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Infojus Noticias

25-7-2014|11:54|Trata Nacionales
Etiquetas:
Trata de personas con fines sexuales

Fernanda Aguirre: diez años de ausencia y lucha

Fue uno de los casos paradigmáticos, junto al de Marita Verón, para que se empezara a hablar de la trata de personas y se avanzara en legislación para combatirla. Una década después de su desaparición se la sigue buscando con vida, mientras la única condenada quedó en libertad condicional.

  • Télam
Por: Florencia Alcaraz

Al fondo de su casa en San Benito, un pueblo de 6.500 habitantes cercano a Paraná, la capital de Entre Ríos, los Aguirre tienen un galpón. Al lugar le faltaban chapas y colocar el piso. “Papi, apúrate con el piso. Tenés que terminarlo”, Fernanda le decía siempre a su papá, Julio Aguirre. La nena tenía 13 años. Pensaba hacer su fiesta de 15 ahí. “Faltan dos años todavía”, le replicaba el padre. Fernanda no llegó a festejar su cumpleaños y su padre nunca arregló el galpón. La nena, que hoy ya tiene 23 años, está desaparecida hace diez. Su cara aniñada con un mechón de pelo sobre la frente fue primero una foto de búsqueda, después se convirtió en una pancarta acompañada con un pedido de justicia. Su causa, junto con la de Marita Verón, fueron casos paradigmáticos para que se empezara a hablar de trata de personas y se votara una legislación para combatir el delito en 2008.

Dicen que la vieron embarazada en un lupanar hace ocho años en San Luis. Otros contaron que estaba en Arrecifes en un prostíbulo de ruta conocido como “El Rosedal”. Algunos creen que la mataron. La única certeza que hay sobre Fernanda Aguirre es que está desaparecida desde el 25 de julio de 2004 cuando volvía a su casa. Su familia la busca viva. La abuela de la nena, María Dora Alterbach de Cabrol, habló estos días con los medios. Para la mujer, de 74 años, no hay ninguna duda que Fernanda está en algún lugar secuestrada. “Nosotros la seguimos buscando”, dijo a Infojus Noticias María Aguirre, la hermana de Fernanda. Hoy tiene 30 años.

Al igual que en el caso de la joven tucumana desaparecida, detrás de la búsqueda de Fernanda estuvo su madre, Inés Cabrol, que murió en 2010 sin saber qué había pasado con su hija. La mamá de Marita Verón siempre la acompañó. “Su mamá hizo todo lo posible por saber dónde estaba, pero su cuerpo no soportó tanto dolor. Juntas golpeamos puertas para exigir respuestas por nuestras hijas pero hoy ella ya no está, y siento la responsabilidad como madre de seguir buscándola y sobre todo de conseguir justicia”, dijo hoy Susana Trimarco a través de su perfil de Facebook.

Como cada aniversario en el que se recuerda su desaparición se organizaron distintas actividades. Hoy en San Benito habrá un “Congreso contra las violencias”, convocado por la Fundación Queremos Ayudar. El colegio parroquial San Benito Abad, donde estudiaba la joven, será sede el encuentro. Ahí hay un mural donde se la recuerda. La violencia de género, la trata de personas con fines de explotación sexual, el acoso escolar, el consumo problemático de sustancias y el maltrato a adultos mayores serán parte del temario del encuentro. El 25 se hará una misa en la parroquia del pueblo.

“Incidente de Localización”

El secuestro y desaparición de Fernanda está vinculado a múltiples delitos: trata, violación, abuso sexual, desaparición forzada. Sin embargo, el título de la caratula está impregnado por el gélido lenguaje judicial: “Incidente de Localización de Fernanda Aguirre", dice en la tapa el expediente que radica en el Juzgado de Instrucción Nº 6 de Entre Ríos. Cuando Fernanda desapareció, todavía no existía una ley que reglamente el delito de trata de personas.

Otra causa judicial por el caso ya tuvo su juicio. Se trata del “secuestro extorsivo” de la chica. Un mes después de su desaparición la policía detuvo a Miguel Lencina, un vecino con antecedentes penales por homicidio. El hombre no llegó a ser juzgado porque apareció ahorcado en su celda. En 2007, un Tribunal de Paraná condenó a 17 años a la esposa de Lencina, Mirta Analía Chaves. Para la Justicia, la mujer y su pareja secuestraron a Fernanda. Hoy, la jueza de Ejecución de Penas, Cecilia Bértora, confirmó que Chaves se encuentra en libertad condicional, luego de beneficiarse con una reducción de 20 meses en la pena. También se juzgó a Raúl Monzón como partícipe necesario, acusado de trasladar a la nena en su auto, pero lo absolvieron en el juicio.

Según la versión que se probó en el debate oral, el día que desapareció Fernanda, Lencina había salido a pasear con su mujer y un sobrino de 17 años por el cementerio Parque de la Paz, en San Benito. Lencina intentó asaltar una florería con un arma. Su familia lo convenció para que no lo hiciera. Más tarde vio pasar a Fernanda y según su sobrino, Lencina dijo: “Ya vas a ver lo que le pasa a ésta cuando vuelva”. Lencina tomó a la chica del cuello y la llevó hasta un descampado. Ahí se la ofreció a su sobrino para debutar sexualmente, pero él rechazó la propuesta. Según el joven, Lencina le preguntó a Fernanda si sus padres tenían plata.

La policía y la Justicia dieron con Lencina y su mujer porque días después de la desaparición, la familia de Fernanda recibió un llamado en el que pedían un rescate de 2.000 pesos. El secuestro quedó probado y tuvo su condena. Pero nunca se supo qué pasó con la entrerriana. La madre de Fernanda y las organizaciones sociales creen que se trató de captación para una red de trata.

Hace un mes el expediente, que estaba estancado, volvió a moverse con el testimonio de una víctima de trata sexual en un programa de televisión que dijo haberla visto en un prostíbulo en San Luis. “Yo estuve con Fernanda Aguirre”, dijo. Y las esperanzas de localiza a la nena se reavivaron.

Según la chica de 22 años identificada como Nerea Soledad, ella fue coptada en Misiones y trasladada a la provincia puntana cuando tenía 11 años. En los medios dijo que vio a Fernanda en un prostíbulo de esa provincia. Pero cuando declaró ante la justicia se desestimó su relato porque aseguró que Fernanda tenía “un ojo desviado”. Una característica que la nena desaparecida no tenía. “Por ahora no hay nada nuevo”, dijo una fuente de la justicia de Paraná a Infojus Noticias. La familia tampoco tiene ningún dato nuevo. “Cuando pasó lo de ese testigo, nos enteramos por los medios”, contó la hermana de Fernanda.

El año pasado el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la nación elevó a 150.000 pesos la recompensa para quien aporte datos sobre el paradero de la chica. El programa nacional de Coordinación para la Búsqueda de Personas Ordenadas por la Justicia, en el teléfono (011) 5300-4020 atiende llamados para quienes puedan aportar información.

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