El locutor Pablo García declaró en la justicia
Dijo que no se detuvo porque entró en estado de shock y quiso llegar al peaje para pedir ayuda. Responsabilizó a la víctima y desconoció que le hayan hecho un test de alcoholemia. La familia de la víctima dijo que la declaración es incongruente.
Pablo García prestó declaración indagatoria por escrito y sostuvo que luego del accidente entró en “estado de shock”. Está acusado de “homicidio culposo” por la muerte de Reinaldo Rodas, a quien atropelló con su auto en febrero de este año, causándole la muerte. La fiscal María Inés Domínguez, en la Unidad Funcional de Instrucción N° 3 de Pilar, incluyó también la acusación alternativa más grave de “homicidio simple con dolo eventual”.
En su escrito, García explicó que no se detuvo porque entró en estado de shock y quiso llegar al peaje para pedir ayuda. Responsabilizó a la víctima y desconoció que le hayan hecho un alcoholímetro o que le hayan sacado sangre, y aseguró incluso que no recuerda si estuvo en un hospital. Pidió que ser sobreseído.
Alberto Domínguez, abogado de la familia de Rodas, calificó de incongruente la declaración, ya que considera contradictorio el estado de shock con la decisión de llegar al peaje para pedir ayuda. Sostuvo que García no contestó de dónde venía ni qué había estado haciendo antes del accidente porque “no le convenía hacerlo".
El otro abogado de la familia, Adrián Sabaris, expresó que el acusado "intenta hacer una evasión de su responsabilidad" ya que "le carga parte de la culpa a la víctima" porque, a su criterio, "si Reinaldo Rodas no circulaba por Panamericana nada de esto hubiera sucedido".
La noche del 17 de febrero, alrededor de las 6 de la mañana, Pablo García de 28 años, atropelló a Reinaldo Rodas en la Panamericana. Rodas circulaba en bicicleta a la altura del kilómetro 52 rumbo al Country Mapuche, donde trabaja como vigilador cuando se lo llevó por delante el Peugeut 504 de García, quien manejó 130 kilómetros con la víctima en el asiento de acompañante. EL test de alcoholemia arrojó que García tenía 1,45 gramos de alcohol en sangre, cuando lo permitido es 0,5.
La carátula del caso es “homicidio culposo”, un delito no intencional que conlleva pena de seis meses a cinco años de cárcel. Pero la fiscal agregó la posibilidad de acusarlo de “homicidio simple con dolo eventual”, que prevé una pena de 8 a 25 años. El dolo eventual se da cuando una persona se representa la posibilidad de que con su conducta -en este caso conducir un automóvil en estado de ebriedad-, puede causar una muerte y pese a ello, continúa con su accionar sin importarte el resultado.
Catalina, la viuda de Rodas, criticó que García declarara por escrito y dijo estar indignada. “Es una persona que no tiene corazón, me siento re mal, la justicia tiene que actuar. Que por lo menos García diga ‘si, lo atropellé, me hago responsable, lo maté´.”
A la salida de la fiscalía, familiares y amigos de Rodas esperaban a García con carteles que decían “García asesino” y “Basta de justicia con coronita”. Los manifestantes increparon a la policía por “proteger a García” para que no tuviera contacto con la prensa.
Hubo una nueva audiencia por el encubrimiento del atentado a la AMIA
Qué juicios se reanudan y cuáles comenzarán en 2016
