Hoy es el día contra la violencia institucional
En noviembre de 2012 el Congreso de la nación aprobó la ley que instituye el 8 de mayo como el Día Nacional de Lucha Contra la Violencia Institucional. Durante el día habrá distintos actividades. El acto central será en el Espacio Memoria y Derechos Humanos, ex ESMA.
“Queremos que en la Argentina los derechos sean más extensos e inclusivos. Necesitamos que todos los pibes tengan dignidad. No podemos soportar como sociedad que haya un pibe menos ni una madre doliente, tenemos que construir un futuro entre todos”, dijo el ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, en un acto conmemorativo contra la violencia institucional en la Escuela de Eduación Media N°3 Carlos Geniso, del Bajo Flores.
El ministro estaba acompañado por presidente del bloque oficialista, Agustín Rossi; el diputado del FpV Leonardo Grosso y el secretario general del Movimiento Evita de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Taiana.
El Día Nacional de Lucha Contra la Violencia Institucional es ley desde el año pasado por la iniciativa del diputado Grosso. El objetivo de la fecha es recordar las violaciones a los derechos humanos cometidas por fuerzas de seguridad y promover la adopción de políticas públicas en materia de seguridad respetuosas de los derechos humanos. Este año la fecha fue incorporada al calendario escolar nacional. En las escuelas de todo el país se abrirá el debate sobre la problemática.
Durante todo el día, se realizarán actividades culturales en todo el país pero el evento central será en el Espacio Memoria y Derechos Humanos, ex Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). A las 15.30 hs. se instalará en el frente del predio el listado de las víctimas de violencia institucional, desde 1983 a la fecha. La exposición "Lucha contra la violencia institucional” será acompañada con proyecciones de películas y obras de teatro durante todo el mes de mayo.
El 8 de mayo del año 1987 tres jóvenes fueron asesinados por policías bonaerense en Ingeniero Budge, en lo que se conoció como “la masacre de Budge”. Oscar Aredes, de 19 años, Agustín Olivera, de 20 años y Roberto Argañaraz, de 24 años, recibieron siete, doce y diez balazos, por parte de tres suboficiales, mientras conversaban y tomaban una cerveza en la esquina de Figueredo y Guaminí. Este fue el primer caso en el que se comenzó a hablar de “gatillo fácil” para referirse a los crímenes cometidos por agentes de las fuerzas de seguridad.
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