Infojus Noticias

Haga frío, calor o si Buenos Aires amanece inundada, los ordenanzas judiciales tienen que salir con sus carros a la calle. Armar paquetes de expedientes, cruzar calles y trasladarlos a los juzgados es su tarea. Una de las cosas más complicadas es subir y bajar escaleras con los carros. Por eso, ayer a la mañana unos cien trabajadores del Poder Judicial protestaron en las escalinatas del Palacio de Justicia para exigir la colocación de rampas.

Un ordenanza puede llegar al juzgado a las 6.45. Arma paquetes con expedientes y cédulas de fiscalías y juzgados, los pone en su carro y se va a repartirlos a otras dependencias. A veces el carro por la mitad, a veces tres cuartos. La mayoría de los trabajadores se visten de forma informal, con remeras y ropa cómoda, pero en algunos juzgados, sobre todo los fueros penales, exigen que usen saco y corbata. Años atrás la Corte les daba ropa laboral, ahora ya no.

"Una vez se me cayó el carro con todos los expedientes en la Avenida 9 de Julio y lo terminé juntando entre semáforo y semáforo", contó un ordenanza a Infojus Noticias. "Nosotros trasladamos causas importantes, que muchas veces salen en los medios".

La última semana de octubre, la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación envió una carta al secretario general de administración de la Corte Suprema de Justicia de Nación, Héctor Daniel Marchi. El objetivo de la misiva era plantearle la necesidad de instalar rampas para evitar trastornos que genera el ascenso de los carros a los ordenanzas por el peso y volumen que trasladan a diario.

Cansados de ser el “che pibe” de los jueces, los ordenanzas también reclamaron a la Corte Suprema la reecategorización de categorías. “Tenemos la misma tarea, el mismo horario pero no el mismo sueldo”, se quejaron ante Infojus Noticias. Piden que a igual tarea, igual remuneración.

“Las escalinatas del Palacio son empinadas y altas y muchos de nosotros tenemos problemas de columna”, contó un ordenanza que prefirió no dar a conocer su nombre.

Las mujeres también se ocupan de transportar carros. “Para nosotras es más complicado por el peso, tenemos menos fuerza. A veces dejamos el carro abajo, agarramos un paquete y lo subimos y así hasta subir todos", relató una de ellas. Si no trasladan muchos paquetes, los hombres prefieren subir el carro de escalón en escalón.

Después de seis horas de trabajo y terminar con la espalda un poco peor, regresan a sus casas. Solo esperan que alguien se ocupe de ellos, un eslabón necesario en el Poder Judicial.