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Alan Schlenker llegó a los tribunales de San Isidro en medio de un fuerte operativo de seguridad. La policía temía que el ex jefe de la barra brava de River -en libertad hasta que la Cámara de Casación resuelva la apelación a la condena a perpetua por el crimen de Gonzalo Acro- llegara acompañado por otros barras. Schlenker está siendo juzgado por el asesinato en 2001 del “Gordo Popo”, un transa de Villa Borges.

Los fiscales Patricio Ferrari y Matías López Vidal lo acusan por el delito de "homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego", que prevé una pena de hasta 25 años. Los funcionarios sostienen que el crimen de Alfredo Sanzi, alias el “Gordo Popo”, de 19 años fue una venganza por haberle robado y baleado al hermano menor de Alan cuando fue a comprar drogas a la Villa Borges, en el partido bonaerense de Munro.

“Soy inocente” dijo el ex barra al canal C5N. “Lo que está evidenciado es que los que armaron esta causa son los de la barra brava oficial”, acotó en la puerta del Tribunal Oral en lo Criminal 6 de San Isidro. “Todos lamentamos la muerte de Gonzalo, pero Alberto, porque hayan matado su hijo, no tiene derecho a mentir. El falso testimonio es un delito que tiene pena de hasta 10 años de prisión”, dijo Schlenker. “En el transcurso de esta investigación está demostrada mi inocencia. Esta causa ni siquiera tendría que haber llegado a juicio oral, pero lo que pasa es que soy Alan Schlenker”, agregó.

El ex líder de los Borrachos del Tablón dijo que “la barra oficial” está en su contra y le “tira todas las causas que puede”. “No es la primera vez que Adrián Rousseau (ex líder de la otra facción de la barra) me mete preso”, contó. Y agregó que uno de los testigos de identidad reservada que lo incriminan “es Matías Goñi, actual capo de la barra”. “La barra oficial está en mi contra y me tira todas las causas que puede. No es la primera vez que Adrián Rousseau (ex líder de la otra facción de la barra de River) me mete preso”, dijo el imputado.