Tiene que resolver la Corte
Es hijo de un juez y tiene una condena: ¿Puede trabajar en la justicia?
Es hijo del juez Jorge Ángel Brugo. Mientras trabajaba como oficial notificador en la Cámara Penal Económica lo condenaron por golpear a un adversario en un partido de fútbol. Otro juez pidió su cesantía. El caso llegó hasta la Corte Suprema.
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La Corte Suprema todavía no resolvió el pedido de cesantía de Pablo Brugo, empleado del Poder Judicial e hijo del juez en lo Penal Económico Jorge Ángel Brugo. En 2005, Pablo Brugo fue condenado a seis meses de prisión por “lesiones leves dolosas”, luego de que golpeara a un rival en un partido de fútbol. Entonces se desempeñaba como oficial notificador en la Cámara Penal Económica y un juez pidió su cesantía por considerar que la condena no le permite seguir trabajando allí. El pedido fue rechazado y llegó a la Corte Suprema.
Su padre es el juez Jorge Ángel Brugo, titular del Juzgado Nacional N° 5 en lo Penal Económico. A pesar de que se jubiló en 2006, continúa ejerciendo como juez “convocado”, a pedido de sus superiores de la Cámara del fuero.
Jorge Brugo ya lleva acumuladas varias denuncias ante el Consejo de la Magistratura. Todas son del año pasado y están en estado de “investigación preliminar”, según se desprende del registro web del Consejo. En una de ellas, un abogado lo acusó por mal desempeño en una causa por tráfico de drogas donde dictó la prisión preventiva de una persona erróneamente. En esa ocasión, la Sala B de la Cámara Nacional de Apelaciones dictó una resolución donde calificó la instrucción de Brugo como “paupérrima”. Un mes después, otro abogado lo denunció por sospechar de su conducta en el caso de contrabando de más de 3.300 kilos de cocaína, conocido como “Manzanas blancas.”
Hace unos años, su hijo, Pablo Brugo, se violentó en un partido de fútbol amistoso al cruzarse con uno de los adversarios en el vestuario. Le propinó varios golpes, lo que le ocasionó al jugador la pérdida de un diente, el desplazamiento de otro y la quebradura de uno más, además de lesiones estéticas, masticatorias y fonéticas, según arrojó la pericia médica.
La actitud le valió a Pablo una condena de seis meses de prisión, dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal de Instrucción N° 14 de la Capital Federal el día 22 de junio de 2005. Los jueces decidieron también iniciarle una causa a dos de sus testigos por falso testimonio.
Entonces, Brugo trabajaba como notificador en la Cámara Penal en lo Económico, en el juzgado a cargo de Juan Pedro Galván Greenway. Éste juez le inició un sumario administrativo y luego pidió la cesantía de Brugo a la Cámara de Apelaciones. Los reglamentos de la justicia nacional disponen que quienes no guarden una conducta “irreprochable”, tanto adentro como afuera del lugar de trabajo, deben ser apartados de sus cargos.
La Cámara consideró que la condena no constituía un impedimento para desempeñarse en el Poder Judicial, por lo que la cesantía fue rechazada. Greenway insistió y el pedido llegó hasta la Corte Suprema, que todavía no lo resolvió. A su vez, Brugo hijo inició una demanda contra el juez Greenway por amenazas.
Mientras tanto, Pablo Brugo pasó a trabajar en la Ujiería de la Cámara Penal Económica.
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