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El juez estadounidense Thomas Griesa convocó a los acreedores que no ingresaron a los canjes de deuda argentinos para equipararlos a los fondos buitre en su reclamo por el pago del valor nominal e intereses de los bonos defaulteados que tienen en su poder. Son los llamados "me too" y están en las mismas condiciones que los fondos de los magnates Paul Singer y Kenneth Dart, pero no habían accionado contra el Estado argentino ante los tribunales.

El juez de Nueva York pidió se presenten los bonistas que cumplan con esas condiciones y quieran ser incluidos en la sentencia que emitió a favor de los fondos especulativos. Para eso, tendrán que presentar la documentación que acredite que son tenedores de deuda argentina declarada en default. Hasta ahora, los fondos buitre reclamaban 1600 millones de dólares entre capital e intereses. Griesa podría emitir una nueva sentencia en abril, ampliando su concesión a los buitres en favor de estos otros bonistas. 

La acción del "me too" es habitual en los procesos de deuda ante los tribunales estadounidenses, y es una convocatoria para todos aquellos que estén en las mismas condiciones que los litigantes, pero no hayan optado por la vía judicial. Una vez que existe una sentencia, pueden acudir a los tribunales para solicitar el mismo tratamiento que obtuvieron los que sí promovieron acciones judiciales. En este caso, los litigantes son los fondos NML y Aurelius Capital, que cuentan con un fallo favorable de Griesa confirmado por instancias superiores.

Aunque se trata de un paso procesal casi de rutina, la presentación de los "me too" debe pasar el filtro de Griesa y de los tribunales de alzada. Cada crédito tiene que ser verificado por el juez, que analizará si se cumplen las mismas condiciones de los fondos buitre antes de concederles el mismo trato. Eso abre la puerta a nuevos procesos incidentales, porque cada admisión o rechazo de estos acreedores puede ser objetada por el Estado argentino.

La Corte Suprema de Estados Unidos ratificó el fallo de Griesa en junio pasado, cuando rechazó la solicitud argentina de revisar de esa sentencia. El gobierno argentino advirtió en noviembre que la escalada de acciones judiciales desencadenadas contra el país por más de un centenar de tenedores de bonos en default “demuestra los desastrosos efectos de la orden pari passu” emitida por el juez Thomas Griesa en el litigio con fondos buitre.

El abogado del fondo buitre NML, Robert Cohen, había mencionado el año pasado que además de los 1600 millones de dólares sujetos al fallo de Griesa, hay otros 102 demandantes que solicitarían sumarse al fallo a favor de los fondos buitre y que elevan la cifra en torno a los 4700 millones de dólares. Esos son los "me too" que ahora convoca el juez de Nueva York. El abogado Carmine Boccuzzi, del estudio Cleary, Gottlieb, Steen & Hamilton que patrocina a la Argentina, respondió en noviembre que las órdenes del juez en ese sentido "son de imposible cumplimiento”.