“Tuvimos una entrevista con monseñor Graselli para que nos ayudara. Dijo que él no tenía muchas posibilidades de ayudarnos, pero que iba a rezar”, declaró hoy Célica García en la audiencia de la causa ESMA unificada. García es hermana de Diana, una militante de Montoneros que está desaparecida desde octubre de 1976.
El megajuicio está a cargo del Tribunal Oral Federal N°3. Comenzó a finales de noviembre del año pasado y tiene 68 imputados, entre ellos: Jorge “Tigre” Acosta, Carlos Capdevila, Alfredo Astiz y Ricardo Cavallo, presente en la audiencia de hoy.
La familia García, al igual que otras que buscaban datos de sus desaparecidos, recurrió al vicario castrense Emilio Teodoro Graselli, de la iglesia Stella Maris, de la ciudad de Buenos Aires. A principios de los ’80, Graselli se jactó de haber reunido miles de datos de militantes políticos ofrecidos por sus familiares, pero años después declaró en distintos juicios que no recordaba nada.
García contó que una tarde a principios del ‘77 fue con su mamá a la ESMA. “No sabíamos que Diana estaba ahí. Fuimos con papelitos con el nombre de mi hermana y lo pegamos con cinta scotch en las rejas. Decíamos el nombre porque teníamos necesidad de decirlo”, dijo Célica.
Diana era psicóloga y tenía 30 años cuando fue secuestrada por un grupo de tareas de la ESMA. Su hermana contó que el año pasado publicó un libro sobre los desaparecidos de su barrio, en Berazategui. En la presentación, se le acercó un hombre que ella no conocía y le dijo: “Yo estaba enamorado de tu hermana. Militaba con ella, con Yaya”. Así, Cecilia se enteró cómo le decían a su hermana en la militancia.
A finales de 1977, la madre de Diana recibió una postal navideña del cardenal que apoyó la dictadura, Raúl Francisco Primatesta: “El respeto de los derechos humanos es el camino más seguro a la paz”. Y lo firmaba Jorge Rafael Videla con una leyenda: “Sin ausencias, sin angustias y sin odios”. La tarjeta se expuso en el proyector para que lo vieran todos. Un arbolito de Navidad en el centro, rodeado de hombrecitos en ronda.
Beatriz Canterini, madre de Hernán Abrieta, militante de la Juventud Universitaria Peronista en Arquitectura, brindó testimonio sobre su hijo. Abrieta está desaparecido desde diciembre de 1976.
En la audiencia de hoy también declaró Patricia Monforte, hija del desaparecido Alejandro Monforte, que fue secuestrado por un grupo de tareas el 10 de noviembre de 1976 en su domicilio de la localidad bonaerense de Munro. Fue liberado el 24 de noviembre de ese mismo año previo sufrir torturas en la ESMA.