Máximo Arreyes se fugó en 2001 de un penal de Tucumán. Estaba condenado por robo y ya había estado preso en otras oportunidades. Estaba fuera del país y esperó a que cerrara la causa para volver. Ahora lo detuvieron por portación de arma de guerra.
Máximo Arreyes se fugó en 2001 de un penal de Tucumán y estuvo prófugo de la Justicia argentina viviendo en varias ciudades del mundo. Ahora que esa causa prescribió, Arreyes volvió a la Argentina y desde el lunes está otra vez detenido por portación de arma de guerra. Hoy debía declarar ante el fiscal cordobés Fernando Moine.
Un policía retirado de Investigaciones de Río Cuarto reconoció a Arreyes y avisó a la Jefatura. El lunes, horas después, cuando Arreyes se subió a un VW Gol negro alquilado en Buenos Aires, lo cercaron con varios móviles y lo detuvieron junto a otros dos hombres, hermanos entre sí. “Se lo detuvo por el delito en flagrancia de portación de arma de guerra, tenía una Bersa 380 con cinco cartuchos y uno en la recamara”, dijeron a Infojus Noticias de la fiscalía de Moine, donde hoy se presentará Arreyes para su indagatoria.
Apodado “El Indio”, Arreyes tiene 51 años y en una época fue conocido por liderar una barra de motoqueros autodenominada “El Batallón Mermelada”, por una banda rosarina de relativo éxito en los ‘70. Eran conocidos por ser los “chicos bien”, que movían todo tipo de negocios criminales y andaban en motos caras. La de Arreyes era una Kawasaki 1300.
El Facebook de Arreyes lo muestra en diferentes postales del mundo: en la nieve, en las sierras, con palmeras y en el mar. Los años que estuvo prófugo se dedicó a viajar por Europa y sobre todo a instalarse en España, donde uno de sus hermanos estaría vinculado a la franquicia Rent-a-car de Alicante. Su hermana, Patricia, tuvo sus cinco minutos de fama en la TV sensacionalista española, donde apareció para aclarar qué tipo de relación tenía con el ex de una integrante menor de la corona.
“Lo que no se soluciona cambiando de página, se soluciona cambiando de libro”, dice en uno de los posts de la cuenta de Facebook de Arreyes, fácil de encontrar ya que tiene su nombre verdadero. Eso fueron los contactos de su familia en España: un cambio de libro para sus antecedentes.
Jorge Valverde fue abogado de Arreyes en su primera condena por robo (tres años de prisión en suspenso en la década del ‘80), y también lo es ahora. Según dijo a Infojus Noticias, Arreyes “se presentó en Tucumán la semana pasada con otro abogado y pidió el sobreseimiento por prescripción de acción, ya que la causa de la que estaba prófugo ya venció su plazo. Mientras su representante en la pampa espera esa tramitación, ya le concedieron eximición de prisión”.
Arreyes estuvo preso entre 1991 y 1997, condenado por la Justicia federal como “coautor de almacenamiento y transporte de estupefacientes en concurso real y agravado por el número de personas intervinientes". El caso fue muy resonante porque también determinó la detención de la cúpula de Toxicomanía de la policía de Córdoba por encubrimiento. Osvaldo Criado y Silvio Leurino, jefe y segundo jefe de esa división en la Unidad Regional 9 de Río Cuarto, así como el ex agente Jorge Mozzi, fueron condenados a dos años de prisión cada uno por encubrir el accionar de Arreyes.
La Voz de Córdoba publicó que cuando Arreyes fue condenado por robo, cuando tenía 30 años, le dejaron en la casa de un prosecretario de la Justicia federal una filmación en la que se lo ve en su cumpleaños. En el video, mientras Arreyes brinda con los jefes de Toxicomanía, otros se drogan y él dice a la cámara: “Brindo por Bolivia, su tierra y su...”.
A los pocos meses de salir, en 1997, Arreyes fue nuevamente detenido por un golpe tipo comando al frigorífico Aimar, donde entró fuertemente armado y a cara descubierta con su banda y se llevaron 97 mil pesos.
Cuando se fugó de Tucumán en 2001, se sospechó de connivencia de jueces, abogados, policías y hasta de integrantes de la Iglesia. Algunos rumores de provincia lo marcan como un “protegido” de un obispo que luego fue trasladado a Salta y dicen que cuando era menor hasta lo escondía en la Catedral. En ese momento el gobierno tucumano separó a 17 agentes del Servicio Penitenciario, porque trascendió que Arreyes salió de la cárcel caminando por la puerta principal.
“Hoy es la indagatoria y él se va abstener para esperar que lleguen los informes a los fiscales. Allí va a constar que ningún pedido de captura está vigente”, dijo su abogado. De todas formas, Arreyes deberá esperar hasta diez días en una cárcel de Río Cuarto mientras la fiscalía resuelve su situación.