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La Corte Suprema de Estados Unidos rechazó la apelación argentina en el juicio que llevan adelante los fondos buitre contra nuestro país en los tribunales de Nueva York. El máximo tribunal estadounidense decidió no tratar la apelación argentina en el próximo período anual, según informó la agencia Reuters. El Estado argentino aún tiene una opción de apelar la segunda parte de la resolución del juez Thomas Griesa, ratificada por la Cámara de Apelaciones del Segundo Distrito, pero que se encuentra en revisión.

El rechazo de la Corte es en el debate sobre la competencia del juez Griesa, en tanto juez estadounidense, para decidir sobre fondos soberanos de otro país como la Argentina. El planteo argentino era en torno a que el juez se extralimitó al afectar los fondos soberanos de la Nación con un embargo. La Corte decidió rechazar ese planteo, pero sostuvo que “se espera que el tema vuelva cuando funcionarios argentinos presenten un nuevo recurso”, refiriéndose a los aspectos que aún no están resueltos por la Cámara de Apelaciones, sobre el fondo de la cuestión.

La decisión de inicial de Griesa, avalada por los jueces del tribunal de alzada, condenó a la Argentina a pagar 1330 millones de dólares en efectivo y al contado, a los fondos especuladores Elliot, NML Capital, Dart, Aurelius, AC Paster y Blue Angel, entre otros pocos bonistas particulares. La sentencia de primera instancia todavía no está firme, ya que en esta oportunidad se discutía sobre la posibilidad de embargar fondos soberanos depositados en Nueva York, mientras que la legitimidad de fondo aún no llegó a la última instancia judicial.

Queda pendiente que la Cámara de Apelaciones se expida por segunda vez sobre la legitimidad del planteo de los fondos buitre, que exigen cobrar la totalidad del valor nominal de los títulos que adquirieron, a precio vil, cuando Argentina ya había declarado su default. Ese planteo ya fue rechazado por una sala de la Cámara de Apelaciones, es decir, por un tribunal de tres jueces. Argentina, ante ese rechazo, pidió a los tres jueces que revean la sentencia, y a la vez presentó un pedido para que todos los jueces de la Cámara se reúnan en pleno para considerar el caso –lo que se denomina una apelación “en banc”-.

Aún no queda claro si se conservará o no el efecto suspensivo de la sentencia que obligaba a que Argentina le pague a los fondos buitre. La aplicación de esa sentencia estaba pendiente hasta que la Corte Suprema se expidiera, por lo que debiera ser ejecutada a partir de este rechazo. Sin embargo, la duda surge porque, según informó el mismo tribunal, no se abocará al caso hasta que no se resuelvan los otros litigios pendientes que forman parte de la misma discusión.

Lo que está pendiente es el reclamo central, por el cual los fondos buitre reclaman el pago de la suma total de los bonos defaulteados que compraron, mientras que Argentina se niega porque sería injusto para el 93% de los bonistas, que ingresaron al canje de deuda y aceptaron una quita muy fuerte y un replanteo de los plazo de pago. Un fallo adverso en ese litigio podría derrumbar la reestructuración de la deuda argentina, un ejemplo de ingeniería financiera a nivel mundial, que permitió que el país superara la peor crisis económica de su historia a partir de la generación de recursos propios.

Los gobiernos de Estados Unidos, Francia y hasta el Fondo Monetario Internacional se mostraron a favor de la posición argentina, teniendo en cuenta la posibilidad de que la crisis mundial arrastre a varios países centrales a la reestructuración de sus deudas.