dólares que le pertenecen a los bonistas, pero que no salen del juzgado de Nueva York. El juez no decidió que el dinero vuelva a la Argentina porque ya le pertenece a los bonistas, pero tampoco les permite cobrarlo, como forma de presionar al país.

El BoNY dejó de cumplir las condiciones para ser “agente fiduciario” del convenio con los bonistas que ingresaron a las reestructuraciones de 2005 y 2010, porque “ha dejado de ser idóneo para desempeñar sus funciones”, indicó en la solicitada. El banco no sólo incumplió sus obligaciones al no distribuir el pago de junio entre los bonistas, también perdió su representación en Argentina, y dejó de estar autorizada para operar en el país. Esa representación es un requisito expreso, según el convenio firmado con los bonistas y al que adhirió el banco para prestar sus servicios.

El Banco Central recovó las autorizaciones otorgadas a las dos personas físicas que “eran las únicas autorizadas para actuar como representantes del BNY Mellon en Argentina”, se recordó en la solicitada. Y aclaró que “puesto que el BNY Mellon no cuenta con licencia otorgada por el Banco Central, ni está registrado de alguna otra forma para prestar servicios como agente fiduciario, ni se encuentra debidamente autorizado para actuar por medio de representantes locales, dicho banco no cuenta con una oficina que esté autorizada a representarlo en Argentina”.

“Los bonistas deben estar en conocimiento de que el Convenio de Fideicomiso 2005-2010 contempla para ellos los derechos y herramientas necesarias para corregir la falta de idoneidad que tiene el BNY Mellon para desempeñarse como Agente Fiduciario y los incumplimientos de sus obligaciones, actualmente en curso, en especial su obligación de transferir los pagos efectuados por la República Argentina a los bonistas”, resumió el Gobierno en el aviso legal de hoy.

El Citibank, que también es agente de pago de bonos en dólares, también evitó distribuir los pagos de junio entre los bonistas, por temor a la represalia judicial de parte de Thomas Griesa. Sin embargo, el convenio que firmó la Argentina no es con el banco estadounidense, sino con la filial argentina, por lo que la entidad estaría incumpliendo la ley nacional y el convenio con el Estado. Los próximos pagos podrían ser realizados únicamente mediante Nación Fideicomisos, pero aún se desconoce qué definirá Griesa sobre el dinero congelado del pago de mitad de año.