Se espera que Francia presente hoy un escrito ante la Corte Suprema de Estados Unidos para respaldar la postura de Argentina en el litigio que mantiene con los fondos buitre del Grupo NML, dirigido por Paul Singer, su principal accionista
El gobierno de François Hollande había anticipado en la cumbre de ministros de Economía del G20 –realizada a mediados de julio en Rusia- que presentaría un amicus curiae en favor de los argumentos argentinos en el litigio con el Grupo NLM por los fondos buitre.
El amicus curiae es una presentación judicial en respaldo de una de las partes en conflicto. Expone una posición determinada y argumentos en favor de la misma. El Fondo Monetario Internacional también había dado a conocer que acompañaría la posición de Argentina en el juicio que enfrenta al fondo buitre del multimillonario Paul Singer, pero ayer dio a conocer un giro en la decisión, a partir de que el gobierno de Estados Unidos también diera marcha atrás con su idea de insertar un escrito.
El Grupo NML es uno de los fondos especulativos que compró bonos de la deuda soberana en default precio vil, y exige a la Argentina el pago total de su monto. De esa forma, los fondos buitre buscan dejar de lado las condiciones que propuso el gobierno nacional para la reestructuración de la deuda externa, cuando el país buscaba salir de la quiebra a la que lo llevó el recetario económico del FMI y el Banco Mundial.
La titular del FMI, Christine Lagarde descalificó las pretensiones de los fondos buitre en los tribunales estadounidenses, y habló de “consecuencias perjudiciales” para la “estabilidad financiera internacional” en referencia al planteo de NML. Su presentación se realizó en la primera y la segunda instancia judiciales de Nueva York, antes de que el litigio llegara a la Corte. Ambas presentaciones fueron aceptadas por el tribunal e incorporadas a la causa, pero al momento de presentar un nuevo apoyo ante la Corte, el Fondo sostuvo que “en esta etapa” no avanzará con el tema.
Según el director brasileño ante el FMI, Pablo Nogueira Batista, las expresiones de Lagarde podrían significar que más avanzado el trámite judicial, el Fondo y el gobierno de Estados Unidos expresarán su posición, ya reflejada en instancias anteriores. La Corte Suprema también tiene la potestad de solicitar una opinión a su gobierno, y se especula que será ese el modo por el cual el gobierno de Barack Obama intervenga en el juicio.
Distintos países europeos y el mismo Estados Unidos atraviesan una delicada situación financiera, y evalúan en ciernes a posibilidad de entrar en default. El estado de cesación de pagos les permitiría reestructurar la deuda, y tal como hizo la Argentina, recortar el monto total de pago a valores que sí puede afrontar a partir de la generación propia de liquidez. Un eventual fallo en favor de los fondos buitre deslegitimaría cualquier posibilidad de reestructuración de deuda, algo que preocupa a los gobiernos de países en recesión.
La Argentina obtuvo un fallo adverso en primera instancia, en el litigio contra el fondo NML. En aquel entonces, el fallo de Thomas Griesa repercutió en todo el mundo financiero. La Cámara de Apelaciones convalidó la decisión de Griesa, y el Estado argentino apeló ante la Corte de los Estados Unidos.
El argumento jurídico se apoya en una posible violación de la cláusula pari passu, que implica el tratamiento igualitario para el total de acreedores y que no permite ofrecer condiciones más ventajosas a determinados bonistas y no a todos. Un fallo que obligara a la Argentina a pagar el valor total de los bonos defaulteados, podría en pie de desigualdad a los que ingresaron voluntariamente a la reestructuración de la deuda instrumentada por el gobierno de Néstor Kirchner.