Los dueños del restaurant dejaron de comprar mercadería y de pagar los sueldos hace meses. Un juez civil intenta desalojar a los trabajadores, que desde el jueves duermen en el establecimiento. Ellos exigen que les paguen los sueldos impagos y proponen alquilar el lugar para funcionar como cooperativa.
Los trabajadores del restaurante “Lalo de Buenos Aires” realizarán hoy un festival musical en la puerta del establecimiento, en rechazo a la orden de desalojo dictada por el juez Pablo Torterolo, a cargo del Juzgado Nacional en lo Civil Nº63. Reclaman tres meses de sueldos y vacaciones impagos y piden conservar sus puestos de trabajo. Teresa Parodi participará del festival en Montevideo 355, desde las 19hs.
Los dueños de “Lalo” dejaron de pagar el alquiler en 2012 y hace un año la justicia dictó una orden de desalojo, pero nunca llegó a efectivizarse. “Después algo acordaron, porque el desalojo no se produjo, pero no sabemos qué”, explicó Ornella Nociti, abogada de la cooperativa Alé Alé, que también asesora a los empleados de Lalo.
Los dueños de la empresa dejaron de comprar mercadería, de pagar los sueldos y de hacer aportes jubilatorios hace ocho meses. Les ofrecen emplearlos en otro local, pero comenzando un vínculo laboral nuevo sin reconocerles los años de antigüedad y pagándoles sólo la mitad del sueldo en blanco. Desde el jueves pasado, los trabajadores duermen en el local y se resisten a abandonar el lugar. Proponen alquilar el lugar y hacer funcionar el restaurant como cooperativa, y tres de los cuatro dueños están de acuerdo.
Además, los trabajadores presentará un recurso de amparo ante la justicia laboral para que ese fuero pida suspender el desalojo. Para mañana está prevista la audiencia de conciliación, que la semana pasada no pudo realizarse porque los dueños no se presentaron. Los trabajadores también esperan que mañana intenten desalojarlos. El miércoles pasado también quisieron desalojarlos, pero resistieron la medida.
Sobre los catorce empleados también pesa una denuncia por “usurpación” en el fuero contravencional de la ciudad de Buenos Aires. El jueves, un fiscal contravencional pidió cerrar el lugar, pero los trabajadores responden que están en sus puestos, resguardando la fuente laboral. Aclaran que nunca fueron despedidos formalmente.