La jueza Norma Abou Assali, acusada de maltrato por el gremio de trabajadores judiciales, presentó un escrito ante el Consejo de la Magistratura donde acusa a los consejeros de no analizar los hechos y descalifica a sus empleados.
La titular del juzgado civil de primera instancia N° 26, Norma Abou Assali, denunciada por la Unión de Empleados Judiciales de la Nación (UEJN) en 2010 por un presunto “tratamiento incompatible con la irreprochabilidad de la conducta que cabe exigir a un juez”, no concurrió personalmente a la cita con los consejeros pero utilizó una posibilidad que poseen los jueces citados a comparecer, que es, la presentación de un escrito.
En él se defendió de las acusaciones de los empleados y ex empleados del juzgado que tiene a su cargo. En un escrito de 28 páginas al que tuvo acceso Infojus Noticias la jueza explicó que los consejeros no analizan los hechos de los empleados denunciantes. Esto es, el accionar de los empleados ya que argumenta que en una treintena de expedientes tramitados, no realizaron su trabajo.
En lo esencial, la magistrada descalificó los testimonios de los empleados. “Es innegable la unión sistemática entre ellos, para declarar apartamientos de la verdad, falsedades e inventos”, explicó en su descargo.
Sobre uno de ellos dijo que “llegaba permanentemente tarde” lo que ocasionaba muchos problemas ya que era quién “debía abrir la mesa de entradas del Tribunal” y que incluso su testimonio tiene que ver “con algún resentimiento” ya que no lo eligió para un ascenso.
Marcó que éste fue a su cumpleaños en abril del 2011, lo que “no parece razonable, entendible ni coherente” para “quien se haya encontrado tanto tiempo maltratado”. Lo mismo hizo con otro ex empleado que fue a su cumpleaños en 2008 y 2009, siendo que se fue del juzgado en 2007.
Según se desprende del expediente existente en el Consejo y de varios testigos presentados la jueza habría dicho, “Es un negro”, “un burro” al calificar a uno de sus empleados y también comentan la práctica del saludo de la jueza que, según relatan, “era obligatorio saludar a la autoridad antes de salir del juzgado”.
La jueza negó “firme, decidida y categóricamente” haber calificado “negro y burro” a uno de los empleados y consignó: “Yo no era hipócrita con nadie, me muero tal cual soy”, explicó la magistrada. Para culminar Abou Assali calificó de “falaz” la imputación de “maltrato o persecución laboral”.
“Era normal que los empleados fueran demorados en la puerta de ingreso del despacho de la Sra. Juez cuarenta o sesenta minutos, parados, para autorizarlos a entrar para que le den un beso de despedida”, se explica en el expediente en manos de los consejeros. “La única forma que existía para recuperar su saludo era llorar en su despacho y pedir perdón por algo que no existió”, detalla la denuncia. En contrapartida, Abou Assali explicó que “siempre saludaba uno a uno a cada empleado por educación”.
Para culminar, en su descargo, la jueza solicitó al Consejo de la Magistratura que archivara el expediente y que el mismo sea tratado en el próximo plenario que se realice. Asimismo, en caso de no ser archivado anticipó que formularía reclamos ante la Corte Suprema de Justicia.