En la carpa dos del congreso se habló sobre la agilización de la Justicia. Alberto Binder, vicepresidente del Instituto de Estudios Comparados de Ciencias Penales (INECIP), cerró la mesa ante un público compuesto por abogados, académicos y estudiantes.
En la carpa dos del Congreso Nacional sobre la Democratización de la Justicia se discutió sobre “La agilización de la Justicia y las nuevas Cámaras de Casación”. Funcionarios de los tres poderes del Estado, estudiantes, abogados y juristas colmaron la sala. Mientras, un militante de la agrupación Abogados por la Justicia Social repartía un volante con el título “Las cautelares contra los pobres que la oposición no critica”. Daniel Carral, juez de la Cámara de Casación de la provincia de Buenos Aires, comenzó la exposición y desarrolló precisiones técnicas. Desestimó las críticas que sostienen que la creación de esta nueva instancia generará demoras en el proceso judicial. “Las dilaciones existen por otras razones”, aclaró. Y agregó que los tribunales “podrán resolver sobre situaciones manifiestas de arbitrariedad o inconstitucional”.
La segunda mesa empezó poco después de las tres de la tarde. Comenzó la exposición el Fiscal General de Casación Federal, Javier De Luca. Calificó a la estructura judicial como “anquilosada y se mostró a favor de la ley que crea tres nuevas Cámaras de Casación. Señaló que va a permitir “un sistema jurídico previsible”.
Luis Duacastella, Defensor General Adjunto de la Ciudad de Buenos Aires, calculó que “si la Corte resolvió nueve mil causas en doscientos días hábiles, cada ministro trató algo así como cincuenta expedientes diarios”. Se refirió a la posición de algunas ONGs que se opusieron a las leyes, que “hace algunos años suscribían un documento en el que pedían varias de estas reformas”.
Ante algunos fallos en el sonido, Gerónimo Ustarroz, que moderaba el panel, aclaró a viva voz: “estamos con algunos problemas técnicos”, a lo que Duacastella agregó, con sorna, “además de los de la Corte”. Al retomar la palabra, aclaró: “Los jueces, defensores y fiscales tenemos ideología, no nos engañemos”. “No conozco a ninguno que haya fallado en contra de sus convicciones”, agregó.
Verónica Larcher, presidenta del Colegio Público de Abogados de Santiago del Estero, se mostró a favor de las reformas y dijo que “van a solucionar muchos de nuestros problemas como abogados”. Le siguió Javier Roldán, fiscal de Casación bonaerense, que llamó a que se incorpore el juicio por jurados, y dijo que “este es el principio de la democratización”.
Continuó Alejandro Slokar, juez de la Cámara Federal de Casación Penal, que planteó que “la sociedad no le habla a la Justicia, la interpela”. Desarrolló una idea que después fue retomada por Recalde: “Los jueces debemos ser independientes de nosotros mismos, de nuestros intereses y conveniencias”.
El diputado nacional Héctor Recalde dijo que “pedir la inconstitucionalidad de una elección por el voto popular es absurdo”. Leyó fragmentos de un editorial de Adrián Ventura, y provocó una carcajada al recitar que “los jueces temen que los puedan reemplazar por jóvenes abogados de La Cámpora”. Las risas se multiplicaron cuando terminó diciendo “no quiero seguir leyéndolo por una cuestión de higiene mental”.
Recalde recordó que Eugenio Zaffaroni integró el Frepaso, Juan Carlos Maqueda perteneció al Partido Justicialista, Carlos Fayt fue un joven militante socialista, y Ricardo Recondo fue funcionario de Raúl Alfonsín. “Eso no los incrimina ni mucho menos, por el contrario: yo quiero jueces que sean militantes populares, que muestren compromiso con la República y con la democracia”.