José Campusano, el director caracterizado por su estilo crudo, estrenó un film de 200 minutos en el Festival de Cine de Mar del Plata. Tema: la trata de personas con fines de explotación sexual, actuada por los mismos protagonistas.
“Fantasmas de la ruta” es la primera película argentina que aborda el tema de la trata de personas con fines de explotación sexual en el conurbano bonaerense. El director José Celestino Campusano filmó durante dos meses y medio en las localidades de Ezeiza, Monte Grande, El Jagüel, Tristán Suárez, Florencio Varela y Valentín Alsina lo que él define como “una historia basada en hechos reales actuada por los mismos protagonistas”.
A pesar de su larga duración, “Fantasmas de la ruta” representa a la Argentina en la Competencia Internacional del Festival de Cine de Mar del Plata. Se estrenó ayer con buena recepción del público y de la prensa.
Como en sus anteriores películas, “Vil Romance” (2008), “Vikingo” (2009) y “Fango” (2012), Campusano recurrió a gente del barrio ajena al mundo del cine o el teatro para las actuaciones. Escribió el guión con el aporte de datos biográficos brindados por la propia comunidad.
“Fantasmas de la ruta” tiene como protagonista al Vikingo: un motoquero que reparte frutas y verduras en una vieja camioneta. Entre sus compañeros motoqueros, el mejor amigo es Mauro, el más joven del grupo, a quien quiere como si fuera su hijo. En un momento Mauro se pone de novio con Antonella, una de las chicas más lindas del barrio.
Mauro tiene un primo, Sergio, que estuvo preso por delitos sexuales. Este ex convicto se dedica a reclutar chicas para entregarlas al dueño de un prostíbulo. Es así que rapta a Antonella. Mauro junto al Vikingo y sus amigos motoqueros recorrerán los prostíbulos del conurbano para rescatarla ignorando el verdadero destino de la chica.
Ganadora del Concurso Series de Ficción para Productoras con Antecedentes del INCAA esta nueva obra de Campusano fue concebida como una miniserie de 13 capítulos para emitirse en la Televisión Pública.
La profundidad de su contenido narrativo hizo que terminara siendo una película de 200 minutos: el film argentino más extenso de los últimos años luego de “Historias extraordinarias” (245 minutos).
“Todo es un laburo de primera mano. Nosotros nos metemos en el territorio a buscar las historias de boca de quienes las viven y después son las mismas personas las encargadas de actuarlas, no tienen que crear ningún personaje porque son sus vidas. Ese es mi modo de trabajar”, le dijo José Campusano a Infojus Noticias.
Nacido en Quilmes, Campusano es hijo y hermano de boxeadores. Estudió un tiempo la carrera de realizador argumental en el Instituto de Cine de Avellaneda y hasta hace poco tenía un negocio de aberturas en El Pato, Berazategui. Señalado como el “Pappo” del cine -por sus camperas de cuero, su cabellera y modo de hablar- es fiel a su idea de “retratar la realidad con su crudeza, con sus matices, lo bello de lo verdadero y que la misma comunidad se represente a sí misma”.
Acostumbrado a filmar en los lugares que conoce porque “ese es mi territorio”, Campusano no permite que se modifique nada de las locaciones elegidas, que no haya decoración para no alterar lo genuino.
“Fantasmas de la ruta es una historia que lamentablemente se repite en el conurbano y nadie va a encontrar la noticia publicada en un diario porque hay un segmento social amplio que consume y es parte de este sistema de explotación diabólico”, dijo el director.
Campusano afirmó que también “pasa en la Capital porque la connivencia policial y judicial está en todo el país. Muchos piensan: ‘mientras no me toquen a mi hija, está todo bien’”.
Con esta película Campusano se planteó el objetivo de “llegar a un público joven con el fin de que se visibilice la trata de mujeres en el conurbano, de las chicas esclavas de la explotación sexual para ayudar a terminar con esto”.
Con el lema “se filma o se filma” el director quilmeño viene dando batalla en el mundo del cine hace más de 30 años, pero tuvo que esperar hasta el 2005 para estrenar su mediometraje “Bosques”. “No me interesa hacer una réplica del cine norteamericano, en mis películas es la comunidad la que se expresa creando ese clima de verosimilitud que busco transmitir”.
Como en sus anteriores flims, Campusano no intenta juzgar a través de su relato. “Trato de dejar un registro lo más fidedigno posible de un momento específico en la historia de una cultura, respetar al extremo lo establecido, lo que ya está instalado y funciona antes de la llegada de la cámara. Lo verdadero es aquello que se instala por repetición”.
Por estos días Campusano se ocupa de llevar adelante el Foro Nacional Cinematográfico junto a realizadores independientes, cineclubistas y estudiantes de toda la Argentina para incluir las filmografías más periféricas del país al corpus del cine argentino.
El director José Campusano.