La justicia civil condenó al Gobierno de la Ciudad a que indemnice con 110 mil pesos por daños y perjuicios a una abuela que tropezó en la calle y se fracturó la cadera y el húmero, mientras iba a buscar a su nieta al colegio.
En horas del mediodía del 10 de octubre del 2008, Alicia Marshall de Alonso (81), se dirigía caminando hacia el colegio Ángela Copello en el barrio de Floresta para ir a buscar a su nieta, tal y como lo hacía habitualmente. A una cuadra de la avenida Juan B. Justo y a dos cuadras del establecimiento educativo, la mujer tropezó cayó al piso producto del mal estado la vereda. La caída no fue gratis para la abuela ya que sufrió diversas lesiones entre las que se encuentran la fractura de cadera y húmero del lado derecho.
En la causa gobierno porteño sostenía que la mujer había tenido un obrar “torpe y descuidado” en el accidente y que si “hubiera circulado con la debida atención habría obersvado la presencia de algún obstáculo” y “evitado la caída”.
El gobierno de la ciudad consideró que las fotografías presentadas por la mujer “no resultan material probatorio idóneo” para demostrar el accidente.
La sala B de la Cámara Civil, con las firmas de Claudio Ramos Feijoo, Omar Díaz Solimine y Mauricio Mizrahi, rechazó los argumentos de los abogados del gobierno porteño ya que consideró probado el hecho con las fotografías aportadas y la “hoja de guardia” del hospital Vélez Sarfield, donde fue atendida la mujer.
Explican los jueces en el fallo que la Ley 19.987 pone en cabeza del gobierno de la Ciudad “el contralor de construcciones y obras y la conservación de las aceras” por lo que “la peligrosa condición en la que se encontraba la vereda comprometía el deber que pesaba sobre la comuna de atender a la seguridad de los habitantes”. Ahora deberá indemnizar a la mujer con 110 mil pesos por los daños y perjuicios que el accidente le causó ya que, actualmente, para movilizarse tiene que utilizar bastón y posee grandes problemas de movilización.